Un estudio realizado por la Universidad de los Andes señaló que al menos siete de cada diez adolescentes chilenos usan su celular regularmente en la sala de clases, y seis de cada diez admiten que ello afecta su rendimiento escolar.
De acuerdo con el INE, en el año 2022 había en Chile 33,5 millones de teléfonos móviles. Los niños reciben su primer teléfono, en promedio, a los 10 años de edad, aunque hay un porcentaje significativo (38%) que lo recibe entre los 7 y los 9 años.
La utilización de celulares en los colegios ha tenido un largo debate. En el Congreso Nacional se discute un proyecto de ley que pretendía inicialmente prohibir su uso en los colegios. La propuesta fue aprobada el día 18 de junio en la Comisión de Educación de la Cámara Baja, pero se cambió la idea de prohibirlo por la de "regular el uso adecuado de dispositivos digitales".
Algunos legisladores han indicado que los dispositivos móviles durante el proceso de aprendizaje de los menores generan distracción y falta de concentración. Mientras más temprano se inicia el uso de dispositivos móviles o de pantallas en niños, mayor es su dependencia, cuestión que dificulta aún más la labor de enseñanza de parte de los profesores. A su vez, quienes defienden la regulación de su manejo apelan a que sirve como un elemento complementario en las aulas y solicitan que solamente se restrinja su utilización en algunos momentos.
Pero tal vez donde se enfrentan las mayores complicaciones es en el comportamiento de los niños, que se han hecho dependientes de los móviles y de las tecnologías en general, lo que ha reducido sus tiempos de estudio, se ha afectado la atención, la concentración y se dificulta el aprendizaje. Bien lo saben los profesores, para quienes se ha transformado en una odisea tratar de que los niños y jóvenes en clases se desconecten del móvil y de las redes sociales.
Y mientras existe esa discusión sobre esta regulación, la Municipalidad de Las Condes fue un paso más allá y dispuso que el uso de celulares u otros equipos tecnológicos en los establecimientos de la educación municipalizada están prohibidos a partir de este mes de julio. La restricción será diferenciada por nivel: entre prekinder y el 4º básico tienen prohibido llevar equipos, mientras que entre el 5º básico y el 4º medio, los alumnos podrán portarlos, pero no ocuparlos durante la jornada escolar, ni siquiera durante los recreos. En el caso de que un estudiante tenga su celular a la vista durante el horario escolar, se le solicitará el dispositivo y se aplicará una sanción de acuerdo con el Reglamento Interior de Convivencia Escolar, por lo que el apoderado deberá presentarse a retirar el dispositivo. Además, los inspectores tendrán esa facultad durante los recreos. En el caso de los cursos más altos, los dispositivos estarán prohibidos cuando no sean solicitados para uso pedagógico, y sólo estará permitido el uso de tablets para asignaturas científicas, de tecnología o de cualquier otra que así lo requiera la malla curricular. Según cifras de ese municipio, la medida se respetó en un 99,6% de los casos entre prekínder y 4° básico; entre 5° y 8° básico, un 86,7%, y un 79,5% en la educación media, lo que da un cumplimiento del 87%.
Éste es un tema de discusión mundial. En Francia, el gobierno prohibió el uso de teléfonos móviles en los colegios, incluso en los recreos, con el fin de combatir la llamada "demencia digital", adicción definida por el psiquiatra alemán Manfred Spitzer y que afectaría a los menores tanto de forma cognitiva como emocional. Pero hay expertos que sostienen que se podría buscar la forma de promover el uso del celular con fines educativos, con algunas aplicaciones que podrían ser útiles en la sala de clases, ya que se prevé que los menores se las arreglarán de alguna forma para burlar las prohibiciones.
Donde se enfrentan las mayores complicaciones es en el comportamiento de los niños, que se han hecho dependientes de los móviles, lo que ha reducido su estudio y concentración.