"Hemos entregado más del 80% de las ayudas a tres semanas de la emergencia"
La autoridad sectorial destacó la labor asistencial de la cartera frente a los efectos del sistema frontal que azotó la zona.
El tema que ha capturado la atención de los habitantes de la Región del Biobío en las últimas semanas responde innegablemente a los efectos de los sucesivos sistemas frontales que azotaron al centro sur del país, y produjeron desbordes de ríos, remociones en masas y un nuevo estado de emergencia para la zona.
Según las estimaciones del Gobierno, apegadas a la aplicación de la Ficha Básica de Emergencia (Fibe), más de 18 mil personas sufrieron algún tipo de afectación lo que se traduce en seis mil viviendas con distinto tipo de daños.
Parte de esos datos fueron elaborados gracias al trabajo desarrollado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, a cargo de aplicar el instrumento necesario para el acceso a las primeras ayudas: según datos entregados a este medio por el seremi Hedson Díaz, tres de cada cuatro familias afectadas ya han recibido el primer bono de recuperación.
"Hemos avanzado muy rápido, entregando más del 80% de los beneficios a tres semanas de la emergencia, y eso es tremendamente relevante. Ya estamos trabajando por una tercera nómina, de la cual se hizo el corte el miércoles, cerramos listas el viernes y esperamos tener la próxima semana el bono de recuperación en la cuenta de las personas, directamente en la Cuenta RUT", cuenta en entrevista con este medio.
Durante la conversación, revela además que en su rol de secretario ministerial, y al contar con todas las capacitaciones necesarias contribuyó a la digitación de más de un centenar de fichas en la zona cero en Curanilahue.
Despliegue territorial
Respecto al trabajo de la cartera en estos procesos, la autoridad afirma que "lo que nosotros hacemos es trabajar con las personas en los distintos ciclos de vida, y en ese contexto hoy día trabajamos fuertemente en la contención emocional de las familias, porque nos toca trabajar en la emergencia dura".
"Muchas veces llegamos como primera persona a poder cubrir situaciones de emergencia y es super complejo. Detrás de eso están las familias que pierden sus enceres, sus viviendas y siempre son situaciones complejas que se viven, y estamos conscientes de esa dimensión", añade.
Junto a ello, indica que el despliegue territorial es fundamental, y pone énfasis en los ajustes a los mecanismos de ayudas tempranas: "Antes no existían y a partir de la aplicación de la Fibe y la entrega de los bonos de recuperación, el bolsillo familiar electrónico y la ficha 2, nos ofrece una serie de oportunidades, y eso las familias ya lo conocen y confían en el instrumento".
-La próxima semana se cumplirá un mes de la emergencia, y la cobertura a nivel de ayudas tempranas ha alcanzado a casi la totalidad de familias afectadas.
-Hemos entregado dos listados de bonos de recuperación, el primero del orden de 1.700 familias y el segundo de cerca de 1.300 familias, por lo que ya hablamos de que más de tres mil familias tienen su bono de recuperación. Nos queda un proceso muy marginal que cerró el proceso administrativo este viernes, por lo que ya lo informamos a los municipios, y ellos están trabajando por cerrar los eventos.
Nosotros en este proceso hicimos un récord, nunca en el país se habían aplicado tantas Fibe en tan poco tiempo, particularmente en Curanilahue donde en tres días catastramos en los lugares de afectación y entregamos los bonos de recuperación a menos de una semana de la catástrofe. Eso es tremendamente relevante porque las familias pueden también cambiar el switch, saber que hay una institucionalidad detrás, que recibirán colaboración y que esta es la ayuda inicial, luego del trabajo desarrollado por Senapred.
El bono de recuperación busca reestablecer la vida a lo que tenían las familias, para comprar camas, enceres de cocina, electrodomésticos, y después viene un proceso posterior de reconstrucción a partir del bolsillo familiar electrónico y la aplicación de la ficha 2, proceso en que estamos.
-¿Qué tan relevante ha sido para la efectividad del proceso el aprendizaje adquirido en otras emergencias recientes, como los incendios forestales o las crecidas en la cordillera del año pasado?
-Hemos aprendido esas lecciones. Cuando comenzamos las emergencias de los incendios forestales teníamos pocos funcionarios públicos acreditados en aplicación de la ficha básica de emergencia -cerca de 400 personas- y hoy tenemos más de 1.200, siendo la segunda región del país con el mayor número y a nivel per cápita, somos la que tiene más personas acreditadas en aplicación de la Fibe en el país.
Además, nos preocupamos de capacitar, por ejemplo, en el verano pensando en el invierno; no tiene sentido capacitar en la emergencia, pese a que muchas veces los alcaldes nos piden de forma apresurada acreditar a los funcionarios y en ese momento estamos catastrando. Lo que debemos hacer con antelación es capacitarlos y certificarlos, en lo que llamamos tiempos de paz, y no sirve sobre la marcha.
El desafío es seguir perfeccionando los instrumentos y extendemos la invitación a que los equipos que no estén con emergencias se puedan capacitar; estamos disponibles para viajar a los territorios y capacitarlos porque nos sirve que la institucionalidad esté consciente de que estamos bajo factores de riesgo permanentes, en el invierno con las inundaciones, en el verano con los incendios y estamos propensos a otras instancias con emergencias permanentes.
-¿Qué valor se le entrega a la flexibilidad con que se manejan estos procesos, considerando que hubo casos en Curanilahue donde familias afectadas debieron ser catastradas dos veces?
-Ante situaciones de emergencia, se producen recalificaciones. En este caso no fueron de cuantiosa envergadura, sino que casos puntuales que debimos reacreditar donde a familias donde el río les entró a las casas fueron afectadas con mayor cuantía. La Fibe permite la recalificación, y con los equipos municipales estuvimos trabajando en ello.
-Un reportaje de este medio reveló que los municipios destinan el 10% de sus presupuestos en el abordaje de catástrofes, algo que da cuenta de la preparación existente a nivel regional.
-El rol preventivo es trascendental, porque va a permitir evitar que las emergencias sucedan. Si eso no ocurre, al menos podremos contenerlas, y si está decretada actuar a tiempo para reparar. Que exista esa conciencia, los municipios acrediten a sus funcionarios, esta conciencia estará instalada para las emergencias.
Ese trabajo también debemos fortalecerlo con la comunidad para que entiendan el rol de los funcionarios, porque la Fibe mide habitabilidad y pérdida de enceres -así no se confunde la ciudadanía, pese a que muchas veces las familias explican otras variables- con el objetivo de dar una respuesta temprana a la situación habitacional.