"Como un océano de fuego": la danza como una experiencia inmersiva
Con una extensión de 40 minutos, la pieza trabajada en largo formato, permite en ese tiempo internarse por un viaje de carácter biográfico y sensible.
Después del estreno programado este jueves, a las 19.30 horas, "Como un océano de fuego", primer montaje de la coreógrafa penquista Lisette Navarratia (29); tendrá ocho funciones más en la Sala de Cámara del Teatro Biobío.
Programadas entre jueves y sábado, durante las próximas tres semanas, la propuesta de danza contemporánea de 40 minutos, es una invitación "abierta" y de múltiples lecturas, para que el público se haga parte de un viaje colmado de emociones. "Es emotivo", ilustra Navarratia, donde "el cuerpo y sus intensidades son protagonistas".
Largo formato
La obra realizada en asociación con la Plataforma Lokas Juanas, apunta a generar espacios para procesos artísticos, que se plantean como una necesidad en disciplinas como la danza.
"La materialización de una idea, o en este caso una sensación, puede tomar meses de preparación y requiere de la confianza y colaboración de todo un equipo creativo detrás", explican los encargados de "Como un océano de fuego", cuyo origen se remonta a un año a la fecha, a partir de una investigación conjunta entre la coreógrafa y la citada agrupación.
"Nos parece interesante proponer una obra de largo formato (40 minutos), porque nos permite sostener un rito", acota Navarratia.
- ¿En qué sentido?
- Es un tiempo donde puedes desarrollar y profundizar en la investigación corporal, y proponer un viaje, tanto para los intérpretes, como para los espectadores. Se trata de un formato que nos permite, también, vivir un momento fuera de lo cotidiano, y experimentar la comunicación y la expresión, de otra manera. Para potenciar eso, proponemos un espacio escénico, en el que el público puede observar la obra desde diferentes ángulos, lo que hace que la puesta en escena sea más envolvente.
- Además, con una temporada de nueve funciones. ¿Cuál es el latido y expectativas al respecto?
- (Juanita Paz Saavedra, productora artística y asistencia coreográfica) Una temporada siempre es un desafío, y una gran oportunidad para que las obras crezcan. Principalmente, esperamos poder compartir esta investigación, que ha durado alrededor de un año, ya que al abrirla a los públicos, es que todo se completa. Y en esa experiencia de compartirla, es que ésta alcanza su maduración, lo que es muy nutritivo para todos en el equipo.
Desde el cuerpo
Un aspecto clave para el título de la propuesta es el cruce que se realiza entre el cuerpo, la música y la propia danza.
Cristian Reinas, encaragado de la música y diseño de iluminación, señala que la investigación corporal comenzó en silencio, es decir, dándose el tiempo para probar el desarrollo corporal y la danza, pero sin música.
"Y nos dimos cuenta que la naturaleza de los movimientos en esta propuesta, es también sonora, y tiene su propia musicalidad. El sonido del cuerpo sobre el suelo, sobre sí mismo, y su respiración, ya generaban un ambiente sonoro", apunta Reinas.
- Desde ahí propones en escena.
- Cuando comencé a crear la música para la obra, el desafío fue ir entrelazando la intensidad que se puede generar con la música, con la intensidad del cuerpo. Que convivieran en el mismo espacio, y que los sonidos del propio cuerpo pudieran seguir apareciendo, como parte de la propuesta sonora general. En ese sentido, el trabajo entre cuerpo, danza y música, ha sido muy integrado. Cada elemento aparece, interactúa con los demás, se deja influir, y se potencia.
De ahí, también, que la propia interpretación conjunta pueda sentirse como un desafío, especialmente, desde el plano físico.
"Claro que sí, porque requiere una alta intensidad, un alto estado de atención y concentración, para que aparezca la corporalidad intensa, como un océano de fuego", explica Fernanda Coloma, intérprete del montaje junto a Ángela Marina y Francisca Narváez.