Avances en la descarbonización
El encuentro "Descarbonizar es tarea de todos", realizado en Concepción por la Universidad del Desarrollo y Corfo, con la participación de emprendedores, ha permitido analizar lo que por estos días se impulsa en ese campo en los diversos sectores productivos, y la tecnología existente para ir reemplazando el carbón y el diésel como fuentes energéticas, debido a la alta contaminación que producen.
A nivel nacional, ha habido grandes avances en el proceso de descarbonización. En abril de este año, AES Andes desconectó del sistema eléctrico chileno a la Central Norgener, adelantando en casi dos años la salida que se había programado para diciembre de 2025, con lo que se estima que se evitarán emisiones de hasta 5 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) aproximadamente. Con este retiro anticipado la central evita consumir cerca de 1,2 millones de toneladas de carbón. Así, la empresa generadora de electricidad del norte del país alcanza más de la mitad de su capacidad en operación en Chile en base a energías renovables.
Los gobiernos de las últimas décadas se han comprometido a cerrar las plantas que utilizan carbón como materia prima para generar electricidad, debido a que se trata de centrales muy contaminantes. Con anterioridad habían salido del sistema las centrales termoeléctricas a carbón Ventanas 1, ubicada en Puchuncaví, y Bocamina, entre otras, como parte de un programa que considera el cierre de once unidades a carbón al 2024, equivalente al 30% de la capacidad instalada de generación eléctrica a carbón en Chile y el cese total de generación eléctrica en base a carbón al 2040.
La comunidad había puesto objeciones al funcionamiento de las centrales termoeléctricas a carbón, por ser muy contaminante. Por ello, desde diciembre de 2019 se adelantó la fecha de las plantas a carbón más antiguas ubicadas en zonas altamente industrializadas y se han buscado alternativas para avanzar más rápido hacia una matriz más renovable, económica y amigable con las comunidades locales.
La transición hacia una matriz energética más limpia y el compromiso hacia la carbono neutralidad al año 2050, es una gran oportunidad para mejorar la calidad de vida de los habitantes. Al primer trimestre de 2024, el 41,3% de la generación eléctrica en Chile correspondió a energías renovables no convencionales. Así, los expertos prevén que este año 2024 se podría alcanzar un nuevo récord en la generación limpia, consolidándose como la fuente más importante. En 2023, la generación renovable superó a la térmica por primera vez y dentro de esa producción, la energía solar correspondió a casi un cuarto del total nacional.
Se señala con frecuencia que las Energías Renovables no Convencionales (Ernc) son las energías del futuro y Chile no está ajeno a esta tendencia. Las autoridades las han apoyado y estimulado en las últimas décadas, mientras tienen el respaldo de la ciudadanía, que ve en ellas la solución limpia al abastecimiento. Las Ernc que más prosperan en Chile son la solar y la eólica, tecnologías que generan en la medida que dispongan del recurso renovable: sol y viento. Se requiere, por lo tanto, generación convencional de respaldo, como la hidroelectricidad, para llenar con rapidez los espacios cuando el recurso renovable esté ausente. La empresa investigadora internacional Bloomberg New Energy Finance publicó el reporte Climatescope 2020, con el ranking de países más atractivos para la inversión en energías limpias. En el estudio, Chile lideró el ranking, al ser calificado como el mejor para invertir en energías renovables.
La energía es vital para que la economía y el país crezcan. Cuando las empresas programan su desarrollo para los años siguientes, requieren de electricidad, de la misma manera que los hogares consumen más. Por eso, el país debe proyectar su requerimiento energético para las décadas venideras.
Los gobiernos de las últimas décadas se han comprometido a cerrar las plantas que utilizan carbón como materia prima para generar electricidad, debido a que se trata de centrales muy contaminantes.