Nueva mediación para la crisis portuaria
Cuando faltan pocos días para que se cumplan dos meses desde el inicio de la paralización que afecta al Puerto Coronel, la decisión del Gobierno de designar al ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, como mediador entre las partes, es decir, entre empresa y trabajadores portuarios eventuales, genera nuevas expectativas respecto de la posibilidad de que el conflicto logre encontrar el camino al entendimiento o derechamente la solución.
Desde el inicio de la movilización se ha mantenido una creciente preocupación por el rumbo que comenzó a tomar la situación y que de alguna forma mostraba complejidades y factores distintos a otras movilizaciones de este tipo. De hecho, hace casi un mes representantes de los gremios pertenecientes a la Agrupación de Organizaciones Productivas del Biobío (Agop) se reunieron con la delegada presidencial Daniela Dresdner para abordar lo sucedido, donde Alfredo Meneses, gerente general de Asexma Biobío y miembro de la Agop, expuso que la pugna del recinto portuario estaba generando efectos amplios -en ese momento sumaba casi un mes sin operaciones- y aseguró que "no es lo mismo cuando paraliza una empresa determinada a cuando paraliza un puerto. Un puerto es la puerta de entrada y salida de los productos, por lo tanto, afecta a toda una cadena".
Desde la misma organización gremial plantearon que el efecto en la imagen país podía ser complejo y recordaron que el comercio internacional subsiste también en base a ella, por lo que aseguraron que tanto desde el sector privado como del propio Gobierno, en este caso la delegación presidencial, existía el compromiso de hacer todos los esfuerzos posibles para lograr algún nivel de acuerdo.
Cuatro semanas después no han sido pocos los sectores que han manifestado su preocupación y a través de cifras concretas han revelado también el cálculo en pérdidas que está provocando la falta de movimiento de productos de los distintos sectores en el terminal marítimo. Desde la empresa Camanchaca se dio a conocer, por ejemplo, la afectación por productos para consumo humano, cuyas cargas, por más de 100 toneladas, se mantienen en Puerto Coronel y no han podido ser distribuidas y la Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca) expuso su preocupación por las consecuencias de este conflicto y el daño a empresas de menor tamaño, el comercio local, la estabilidad económica y la imagen de Chile y Biobío con los mercados internacionales.
El presidente de Sonapesca, Osciel Velásquez, expuso que "cuando se exportan productos congelados los contenedores deben estar en promedio a -19 grados para que no se pierda la producción, y tenemos casos de empresas que están enviando jurel y choritos congelados y no se sabe el estado de los productos, y si mantienen las condiciones de ser exportados, poniendo en riesgo la producción".
Desde Pescadores Industriales del Biobío, en tanto, se dio cuenta del impacto económico que han tenido en estos casi dos meses, el que llega a pérdidas por US$2 millones, incluyendo pérdidas en producción, incumplimiento de contratos de exportación o costos adicionales que han debido asumir. El gremio, que agrupa a las compañías Landes, Blumar, Camanchaca, FoodCorp y PacificBlu, indicó que desde el inicio del paro portuario, son 85 los contenedores inmovilizados de productos congelados como jurel, salmón y choritos, además de harina de pescado, equivalente a dos mil toneladas de carga que no ha podido ser exportada.
Considerando el nivel de la crisis generada, resulta absolutamente justificable que el Ejecutivo haya decidido enviar a un ministro a buscar la forma de retomar las mesas de diálogo que lideraron con anterioridad la delegada presidencial, Daniela Dresdner, y la seremi del Trabajo, Sandra Quintana, sin alcanzar un éxito concreto.
El titular de Transportes aseguró el viernes que "vamos a convocarlos para poder retomar la conversación y de esa manera, volver a construir las confianzas que son imprescindibles para dos grupos que, una vez se resuelva el conflicto, tienen que volver a trabajar juntos". Añadió que en las reuniones sostenidas con ambas partes observó voluntad de acercamiento, lo que deberá demostrarse en los próximos días.
Tal vez por la cautela propia de quien inicia la búsqueda de vías de solución, el ministro Muñoz no dio plazos ni detalles sobre los próximos pasos a seguir, limitándose a reiterar que el objetivo central es generar instancias de diálogo. Desde la empresa y los sindicatos de trabajadores portuarios eventuales será necesario ahora comenzar a buscar opciones de negociación, ya que si bien el conflicto corresponde al ámbito del sector privado, es claro que está teniendo un efecto en el ámbito regional, en lo económico y social, y por supuesto en el ámbito internacional, donde la labor logística que caracteriza a la Región del Biobío puede terminar con daños que pueden ser difíciles de revertir.
Tal vez por la cautela propia de quien inicia la búsqueda de vías de solución, el ministro Muñoz no dio plazos ni detalles sobre los próximos pasos a seguir, limitándose a reiterar que el objetivo central es generar instancias de diálogo.