Teatro El Oráculo y la satisfacción de llegar al máximo de público
Manuel Loyola, creador y director de la compañía hace 24 años, indica que uno de las metas es salir de Concepción, y llegar con sus montajes a comunas como la sampedrina con menos visibilidad teatral.
Cuando Manuel Loyola piensa en algunos hitos del Teatro El Oráculo, sus recuerdos van hacia el 2009, en sus días de estudio de Kathakali, expresión de danza teatro propia de la India, practicada en la sureña zona de Kerala.
"Ahora tengo 15 años más", dice entre risas el director y creador de la compañía penquista en marzo del año 2000.
Pero también reconoce la experiencia ganada en esa ocasión, la que ha potenciado en buena parte de sus 54 años, por lo menos más de tres décadas dedicado a las artes dramáticas y escénicas, con estudios de actuación y dirección teatral en Santiago.
Convertido en un profesional es que forma El Oráculo, también centro cultural desde el 2009, cuando la agrupación se radicó en la población Lagos de Chile de Concepción. "Allí construimos con fondos propios un espacio de 260 metros cuadrados donde hay una sala de teatro para 90 personas, camarines, baños, sala de maquillaje/vestuario, sala de reuniones, bodega y habitación para artistas residentes", ilustra con orgullo este artista clave en el devenir del teatro en el Biobío.
Siempre enfocado en llegar con su arte a escenarios alejados del centro urbano, en la medida de que se den las posibilidades. Por lo mismo, apunta, es que está tan contento de montar "Silvio, un niño cubano", para el público de San Pedro de la Paz. El montaje se presentará hoy, a las 18 horas, en la sala de la Corporación Cultural sampedrina, con entrada liberada.
"Nos llena de ilusión salir con obras fuera de Concepción. Sobre todo a un lugar donde sus habitantes todos los días son maltratados por un transporte que los violenta, los somete a una presión enorme", enfatiza el director.
En la ocasión, se podrá apreciar una propuesta muy atractiva, que combina teatro tradicional con el uso de marionetas gigantes y objetos, así como música en vivo con intérpretes regionales.
Con dirección de Loyola, el elenco está integrado por Mario García, Michel Rodríguez, Felipe Sepúlveda y Magdalena Varas; mientras que en la música estarán Álvaro Del Canto, Cecilia Gutiérrez y Carlos Stockle. Juntos dan vida a la historia de niñez de Silvio Rodríguez, cuando, motivado por el fervor revolucionario, en su Cuba natal, fue invitado a los 14 años para "alfabetizar a los campesinos, generando una experiencia de sabiduría y aprendizaje mutuo".
Buenas emociones
Estrenada originalmente en diciembre de 2022, "Silvio, un niño cubano" es a la fecha una de las obras más exitosas de la compañía, sumando el año pasado 45 funciones, la mayoría de ellas realizadas en el Centro Oráculo. "La respuesta del público ha sido muy buena. Sala llena en casi todas las funciones", resume Loyola.
- Con más de 40 funciones y otras por venir, como ahora en San Pedro, ¿por qué resulta relevante apreciar y ser testigos de este montaje?
- "Silvio" es una historia dramática sin conflicto (post-drama). Nosotros lo llamamos "Teatro de la luz", pues nos interesa llevar al espectador hacia emociones gratas. Ya la vida es bastante compleja como para que el arte siga insistiendo en esa misma cuerda. Necesitamos sanarnos de la violencia de la vida cotidiana, y el rito teatral es un buen camino. Ésta es una historia de altruismo, de sueños, de solidaridad. Eso que tanto nos hace falta en estos tiempos.
-Algo interesante y que es una marca en el grupo es el proceso de investigación que hacen ustedes. ¿Cómo fue acá en la previa para llegar a la obra y sus resultados?
- Como suele ser frecuente en Oráculo, la investigación es colectiva, y toma de tres a cinco meses, aún cuando los temas se vienen madurando, a veces, años. Hacemos investigación sonora, visual, historiográfica, corporal y estética. Luego todo eso se va a la sala de ensayo, donde irá apareciendo la dramaturgia escénica. Por lo mismo el tiempo promedio de montaje es de ocho a doce meses.
- Siempre cruzando textos con muñecos, objetos, música...
- No hacemos Teatro Dramático. Nuestro trabajo escénico es Teatro Físico-Gestual. Allí el texto dramático es un lenguaje entre muchos que dan vida a la escena. La música, la máscara, el cuerpo, el espacio escénico, el diseño, el soporte rítmico, maquillaje, escenografía, muñecos: todos pueden tomar el protagonismo en algún momento de nuestras obras.