Segundo Juzgado Civil llama a subir número de jueces y avanzar en IA
Representantes de la entidad repasan su historia y sostienen que es clave poder implementar tecnologías y automatización para avanzar en procesos.
En 1873, hace poco más de 150 años, Perú y Bolivia firmaron un tratado secreto de alianza defensiva. En aquel año también comenzaron los remates de las tierras de La Araucanía y se inauguró el Parque Cousiño, en la Región Metropolitana, por nombrar algunas efemérides. Hay una local de esa época y que tiene que ver con el Segundo Juzgado Civil de Concepción, que se fundó un 28 de noviembre. La historia de este tribunal penquista hasta hace poco estaba incompleta. Fue recién en 2014 cuando el hoy oficial primero de la institución, Andrés Valdovinos, asumió una tarea investigativa en los documentos del Archivo Nacional para conocer los orígenes de su lugar de trabajo, algo de lo que no todos los juzgados actualmente pueden jactarse producto de los estragos naturales que causa el paso del tiempo. Tres años después de iniciada la tarea, Valdovinos logró dar con la fecha exacta y la historia desconocida que en estos momentos les permiten dar un mayor sentido de pertinencia, así como tener un hito fundacional.
En el marco de este centésimo quincuagésimo aniversario, el juez titular del juzgado, Adolfo Depolo, recuerda que en 1873 se crearon dos tribunales nuevos en Chile: un tribunal de letras para Valparaíso y otro para Concepción. "En un principio tenía una competencia muy extensa, con una dotación mínima de seis personas -hoy son 23-, y luego funcionó hasta 1931, porque se suprimieron algunos tribunales (...) El experimento procesal de separarlos por cuantía no resultó y en 1934 se restableció el mismo tribunal hasta que en 1992 funcionó bajo una competencia común. Fueron saliendo competencias para la creación de tribunales y ese último año pasa a ser netamente civil", relata el magistrado, que resalta el hecho de que su juzgado es uno de los más antiguos del sur de Chile.
Desafíos post 150 años
En promedio, el Segundo Juzgado Civil de Concepción recibe al año unas 10.000 causas. De hecho, a inicios de diciembre ya contabiliza unas 9.100 y sólo 210 se registraron uno de esos lunes. A juicio de Depolo, este número, que crece anualmente, plantea un desafío clave a las autoridades políticas locales, en el sentido de que ante una eventual reforma procesal civil se pueda reconfigurar la dotación de jueces civiles para la ciudad, "porque hoy tenemos un porcentaje de jueces por habitante muy inferior al necesario (...) En la jurisdicción debiésemos ser, al menos, 13 o 15 jueces, y no tenemos que quedar más atrás que otras regiones". Hoy son sólo cinco, y eso sumando a Concepción y Talcahuano.
Otro desafío, dice, se relaciona con la tecnología, que en los últimos años llevó a impulsar una actualización "que es permanente". En esa línea, pone sobre la mesa lo referente al uso de la inteligencia artificial (IA), "porque perfectamente podríamos tener sistemas para cuestiones repetitivas y mecánicas, de automatización, que podrían acelerar los procedimientos y dar una respuesta jurisdiccional oportuna".
Hay otros temas que apuntan a quién practica las notificaciones. El magistrado explica que en el sistema civil se practica por el receptor judicial, un auxiliar de la administración de Justicia remunerado por las partes. En los tribunales reformados, sin embargo, existen centros de notificaciones que no dependen de las partes, sino que del Poder Judicial, "lo que hace que el tiempo del proceso no lo maneja la parte, lo maneja el tribunal, un tema que también puede acelerar los trámites".
Causas destacables y personajes
En la historia centenaria de este juzgado son varios los profesionales que se destacan, algunos de ellos trabajando aún en el Poder Judicial, aunque otros están jubilados. Dentro de los nombres asoman el de Claudio Gutiérrez y Camilo Álvarez, exjueces del juzgado y hoy ministros de la Corte de Apelaciones de Concepción, o el de Guillermo Silva, juez entre los años 1980 y 1990 y posterior presidente de la Corte Suprema entre 2020 y 2022.
Como ellos, el organismo también ha sabido de causas que pasan a ser emblemáticas para una zona como esta. Allí están, por ejemplo, causas en donde se tuvo que aplicar la pena de muerte por delitos de conmoción pública, pero también otras como la del mercado central, que aún sigue vigente debido a que el cumplimiento de una conciliación ante la Corte Suprema no se ha podido efectuar; la de los militares que fallecieron en el puente Quelén Quelén; la de Manuel Rebolledo, atropellado por un vehículo de la Armada en medio del estallido social; la de los soldados que marcharon en Antuco; la explosión del Sanatorio Alemán; la de Sergio Mardoff; y otras asociadas a propietarios de predios de la Macrozona Sur que han sido víctimas de tomas o ataques incendiarios.
"En este tribunal igualmente se han conocido causas que no tienen tanta conmoción pública, pero son relevantes para el restablecimiento del estado de derecho y para lograr la indemnización correcta a las personas. Ahí, por ejemplo, hay causas de negligencias médicas, por montón (...) En definitiva, la gran mayoría son los arrendamientos para las personas que necesitan recuperar su casa, o los juicios ejecutivos que permiten el comercio y el crédito", afirma el magistrado.
1992 Ese año el tribunal comenzó a funcionar como Segundo Juzgado Civil de Concepción.