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Resultado de investigación de las universidades de Tufts y Harvard

Anthrobots, los diminutos robots biológicos a partir de células humanas que ayudan a reparar neuronas

El descubrimiento es un punto de partida para la utilización de nuevas herramientas terapéuticas para la regeneración, la curación y el tratamiento de enfermedades.
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cronica@diarioelsur.cl

Las células de la tráquea de adultos sanos sirvieron para crear un diminutos robots biológicos, bautizados como "anthrobots", que en una placa de laboratorio pueden moverse y estimular el crecimiento de neuronas en cultivo que están dañadas.

La creación de estos robots, que varían en tamaño desde el ancho de un pelo hasta la punta de un lápiz afilado y fueron hechos para autoensamblarse, es resultado de una investigación de las universidades de Tufts y Harvard (EE.UU.) que dan los detalles en un estudio que publica Advances in Science.

El descubrimiento es un punto de partida para la visión de los investigadores de utilizar biobots derivados de pacientes como nuevas herramientas terapéuticas para la regeneración, la curación y el tratamiento de enfermedades, destacó la Universidad de Tufts.

Esta investigación sucede a otra publicada en 2020, en la que un equipo logró construir milimétricos robots ensamblados a partir de células embrionarias de ranas, llamados "xenobots" y capaces de recolectar material, registrar información, curarse a sí mismos e incluso replicarse durante algunos ciclos por sí solos.

Los investigadores no sabían si esas capacidades dependían de que derivaran de un embrión de anfibio o si los biobots podrían construirse a partir de células de otras especies.

Ahora, el equipo descubrió que este tipo de robots biológicos pueden crearse a partir de células adultas humanas sin ninguna modificación genética y que muestran capacidades más allá de lo observado con los "xenobots".

Para su estudio, emplearon células humanas de la tráquea a las que dieron la oportunidad de reiniciarse y encontrar formas de crear nuevas estructuras y tareas.

De hecho, crearon nuevas formas multicelulares y podían moverse de diferentes maneras sobre una superficie de neuronas humanas cultivadas en una placa de laboratorio, así como estimular un nuevo crecimiento para llenar los huecos causados al raspar la capa de células.

Cicatrización

Los "anthrobots" fomentan el crecimiento de las neuronas, pues estas crecían bajo la zona cubierta por un conjunto agrupado de estos robots biológicos, al que llamaron "superbot", y no lo hicieron en las zona donde no estaban.

Al menos en el simplificado mundo 2D de la placa de laboratorio, los conjuntos de "anthrobots" fomentaron la cicatrización eficaz del tejido neuronal vivo, agrega la universidad en un comunicado.

Aunque los investigadores aún no saben exactamente cómo lo logran, ahora están analizando cómo funciona ese mecanismo de curación y se preguntán qué más pueden hacer estas construcciones, dijo Michael Levin, firmante del artículo, de la Universidad de Tufts.

Para Levin es "fascinante y completamente inesperado que las células traqueales de pacientes normales, sin modificar su ADN, puedan moverse por sí solas y estimular el crecimiento neuronal a través de una región dañada".

Una ventaja de utilizar células humanas incluye la capacidad de construir robots a partir de las propias del paciente para realizar trabajos terapéuticos sin el riesgo de desencadenar una respuesta inmune o requerir inmunosupresores.

Estos robots biológicos solo duran de 45 a 60 días antes de descomponerse de forma natural, por lo que el cuerpo puede reabsorberlos fácilmente una vez acabado su trabajo. Fuera del cuerpo, solo pueden sobrevivir en condiciones de laboratorio muy específicas, por lo que no hay riesgo de exposición o propagación involuntaria.

Además, no se reproducen y no tienen ediciones, adiciones o eliminaciones genéticas, por lo que no hay riesgo de que evolucionen más allá de las salvaguardas existentes.

Para crear uno de estos "anthrobots" se comienza con una célula derivada de un donante adulto procedente de la superficie de la tráquea. Estas células están cubiertas por proyecciones parecidas a pelos llamadas cilios que se mueven hacia adelante y hacia atrás.

Los investigadores desarrollaron condiciones de crecimiento que animaban a los cilios a mirar hacia fuera en los organoides y a los pocos días empezaron a moverse, impulsados por los cilios que actuaban como remos.

Los "anthrobots" se autoensamblan en la placa de laboratorio y, a diferencia de los "xenobots", no necesitan pinzas ni bisturís para darles forma, explicó Gizem Gumuskaya, también firmante.

El equipo considera que un mayor desarrollo de los robots podría dar lugar a otras aplicaciones, como la eliminación de la placa acumulada en las arterias de pacientes con aterosclerosis, la reparación de daños en la médula espinal o los nervios de la retina, el reconocimiento de bacterias o células cancerosas, o el suministro de fármacos a tejidos específicos.

Nueva Zelanda también prohibirá los celulares en los colegios para mejorar el rendimiento de los estudiantes

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El nuevo primer ministro de Nueva Zelanda, el conservador Christopher Luxon, anunció ayer que prohibirá el uso de teléfonos celulares en las escuelas para mejorar el rendimiento de los estudiantes, en el marco de las medidas que pretende implementar en sus primeros cien días de gobierno.

"Queremos que nuestros hijos aprendan, queremos que nuestros profesores enseñen y que se quiten los teléfonos para que (los estudiantes) los dejen antes de empezar y los recojan cuando terminen", dijo Luxon en Auckland, según Radio New Zealand.

La anunciada prohibición de celulares en las escuelas, una medida que se aplica parcial o totalmente en países como Australia, Canadá, China, Francia, Reino Unido y varios países asiáticos, pretende ayudar a los niños y jóvenes a centrarse en sus estudios.

Al justificar el anuncio, la ministra de Educación, Erica Stanford, explicó, junto a Luxon, que los indicadores actuales revelan que más de la mitad de los jóvenes de 15 años no cumplen con los estándares básicos de alfabetización y aritmética en Nueva Zelanda.

Este problema les impediría en el futuro "seguir desarrollándose y vivir la vida que aspiran", dijo Stanford.

Si bien la prohibición de los teléfonos celulares en las escuelas es una de las recomendaciones plasmadas en un informe de la ONU publicado en julio pasado como forma de mejorar el rendimiento de los estudiantes y mitigar el impacto del ciberacoso, la medida no es consenso entre los expertos.

Un estudio científico de las universidades suecas de Estocolmo y Södertörn publicado en 2020 indica que los progresos son mínimos, mientras que parte de los educadores sostiene que el uso de estos dispositivos puede ser útil cuando utilizado algunas veces en clase.

Además de prohibir los teléfonos celulares, el gobierno de Luxon pretende reformar el currículum escolar, que incluye cambios en las asignaturas de inglés y matemáticas, imponer la enseñanza de una hora diaria de lectura, y sendas de escritura y matemáticas en las escuelas primarias y secundaria a partir del año que viene.

Nueva Zelanda está en el puesto once, doce y veintisiete en lo que se refiere, respectivamente, a lectura, ciencias y matemáticas del ránking mundial de la Evaluación Internacional de los Estudiantes o Informe PISA de 2018 que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Luxon, cuyo Partido Nacional formó alianza con el partido de la derecha liberal ACT y el nacionalista New Zealand First para poder gobernar, afronta además el reto de implementar algunos acuerdos polémicos con uno de sus aliados referidos a las directrices sobre género y sexualidad.

El profesor emérito y uno de los fundadores del EULA, Óscar Parra

Embajada italiana reconoce a profesor UdeC por su compromiso ambiental

El homenaje realizado la semana pasada estuvo acompañado por el recuerdo que lo llevó a iniciar las gestiones que, finalmente, dieron origen al centro. Ahí estuvo al mando por 20 años.
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El profesor emérito de la Universidad de Concepción y uno de los fundadores del Centro EULA Chile, Óscar Parra, fue homenajeado por la Embajada de Italia este 28 de noviembre por su aporte al ámbito ambiental en Chile, su profundo conocimiento sobre las algas de aguas continentales y su participación en una serie de cargos de responsabilidad institucional, principalmente en la creación y liderazgo del EULA.

Previo a su reconocimiento, el profesor recuerda que fue tras leer una noticia de EL SUR, en 1987, que se puso en movimiento. La noticia daba cuenta de la llegada de la hidroeléctrica Endesa a Alto Biobío. Así, tras un sinfín de reuniones con diversas autoridades, tanto universitarias como políticas, para exigir a la empresa estudios, una delegación del gobierno italiano -de gira por Latinoamérica-, arribó a Concepción.

"El gobierno italiano, con varias universidades, tenía un interés en desarrollar un proyecto de investigación y colaboración universitaria entre las universidades italianas y algún país latinoamericano. Yo era en ese entonces un representante de Naciones Unidas y esta delegación me dice que van a venir a la ciudad a visitar la universidad, a conversar conmigo, y les indico sobre la idea de desarrollar un proyecto de investigación de carácter multidisciplinario que estudie la cuenca del Biobío. La Comunidad Europea tenía experiencia en este tipo de proyectos, como con la cuenca del Mediterráneo, y así comienza a desarrollarse el proyecto EULA", señala Parra.

Punto de referencia

Para el decano de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UdeC, Roberto Urrutia, la labor de Parra, quien fue director del EULA por 20 años, representa un punto de referencia. "Es el referente en cuanto al desarrollo profesional de la línea de investigación que después yo seguí. Fue mi director de tesis de doctorado y después continué trabajando en una de las líneas de investigación que él había desarrollado en la universidad, que era el estudio de los ecosistemas lacustres", cuenta.

En tanto, Ricardo Barra, actual director del centro, plantea que en el trabajo del profesor homenajeado "hay un tremendo mérito en lo que fue desarrollar las bases para que el EULA sea lo que hoy es. Una tremenda visión. Me atrevería a decir que el proyecto EULA fue y debe ser uno de los proyectos de la cooperación italiana más exitoso a nivel mundial y eso es gracias al tesón de Oscar Parra".

20 años mantuvo el cargo de director del EULA el profesor emérito Óscar Parra. Fue reconocido este 28 de noviembre.