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Disponible en la Casa del Arte

Exposición pone en valor la rica obra de Julio Escámez

La muestra reúne algunas de sus obras, además de bocetos y un video con la historia del mural "Principio y fin" en Chillán, el cual fue borrado en dictadura.
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Por Nicolás Martínez Ramírez

En una de sus últimas conversaciones con la prensa antes de fallecer en Costa Rica, en 2015, Julio Escámez aseguró que "no puedo concebir mi labor artística ajena a la realidad social".

Y eso es, en parte, lo que puede observarse en "Vendaval", una exposición que rescata parte del legado del destacado pintor nacido en Antihuala, pueblo cercano a Los Álamos.

"Su obra, entre otros aspectos es, por una parte, una representación crítica del status quo cuyas políticas obturaban el desarrollo de vastos sectores subalternizados de la sociedad. Y, por otra, una esperanza en las posibilidades de transformación que hacia inicio de la década de 1970 se creó", señaló el curador de la Pinacoteca UdeC, Samuel Quiroga.

La exposición está compuesta por 11 obras, las que incluyen óleos sobre papel entelado, acrílicos sobre tela, xilografías sobre papel, dibujos sobre tela, óleos sobre tela, óleos sobre papel y dibujos sobre papel. Además, también se puede observar un cuaderno de bocetos y dos documentales.

Uno de estos últimos cuenta la historia del mural "Principio y fin", inaugurado por Salvador Allende en 1972 y borrado luego por la dictadura militar.

"Vendaval" está disponible hasta el 17 de diciembre, en la Sala Julio Escámez de la Casa del Arte UdeC, de martes a viernes, de 10 a 17:45 horas; los sábados, de 10 a 16:45 horas; y los domingos, de 10 a 13:45 horas.

Raúl Zurita y el Premio Nobel

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Coordinador Ediciones Ufro

Ya sabemos que el premio lo obtuvo Jon Fosse este 2023, pero entre los candidatos sonó el nombre de un poeta chileno: Raúl Zurita. Un diario español lo sitúo entre los cinco protagonistas principales, lo mismo pasó en Francia, New York, México, Suiza, en fin, por todas partes lo daban como posible. Esto muestra que no es un ejercicio chovinista escribir sobre este asunto y de la relevancia del autor. Ya en su primer libro, Purgatorio (1979), encendió las alarmas y se empezó a hablar de un nuevo gran poeta chileno, pues en eso sí que somos campeones, la calidad de nuestra poesía es absoluta, sabemos bien que significa ser un poeta mayor. El libro sorprende por la calidad de los textos, pero además por incluir dibujos, figuras geométricas e incluso sus electroencefalogramas de la época que sufrió una crisis mental severa. Dicha inclusión inscribe al texto dentro de la vanguardia de la naciente posmodernidad. Un escritor de frontera. No tuvo que pasar mucho tiempo, 1982, para que pareciera su segundo libro, Anteparaíso, que viene confirmar los buenos augurios, Zurita se confirmó como gran poeta. Lectores y críticos se rindieron ante la obra. Ignacio Valente, en El Mercurio, sostuvo que la voz del autor es similar a la de los profetas bíblicos. Y sí que hay una relación entre ambas escrituras, leamos estos versos: "Anda y mátame a tu hijo" …/ recuerda quién soy, así que después no te quejes" Conforme -me escuché contestarle- ¿Y dónde quieres que cometa ese asesinato? / Entonces, como si fuera el aullido del viento quien hablase, Él dijo:/ "Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile", precioso, conmovedor, pues cuando dice "como si fuese el aullido del viento quien hablase" el lector pareciera sentir esa potencia. Más adelante toca otras cumbres: "Oye Zurita -me dijo- toma a tu mujer y a tu hijo y te largas de inmediato" / No macanees -le repuse- déjame dormir en paz, soñaba con unas montañas que marchan/ .... "Sigue la carretera y no discutas. "Muy pronto sabrás la verdad"/ Está bien -le repliqué casi llorando- ¿Y dónde podrá ella alumbrar tranquila? Entonces, como si fuera la misma Cruz la que se iluminase, Él contestó: "Lejos, en esas perdidas cordilleras de Chile". Belleza absoluta. Ahora lo extraordinario es que el autor es ateo, de ahí que más que una cita piadosa, los versos interpelan el libro sagrado y esto es lo importante, no temen a la grandeza ya que dialogan con uno de los pilares de occidente, de la cultura en la que estamos inmersos. Luego vendrán otros libros excelentes, pero para nosotros, Anteparaíso sigue siendo ineludible, especialmente por la voz profética que lo anima. Voz que en estos tiempos temibles se torna crucial, pues nos habla de lo que hemos perdido gracias al progreso desatado, la espiritualidad, la conexión con los otros y con el mundo. Y esta denuncia queda muy clara en unas fotografías que se encuentran en el texto. Ellas muestran una serie de frases escritas en el cielo de Nueva York mediante el humo de cinco aviones. Su longitud fue de 9 kilómetros de largo por 1,5 metros de altura ... ¿Qué dicen? Veamos algunas: "Mi Dios es Hambre… Mi Dios es Nieve… Mi Dios es Pampa… Mi Dios es Cáncer... Mi Dios es Ghetto… Mi Dios es Dolor… Mi Dios es mi Amor de Dios". Magnífico, además releva el sentimiento más importante y que ha sido silenciado por la furia del cemento y del cristal, como anotamos. No es raro, entonces, que cuando se habla de Zurita, también se hable del mayor premio que otorga la humanidad.


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