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Llamó a contener avance del sector con más y mejor política

Bachelet: las deudas de la democracia son "un manjar para la extrema derecha"

Exmandataria participa en reunión del Club de Madrid.
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Por Redacción

La expresidenta Michelle Bachelet afirmó que las deudas pendientes de las democracias latinoamericanas son "un manjar para la extrema derecha", que solo será contenida con más y mejor política.

Bachelet, en Brasilia para asistir a una reunión del Club de Madrid que congrega a un centenar de exmandatarios del mundo, dijo a Efe estar "muy preocupada" con la "irrupción de la extrema derecha" tanto en Latinoamérica como en el mundo, pues considera que se trata de un problema y una amenaza global.

"Lo vemos en Europa o en África", indicó la también exdirectora de ONU Mujeres y ex altoa comisionada de las ONU para los Derechos Humanos, quien atribuyó esa nueva realidad política a que "la democracia en el mundo está debilitada", al igual que "el sistema multilateral".

En el caso de América Latina, similar al de otras regiones, dijo que "la democracia no está respondiendo a las necesidades de la gente" y apuntó que, cuando un sistema no es "eficiente", muchos se preguntan "por qué estar de acuerdo" con ese modelo.

"soluciones" que no son

Eso ha dado lugar "al surgimiento de estos grupos, que toman las emociones de la gente que tienen más que ver con sus inseguridades y sus miedos y hablan con un mensaje sencillo que parece proponer unas soluciones que en realidad nunca son soluciones", afirmó.

Entre algunos países, citó lo que ocurrió en los últimos años en nuestro país, en Brasil, en Centroamérica y ahora en Argentina, con el movimiento que lidera Javier Milei, quien disputará el domingo la segunda vuelta frente al peronista Sergio Massa.

Se trata, según Bachelet, de líderes que "tal vez no se definen a sí mismos como de extrema derecha, pero que restringen libertades, deterioran las instituciones democráticas, toman medidas de seguridad que parecen espectaculares pero que muchas veces violan los derechos humanos" o incluso "el debido proceso" judicial.

En su opinión, en Latinoamérica "esta tendencia está muy vinculada a dos componentes principales": la seguridad ciudadana, relacionada a la delincuencia, el narcotráfico y otras formas del crimen organizado, y la seguridad social y económica.

"Nos ha tocado vivir con el covid y sus efectos no solo en el área de salud, sino sociales y económicos, fueron muy importantes", pues "las tasas de desempleo siguen altas y las de crecimiento siguen bajas", indicó.

Apuntó que, como consecuencia de "la guerra en Ucrania, el costo de vida no para de subir, así como los precios de los alimentos o los combustibles", en un escenario en el que "los salarios no aumentan a la misma velocidad".

Ese panorama "es un manjar para la extrema derecha", manifestó la expresidenta, quien consideró que mientras los Gobiernos democráticos "tratan de hacer las cosas bien" frente a esa "enorme multiplicidad de problemas", la "ultraderecha recoge el sentimiento de rabia y frustración" instalado en la ciudadanía.

Otro elemento en esa disyuntiva política, según Bachelet, es que la derecha "democrática" también se ha endurecido, "arrastrada" por un discurso ultra que encuentra acogida en sectores de la población.

Falta de conexión

También identificó una cierta desconexión entre los Gobiernos democráticos y los jóvenes de América Latina, que en su mayoría no habían siquiera nacido cuando comenzaron a derrumbarse los regímenes militares surgidos en la década de 1970.

"Es un señal de alerta para los demócratas", pues "una de las cosas que vemos es que los jóvenes, que son fuente de cambio y de transformación", forman muchos veces las bases de esos movimientos autoritarios.

"Tenemos que ver cómo aseguramos que los jóvenes de la región se apropien de los valores democráticos, entiendan que la democracia no es perfecta pero que es el único sistema mejor y tiene mecanismos para corregir sus propias fallas", por lo que "siempre es posible mejorarla", señaló.

Bachelet también subrayó el papel que les cabe los partidos políticos para poner freno al autoritarismo. "La democracia representativa no está siendo suficiente" y se deben abrir nuevos canales para una "democracia más participativa", pues muchos sienten que los partidos "se han alejado, son elitistas, no hablan el mismo idioma y no están preocupados con los problemas de la gente", afirmó.

Desde Tel Aviv a jersusalén

Familiares de víctimas de secuestrados por Hamás comienzan marcha

Esperan llegar el sábado a la residencia del primer ministro y acampar.
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Familiares de los israelíes secuestrados y capturados por el grupo islamista Hamás en el ataque terrorista masivo del pasado 7 de octubre comenzaron ayer en Tel Aviv una marcha de protesta para pedir su liberación que prevé llegar el próximo domingo a la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu, en Jerusalén.

En esa ciudad, ubicada a unos 70 kilómetros de Tel Aviv, tienen previsto concentrarse frente a la oficina de Benjamín Netanyahu la tarde del sábado y acampar frente al Parlamento hasta su apertura el lunes.

"Han pasado 39 días agonizantes desde el desastre. Hoy, las familias emprendieron una marcha desde Tel Aviv a Jerusalén, que finalizará en la oficina del primer ministro", aseguraron los organizadores de la marcha que arrancó al grito de: "Ahora, ahora, ahora a casa, ahora".

Durante los cinco días de marcha, habrá paradas en varias localidades como Be'er Yaakov, Beit Hashmonai, la intersección de Latrún y Kiryat Anavim, donde organizarán una comida con motivo del descanso del shabat.

Los participantes llevaban carteles de secuestrados y muertos en el ataque de Hamás, como el sobrino de Adina Moshe, que se encuentra secuestrada en Gaza, y su marido David Saeed Moshe, fallecido.

"Queremos respuestas, no queremos sentir la oscuridad más. No tengo ninguna información, no tengo ni idea de lo que le está pasando a mi tía ni al resto de las familias ahora. Solo quiero que se acabe esta oscuridad. Quiero a mi familia de vuelta", dijo Adina a Efe.

Otras personas llevaban carteles en los que exigían "un acuerdo para liberar a los secuestrados ya".

El Comité Internacional de la Cruz Roja mencionó desde Ginebra que están en contacto con Hamás y otros actores para intentar que se respeten los derechos de los rehenes.