Trabajadores del Patrimonio entran ya en su tercera semana de paralización
Desde Arica a Puerto Williams, pasando incluso por Rapa Nui, la asociación demanda aumentos en el presupuesto 2024 para mejorar sus condiciones laborales.
En mayo pasado, diversos gremios de trabajadores del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap) iniciaron una larga movilización con diversas exigencias.
Si bien apoyaron, los únicos que no se plegaron 100% a las acciones fueron los trabajadores del patrimonio. Y es que la cercanía del Día de los Patrimonios hacía casi imposible una paralización.
Sin embargo, desde el 26 de octubre la Asociación Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Anfupatrimonio) y la Asociación Nacional de Trabajadores del Patrimonio (Anatrap) se encuentran en medio de una paralización total a nivel nacional.
Esta última, abarcando desde Arica a Puerto Williams, pasando incluso por la isla de Rapa Nui.
De acuerdo al dirigente regional de Anatrap, Pablo Torres, "nosotros somos una institución histórica, naciendo incluso antes que Chile, la antigua Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, ex Dibam, hoy convertida en el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural. Consideremos que la Biblioteca Nacional nació en 1813, antes de la independencia".
"Nadie se siente identificado por este servicio. Desde que llegó el gobierno, donde había una promesa de campaña del 1% en Cultura, se sembraron muchas expectativas en los trabajadores y cuando demandamos esos recursos, nunca estuvieron", señaló el tesorero regional de la entidad.
Y es que, según demandan ambas entidades a través de una carta conjunta, "la implementación del Serpat no ha solucionado la grave crisis que atraviesa el sector patrimonial, manteniendo las brechas salariales, la falta de dotación e infraestructura de unidades a lo largo de todo el territorio nacional".
Demandas
Considerando lo anterior, los gremios de trabajadores del Patrimonio vienen alegando desde 2018, cuando se creó formalmente el Ministerio, la falta de presupuesto para funcionarios.
Y es que hoy el conflicto está en el desconocimiento -según manifiestan- por parte de la Dirección de Presupuesto (Dipres) de un acuerdo firmado el año pasado por la ex ministra Julieta Brodsky y ratificado por el también ex ministro Jaime de Aguirre.
Dicho acuerdo prometía mejoras salariales y en presupuesto directamente para los trabajadores de las unidades regionales del Serpat, independiente de las propias direcciones regionales. Estos últimos, los más postergados en el proceso de implementación de la nueva institucionalidad patrimonial que sucedió a la extinta Dibam.
Cabe destacar que, a lo largo del actual gobierno -pasando por Brodsky, de Aguirre y Carolina Arredondo como cabezas del Ministerio- ya han ocurrido tres paralizaciones dentro del Mincap.
"Si han existido recursos en las direcciones regionales y sus trabajadores, pero no para los funcionarios de las unidades. Siguen en la misma pobreza de siempre", puntualizó Torres.
Solo como una forma de ejemplificar, desde Anatrap señalaron que solo el Museo de Historia Natural de Concepción, el cual celebró 121 años en septiembre pasado, funciona con un 30% de presupuesto menos con respecto a 2022.
En esa misma línea, el año pasado se aumentó casi un 4% el presupuesto del Serpat, sin embargo, todo venía recortado menos un apartado que decía relación con la edificación de nuevas construcciones.
De acuerdo al dirigente regional, "estos dineros vuelven casi íntegramente al estado porque no pueden ejecutarse, si pudiéramos hacerlo, sería un suicido. Si abriéramos museos, archivos y bibliotecas nuevas, porque tenemos dinero para comprar ladrillos, cemento y contratar constructoras, no tenemos archiveros, ni bibliotecarios, antropólogos. No hay funcionarios".
"Lo más triste es que tenemos acuerdos firmados sobre la mesa con las autoridades políticas, la directora nacional del servicio, la subsecretaria, la ministra, pero no se cumplen porque no hay dineros para cumplirlos. Hacienda nos cierra la llave y nos deja en la pobreza nuevamente. Es un servicio que no resiste más", acotó.