Desempleo y despidos
Las últimas cifras del mercado laboral muestran un creciente desgaste producido por el debilitamiento de la economía, mientras expertos en el tema creen que se seguirá profundizando, y aumentan las voces que piden mayores apoyos estatales para ayudar a las familias a hacer frente a esta coyuntura.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE), ha indicado que la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil julio-septiembre de 2023 se ubicó en 8,9%, lo que significó un aumento de 0,9 puntos porcentuales en doce meses. Las personas desocupadas aumentaron 14,2%, incididas por quienes se encontraban cesantes (14,5%) y aquellas que buscan trabajo por primera vez (10,5%). En medio de este deterioro, el golpe fuerte lo están sufriendo los trabajadores con contrato, impulsando con ello la tasa de informalidad laboral, que llega al 26,7%.
El incremento de los despidos por necesidades de la empresa ha ido de la mano con el debilitamiento de la actividad económica, lo que indica que se están produciendo menos bienes y servicios. Asimismo, el Índice de Avisos Laborales en Internet, que forma parte de las estadísticas experimentales del Banco Central, cayó 44,1% en marzo, respecto al mismo mes del año pasado, acumulando la décima reducción anual del indicador. En cambio, ha subido el empleo público, lo que contribuye a atenuar las caídas en el sector privado.
El empleo de calidad es uno de los indicadores que se utiliza para definir el desarrollo de una economía y el bienestar social de su población. No obstante, en el último tiempo crece la lista de empresas emblemáticas que han debido reestructurarse o quebrar, debido al frenazo de la economía, que trae mayores costos de endeudamiento y restricciones de liquidez para poder operar. Entre ellas se encuentran marcas emblemáticas como Rhein, Argos, Bravissimo, Pollo Stop, Pedro Juan y Diego, además de aquellas quiebras de constructoras que han dejado paralizadas importantes obras, como el caso de Claro, Vicuña, Valenzuela. Algunas, en especial aquellas que tienen directa relación con la venta de productos a los consumidores, señalan que también influyeron los saqueos durante el estallido social y los tres años de restricción por la emergencia sanitaria del covid. Otras, si bien aún no se han acogido a la legislación, se encuentran en graves problemas económicos, como la siderúrgica Huachipato, las cementeras Polpaico y Melón, que han cerrado algunas plantas, y la forestal Arauco.
En el caso de la planta siderúrgica local, se ha visto fuertemente afectada por el ingreso del acero chino a precios tan bajos que no se puede competir a la industria nacional. Desde 2009 a la fecha las pérdidas fueron de más de 1.000 millones de dólares, de los cuales 278 millones se registraron en el primer semestre de este año. Ha acusado ante la Comisión Antidistorsiones competencia desleal en el mercado de barras y de bolas de acero para molienda por parte de exportadores chinos. Incluso los ejecutivos de la empresa siderúrgica han hablado de una posibilidad de cierre de la compañía, situación que ha alertado a las autoridades, por el fuerte impacto que tendría una medida así, ya que no sólo implicaría el desempleo de los trabajadores directos de la planta sino de unos 20 mil que prestan servicios en medianas y pequeñas empresas que se abastecen del acero local.
Firmas como Savory, Pedro, Juan y Diego y Alimentos Pacífico han recurrido a la reorganización judicial para que los acreedores acepten su propuesta de pago de las cuantiosas deudas, última opción para evitar la quiebra. La ley ofrece dos opciones a las empresas insolventes: La primera es -con la autorización de los acreedores- reorganizar la deuda y fijar plazos y cuotas para pagarla, y la segunda, en caso de que la reorganización no sea aceptada, es la liquidación o quiebra, pero generando mayor desempleo.
El empleo de calidad es uno de los indicadores para definir el desarrollo de una economía. No obstante, crece la lista de empresas emblemáticas que han debido reestructurarse o quebrar.