"Pienso que hice lo posible por generar un ambiente de mayor justicia, sobre todo en el trabajo"
Autoridades locales destacaron el rol social asumido por Chomalí durante los últimos 12 años en el Arzobispado penquista. Destacan iniciativas para la inclusión de personas con síndrome de Down, situación de calle, entre otros.
"Me da una pena enorme dejar Concepción, una tristeza inmensa. Han sido 12 años muy intensos en los que hemos hecho muchas cosas, nos hemos preocupado de los más pobres, hemos evangelizado, realmente han sido 12 años hermosos, pero yo tengo un voto de obediencia que tengo que cumplir y por lo tanto lo mismo que hago acá lo voy a hacer en Santiago".
Con estas palabras y frente a la Catedral penquista, el ahora ex Arzobispo de Concepción Fernando Chomalí se refirió a su nombramiento para dirigir el Arzobispado de Santiago, esto luego de que el Papa Francisco haya aceptado la renuncia del cardenal Celestino Aós a la arquidiócesis capitalina, lo que fue confirmado en un comunicado público de la Nunciatura Apostólica en Chile. De esta forma, indicó que su última participación como arzobispo en la zona será para la peregrinación a Yumbel el 1 de noviembre en el marco del día de Todos los Santos; el 9 de noviembre realizará su misa de despedida.
Chomalí explicó que hace unos días había sido avisado de este nombramiento de forma confidencial, hasta que la mañana de ayer se dio conocimiento público. En este sentido destaca en la agenda del arzobispo que hace poco más de 10 días sostuvo una reunión protocolar que se extendió por 40 minutos con el Papa Francisco en su despacho del Vaticano, aprovechando la instancia para entregarle una copia del documental "Miércoles 15:30, memorias de una ausencia", en homenaje a los familiares de detenidos desaparecidos del Biobío.
Experiencia local
Consultado sobre proyectos pendientes en la zona, Chomalí dijo que "pienso que hice lo posible por generar un ambiente de mayor justicia, sobre todo en el plano del trabajo y creo que estamos muy al debe en eso. Hay personas que tienen salario que no les alcanza para vivir, los migrantes están en una situación muy desmejorada, sin papeles, todo eso para mí ha sido un dolor inmenso".
Aseguró que aunque ya no es un joven, asume esta nueva responsabilidad con energía llevando a Santiago las experiencias vividas en Concepción. "Me llevo la experiencia de una Iglesia muy trabajadora, no quiero ser autorreferente , pero me siento orgulloso de Concepción (...) Me llevo una alegría inmensa, he recorrido parroquias, he confirmado a mucha gente, hemos hecho obras sociales hermosas, dimos de comer a la gente de situación de calle. Me voy contento, agradecido y con muchas emociones".
Como parte de este proceso, indicó que tras el anuncio escribió una carta a la arquidiócesis de Concepción y de Santiago, sobre la cual planteó que "espero que las personas me juzguen por lo que voy a hacer, y también lo dije en la carta que envié, que si algo no lo hice bien, si ofendí a alguien yo pido perdón por eso 100 veces y creo que esa es la actitud que corresponde y que tenemos que asumir todos".
Rol social
Como líder de la arquidiócesis de Concepción, Chomalí desarrolló un amplio trabajo en el área social, pero también ligado como mediador en temas contingentes e incluso políticos que se han registrado en la zona durante los últimos 12 años.
En el trabajo con la comunidad destaca su trabajo para impulsar distintas iniciativas, tales como lo son Cafetería 440, Lavandería 21, Invernadero Simón de Cirene, los cuales apuntan a la inclusión de personas con síndrome de Down a través del trabajo.
Así también destacan otros proyectos como el Albergue Móvil para atender a personas en situación de calle dando alojo nocturno, servicios básicos y contención; también la Casa de Acogida a familiares de pacientes de otras comunas hospitalizados en el Hospital Regional que reabrió sus puertas tras la pandemia; y el centro de emprendimiento e innovación SocialB que se mantuvo vigente durante 5 años trabajando desde la región para aportar a la sustentabilidad en Latinoamérica.
Consultado sobre qué pasará con estas iniciativas tras su partida, Chomalí aseguró que "van a seguir igual, porque todo eso está en manos de laicos comprometidos, yo les prometí a ellos que eso va a seguir y tengo confianza en que son estructuras bien maduras. La verdad es que son proyectos que requieren mucho tiempo, pero los jóvenes Down se lo merecen".
Respuesta única
Maite Otondo, presidenta de la Fundación Lavandería 21 que cumplió 10 años de trabajo, explicó que monseñor Chomalí apoyó este proyecto abordando una deuda con la inclusión laboral que aún persiste, destacando el apoyo, la atención y la capacidad de trabajo que el arzobispo local prestaba a esta labor.
"Todas las fundaciones tenemos ya varios años, tenemos experiencia y de alguna manera autoridad para hablar de este tema, pero don Fernando se equivoca en una cosa, porque para nosotros él es muy necesario, lo vamos a echar mucho de menos. Sabemos que quien llegue tendrá en consideración el trabajo que se ha estado haciendo, así que le deseamos que le vaya muy bien y sabemos que le irá muy bien", agregó.