Cualidades de las mujeres aportan diversas fortalezas al mercado laboral
La tasa de desempleo es mayor en la población femenina que, además, tiene un salario promedio inferior al de los hombres.
La tasa de desempleo en la población femenina llegó al 9,7% en el segundo trimestre móvil (abril-junio) de 2023 en la Región del Biobío. Un porcentaje incluso superior a la cifra nacional que alcanzó a un 8,9%. En esta compleja realidad influye el bajo crecimiento en el país, pero también factores culturales como la dispar distribución de las tareas domésticas que impide a muchas mujeres insertarse en el mercado laboral.
Daniela Catalán Ramírez, académica de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, sostiene que se ha observado un incremento en la tasa de desempleo en los últimos años, pero que esta es mayor en la población femenina.
Factores sociales y culturales tienen un impacto significativo en esa realidad. "Aún no hemos alcanzado una evolución cultural que promueva de manera equitativa la responsabilidad de los hombres en el cuidado de los hijos y las labores domésticas. Esta disparidad en las responsabilidades ha obstaculizado el retorno de las mujeres al mercado laboral y su capacidad para recuperar la posición que perdieron a raíz de los efectos de la pandemia".
Plantea que, de esta manera, las estructuras tradicionales de género y las expectativas culturales pueden limitar las opciones de las mujeres de participar en el mercado laboral. "La persistencia de la idea de que las tareas domésticas y el cuidado de los hijos son principalmente responsabilidad de las mujeres puede dificultar su plena incorporación y avance en el ámbito laboral", manifiesta.
EMPLEO INFORMAL
En esa misma línea, la necesidad de compatibilizar empleo remunerado con las labores domésticas ha empujado a muchas mujeres a trabajar en el sector informal. Asimismo, y tal como se refleja en el último informe del INE, las actividades de servicio son una fuente importante de empleo, donde se observa una proporción significativa de mujeres ocupadas. "Además, es relevante destacar que los hogares siguen siendo significativos en términos de empleo para las mujeres, actuando como empleadores".
Aparte de la mayor tasa de desempleo entre las mujeres, en Chile también observamos disparidad salarial. Daniela Catalán puntualiza que el salario mediano de las mujeres es un 14% inferior al de los hombres.
"Al examinar la brecha salarial por sector económico, se observa que durante el período de 2012 a 2021, las discrepancias más notables se encuentran en el sector del comercio, con una brecha del 38%", indica la docente de Ingeniería Comercial.
En tanto, en los sectores de servicios empresariales y actividades financieras, las diferencias son también significativas, con brechas del 24% y del 19% respectivamente. "Sin embargo, existen sectores donde el salario promedio de las mujeres se acerca al de los hombres, aunque no llega a igualarlo. Destacan entre ellos la minería, el transporte y las comunicaciones, así como las actividades inmobiliarias".
La profesional enfatiza que es fundamental continuar trabajando en medidas que aborden de manera integral la igualdad salarial entre géneros. Plantea que las brechas incluso se agudizan a mayores niveles salariales. "En general, en muchos países, incluido Chile, existe una tendencia a que las brechas de género se amplíen a medida que aumentan los niveles de ingresos y sueldos. Sin embargo, esta relación no es necesariamente directa ni siempre consistente en todos los casos. Las brechas salariales de género pueden ser influenciadas por una variedad de factores complejos y contextuales, y es importante considerar múltiples variables al analizar esta cuestión".
La académica explica que las brechas salariales pueden aumentar en los niveles salariales más altos debido a factores como segregación ocupacional. "A medida que se asciende en la jerarquía laboral, las mujeres a menudo se encuentran en menor proporción en roles de liderazgo y en industrias mejor remuneradas, lo que puede contribuir a una ampliación de las brechas".
También se percibe que, en general, tienen menos capacidad de negociar salarios. "Investigaciones sugieren que las mujeres pueden ser menos propensas a negociar salarios más altos en comparación con los hombres, lo que podría influir en las diferencias salariales en los niveles superiores".
CAPACIDADES FEMENINAS
Si bien hombres y mujeres tienen fortalezas que contribuyen en el mercado laboral, Daniela Catalán dice que a las trabajadoras se les reconocen cualidades distintivas, como empatía y las destrezas sociales, que contribuyen significativamente a la construcción de relaciones laborales sólidas y efectivas. "Nuestra habilidad para trabajar en equipo es evidente, así como nuestra capacidad para abordar situaciones desde una perspectiva analítica, gestionando la resolución de múltiples problemas de manera simultánea", indica.
La académica, magíster en Economía, agrega que la capacidad de escuchar y la destreza en el manejo de varias tareas a la vez demuestran que las mujeres son expertas en el arte del equilibrio, adaptabilidad y flexibilidad en entornos cambiantes. "Un rasgo distintivo de muchas mujeres líderes es su preferencia por un estilo de liderazgo participativo y colaborativo, promoviendo un ambiente en el que cada miembro del equipo se siente valorado y motivado para contribuir al logro de metas compartidas".
También valora la creatividad e innovación, que son cualidades que ayudan a muchas mujeres a encontrar soluciones novedosas a los problemas que surgen en el ámbito laboral. "En resumen, las mujeres aportamos una riqueza de atributos valiosos y únicos que enriquecen enormemente los equipos y las organizaciones en las que participamos", concluye.