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Tenía 79 años y estaba hospitalizado hace semanas

Estuvo tras el atentado a Pinochet y llevó de vuelta a los comunistas a La Moneda

Militante desde los 15 años, fue jefe del ala militar del PC y en los últimos meses su salud se deterioró por el covid.
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Por Efe/Redacción

Personaje controvertido, alabado por la izquierda chilena como defensor de la democracia y vilipendiado por la derecha como instigador de la violencia, Guillermo Teillier fue una de los figuras políticas más influyentes de la última época en Chile. Ayer murió a los 79 años luego de permanecer varias semanas internado en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, tras diversos problemas de salud y cirugías, a las 03:27 horas.

Teillier fue secretario general del PC hasta 2005, cuando tomó su el timón del partido tras la muerte de Gladys Marín, pero el mayor hito en su carrera política, según él mismo contó en 2013 a La Tercera, se relacionó con operaciones armadas contra el régimen militar en la década de los 80, entre ellas el fallido atentado a Pinochet, el 7 de septiembre de 1986, donde murieron cinco escoltas.

En la historia más reciente, Teillier fue uno de los responsables de llevar nuevamente al Partido Comunista a La Moneda tras la persecución que sufrió durante el régimen de Pinochet (que proscribió al PC) y la difícil transición a la democracia que arrancó en 1990. primero como ideólogo y parte de la Nueva Mayoría del segundo Gobierno de Michelle Bachelet y actualmente con Apruebo Dignidad de Gabriel Boric.

Desde los 15 años

El político nació en 1943 en Santa Bárbara y a los 15 años se sumó a las Juventudes Comunistas. Estudió literatura, al igual que su primo, el poeta Jorge Teillier, pero se tituló como profesor de castellano.

Durante el gobierno de Allende siguió ligado a la política, presentándose en marzo de 1973 como candidato a diputado en Valdivia, aunque no fue electo. Seis meses después su militancia lo obligó a pasar a la clandestinidad.

"Cuando murió Allende en La Moneda, dijimos 'esto se acabó'. Podíamos ser muy optimistas pero veíamos que venía una noche negra, aunque nadie pensó que serían 17 años", relató Teillier en una entrevista a un medio nacional en 2018.

En 1974,Teillier fue detenido mientras asistía a una reunión secreta en la periferia de Santiago. Después de ser liberado en 1977, le ofrecieron partir al exilio, pero optó por recomponer la dirección del PC, cuyos miembros habían sido detenidos o hechos desaparecer.

A los 36 años fue designado jefe del ala militar del PC y como tal más tarde sería el nexo con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), grupo armado que perpetró el atentado fallido contra Pinochet.

Teillier no pudo nunca superar las secuelas del covid-19 y en marzo tuvo complicaciones por un isquiema intestinal. "Estuve un buen tiempo en cuidados intensivos. Era fácil perder la noción del tiempo y mi propia realidad (...)Estoy aprendiendo a caminar de nuevo", dijo entonces a La Segunda.

Su mandato en elPC terminaba en 2024. Tras su fallecimiento, los 94 integrantes del Comité Central del partido deben elegir al nuevo timonel.

Opinión

Guillermo Teillier

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Acaba de morir Guillermo Tellier. Y con él parte de una generación cuya peripecia vital se entrelazó con los momentos más dramáticos de la reciente historia política de Chile. Puede afirmarse, por eso, que él representó, como en un resumen, las contradicciones y los desafíos del Chile de las últimas décadas.

Decir de alguien como Teillier que buena parte de lo que él fue e hizo, se explica por la historia, es casi un homenaje puesto que él creyó siempre que el tiempo histórico, el contexto, los inmensos vendavales de la circunstancia, explicaban en gran parte la conducta humana, que, así, era a la vez reflejo y toma de posición frente a ella.

El presidente ha decidido decretar duelo oficial. Y es razonable preguntarse si acaso es correcta o no esa decisión.

Veamos.

En los ochenta fue un férreo opositor a la dictadura. Y no lo fue como un profeta desarmado de los que hubo tantos, sino al revés: tomó las armas para oponerse al régimen y se mostró dispuesto a acabar con el adversario. Más tarde, y una vez recuperada la democracia, contribuyó a que el PC retomara su tradición institucional y parlamentaria hasta formar parte del gobierno con la Nueva Mayoría, primero, y el Frente Amplio, después.

¿Es correcto reprocharle a Teillier (y con él a parte del PC) haber tomado en algún momento las armas y haciendo pie en esa actitud suya negarle, en la hora final, el homenaje? Cuando se trata de la violencia en política, habría que recordar -citando a Santo Tomás, a quien él, seguramente, no habría mencionado- que la referencia al contexto es inevitable. En la dictadura, los comunistas fueron perseguidos con esmero y se intentó exterminarlos ¿cómo podría reprochárseles haberse defendido e intentado pagar con la misma moneda a quien los perseguía en vez de haber puesto la otra mejilla? ¿No es acaso una exigencia supererogatoria pedirle a la víctima -y los comunistas lo fueron en gran número, expuestos a una gigantesca asimetría de fuerzas- que acepte su destino especialmente si la razón de su peligro es injusta? La tradición católica, y no solo ella, diría que tratándose de un gobierno tiránico -y ese calificativo merece aquel que procura exterminar a sus rivales ideológicos- el empleo de la fuerza está justificado. Otra cosa es, desde luego, hacerlo en democracia, cuyo principio fundante es la exclusión de la violencia, e intentar sustituir al gobierno elegido mediante la coacción ¿Hizo esto último Teillier y con él el partido al que pertenecía? Es probable que haya aplaudido y para sus adentros deseado que en los días de octubre del 19 el gobierno de Piñera (a quien llegó a solicitar la renuncia) cayera como consecuencia de la revuelta; pero eso es distinto a sostener que él fuera quien la planificó o la teledirigió. Si lo hubiera hecho por supuesto habría transgredido el compromiso democrático; pero nada hace pensar que eso ocurriera.

Cuando se le juzga por sus resultados y su conducta objetiva -que es lo que corresponde hacer con alguien cuya vida ya no admite enmienda- la verdad es que Guillermo Teillier, con ese estilo suyo astuto, que no se sabía si era cautela o disimulo, que insinuaba siempre una carta bajo la manga, dejando así claro al interlocutor que si no mentía nunca decía toda la verdad y nada más que la verdad, se comportó conforme a las reglas de la democracia y favoreció que el PC, el mismo que con su participación alguna vez tomó las armas, se incorporara plenamente a la democracia, participara de su competencia y de sus ritos y con ello legitimara sus resultados.

¿Que fue comunista? Sí, desde luego, y se enorgulleció de serlo y no se ve por qué ello podría ser motivo de reproche o una razón para negarle, en la hora final, el homenaje que con razón ha decidido otorgarle el presidente al decretar duelo oficial por su partida. Uno de los principios de la democracia es que en ella todas las ideas son admitidas y lo que se excluye son los medios con que se procura esparcirlas o imponerlas. Reprochar a Teillier haber sido comunista es inadmisible dentro de las reglas de la democracia y habiendo él contribuido objetivamente a que ella funcionara (aunque pudo, con oportunismo, desear abandonarla cuando la ocasión pareció propicia) no parece correcto negarle un homenaje.

Carlos Peña

Militar se quita la vida a horas de ser condenado por crimen de Víctor Jara

Hernán Chacón debía cumplir 25 años de cárcel.
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El brigadier en retiro del Ejército Hernán Chacón Soto, de 86 años, se suicidó ayer cuando personal de la Policía de Investigaciones fue a detenerlo para llevarlo a la cárcel de Punta Peuco, luego de que la Corte Suprema dictara sentencia definitiva y determinara que debía pasar 25 años en la cárcel junto a otros cinco exmilitares por el homicidio y secuestro de Víctor Jara y Littré Quiroga, en septiembre de 1973.

Según detallaron los funcionarios de la PDI que debían arrestar a Chacón, se encontraba acompañado por su esposa cuando llegaron y pidió ir por unos medicamentos, momento en que se suicidó.

Las primeras pericias de la Brigada de Homicidios dan cuenta de que Chacón hizo uso de un arma de fuego particular.

Personal del SML acudió al edificio de Las Condes, donde vivía, para retirar el cuerpo.

Según el fallo, Chacón tenía conocimientos tácticos y de inteligencia, "condiciones que le permitieron intervenir directamente en el desarrollo de los interrogatorios" que realizaban en los camarines del estadio, "así como en el proceso previo de clasificación de los detenidos", decidiendo quiénes eran separados para interrogarlos.

El dictamen también apunta que Chacón "portaba a la época una pistola STYER calibre 9 milímetros, armamento plenamente coincidente con la descripción técnica de las lesiones que, según los antecedentes forenses, causaron la muerte de Jara Martínez y Littré Quiroga".-

Eduardo Sepúlveda, nuevo presidente de la Asociación Nacional de la Prensa

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La Asociación Nacional de la Prensa eligió ayer a su nueva mesa directiva para el período 2023-2025, que será encabezada por el periodista Eduardo Sepúlveda.

Sepúlveda, director del medio digital El Líbero, reemplazará a Juan Jaime Díaz, gerente de asuntos corporativos de El Mercurio, quien presidió la ANP desde el año 2018 a la fecha.

Como vicepresidentes de la Asociación se incorporaron Pamela Castro, directora ejecutiva de The Clinic, y Víctor Massa, director del diario La Prensa de Curicó. A ellos se suman tres vicepresidentes que continuarán en sus cargos por el nuevo periodo: José Luis Santa María, director de La Tercera; Francisco Puga, director de El Día de La Serena, y Juan Jaime Díaz.

La mesa directiva también quedó conformada por Carlos Schaerer (El Mercurio), Gabriel Vergara (HoyxHoy), Alejandro González (El Rancagüino) Francisco Karelovic (La Prensa Austral), Francisco Martinic (La Discusión), José Tomás Santa María (Diario Financiero), Paola Alvarez (El Heraldo Austral), Manuel Madrid (Diario Chañarcillo), Eugenio Ravinet (Editorial Zig Zag) y Jorge Guzmán (La Tribuna).

"Nuestra industria hoy se enfrenta a dos amenazas que ponen en riesgo su futuro: el acoso a la libertad de prensa y la sustentabilidad económica. Si no somos capaces de resolver esos asuntos, la subsistencia de una prensa libre e independiente seguirá en peligro. La libertad de prensa no sólo es importante para la democracia, la libertad de prensa es la democracia", afirmó Sepúlveda.