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Su cuidado es una responsabilidad personal

Evitar factores externos es clave para tener un corazón en buen estado

Alimentación sana, ejercicio y actividades que liberen la tensión pueden ayudar a contar con un órgano saludable.
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Cada persona tiene la responsabilidad de tener un corazón sano. Muchas de las molestias o enfermedades que afectan a este vital órgano son causadas por factores externos que pueden ser evitados.

Justamente, el Mes del Corazón está pensado para generar consciencia entre la población para, en caso de que sea así, alejarse del sedentarismo, la mala alimentación o el cigarrillo. Respecto a lo anterior, Pía Bustamante, académica de Enfermería de la Universidad San Sebastián (USS), planteó que, por ejemplo, la alimentación saludable es una de las formas que, en conjunto con la actividad física, pueden prevenir cardiopatías coronarias y enfermedades cardiovasculares.

"Es alarmante que dentro de los estudios realizados, los chilenos destacan por consumir altas cantidades de bebidas azucaradas, pan y dulces. Teniendo esto en consideración, hay alimentos que se deben priorizar y que favorecen el funcionamiento del sistema circulatorio, entre ellos encontramos las verduras, ensaladas y frutas, evitar el consumo de sal y de alimentos ricos en grasas como mantequilla, mayonesa, margarina y cecinas", detalló.

Pescados al menos dos veces por semana, leche o yogurt con poca grasa y preferir el quesillo o queso fresco en vez de mantecoso son hábitos alimenticios que hay que integrar en la dieta, dijo la profesional. "Por otra parte, no olvidar a los frutos secos, las legumbres dos veces por semana y mantenerse bien hidratado", agregó.

ESTRÉS

Sin duda que la alimentación es básica para tener un corazón sano, pero no es el único factor externo al que hay que poner atención. Consultada acerca de la injerencia de situaciones de tensión en el funcionamiento cardíaco, Pía Bustamante aseguró que el estrés es, definitivamente, un factor de riesgo, ya que hace trabajar a este órgano de más.

"Hay que recordar que el estrés no es negativo, sin embargo, puede ser preocupante cuando sobrepasa nuestros mecanismos de enfrentamiento, provocando un alza de la presión arterial, aumento de las palpitaciones e incremento del colesterol y triglicéridos en sangre, lo cual es sumamente perjudicial para nuestro corazón", dijo.

Para evitar que se transforme en un problema, hay que procurar tener un sueño reparador, manejar expectativas, compartir en familia, realizar actividad física y tener algún hobby, apuntó.

SÍNTOMAS

Tan importante como es seguir las recomendaciones profesionales para evitar factores externos que afecten el corazón, es conveniente conocer las señales o signos que entrega el cuerpo para saber que algo no anda bien.

Un aspecto inicial, sostuvo Pía Bustamante, académica de Enfermería de la USS, tiene relación con los antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular temprana. Por otra parte, hay síntomas claves frente a los cuales hay que recurrir de inmediato a un especialista, dentro de ellos está el dolor en el pecho, frecuencia cardíaca aumentada, edema (hinchazón) en extremidades, fatiga y cansancio intenso, dificultad para respirar y mareos.

"Es muy importante que las personas, independientemente si presentan alguno de los factores de riesgo o síntomas anteriormente descritos, se realicen el Examen Médico Preventivo del Adulto, el que permite detectar oportunamente enfermedades de alta recurrencia", manifestó Bustamante.

Pescados al menos dos veces por semana, leche o yogurt con poca grasa y preferir el quesillo o queso fresco en vez de mantecoso son hábitos alimenticios que hay que integrar en la dieta. Tampoco olvidar pescados al menos dos veces por semana, leche o yogurt con poca grasa y preferir el quesillo o queso fresco en vez de mantecoso.

Existe una asociación negativa entre estos padecimientos

Más del 60% de los pacientes que sufren enfermedad renal crónica padecen riesgo cardiovascular

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En el marco del Mes del Corazón, que tiene como objetivo promover en la ciudadanía diferentes estilos de vida saludables e informar sobre los factores de riesgo que pueden generar enfermedades cardiovasculares, la Alianza Diálisis es Vida abordó los riesgos que corre el paciente renal frente a este tipo de patologías.

El expresidente de la Sociedad Chilena de Nefrología y presidente de la Fundación Pro Salud Renal, Eduardo Lorca, explicó que entre "la enfermedad cardiovascular y la enfermedad renal crónica se da una asociación negativa muy potente para el paciente, dado que cursan y evolucionan con los mismos factores de riesgo. Vale decir, son enfermedades hermanas, tanto en su génesis como en la evolución de su desarrollo".

Según indica el nefrólogo, en Chile entre un 30% a 35% de la población general tiene riesgo cardiovascular, cifra que se incrementa en los pacientes que padecen enfermedad renal crónica. "Entre un 60% a un 70% de los pacientes que tienen esta patología, tienen mayor riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular", señaló, fenómeno que se manifiesta con mayor presencia en personas diabéticas, obesas, y fumadoras.

Los tratamientos igualmente poseen ciertas complicaciones, según manifestó Lorca, "el aparato cardiovascular no se adapta de una manera satisfactoria a la diálisis, ya sea peritoneo diálisis o hemodiálisis, principalmente a esta última, ya que tiene un menor grado de tolerancia en comparación a la peritoneodiálisis. Asimismo, se están haciendo avances en terapia inmunosupresora, para que sean mejor toleradas por los pacientes trasplantados".

Finalmente, en cuanto a los desafíos que hay en esta materia, enfatizó que es necesario empujar y avanzar en temas como la equidad de la prestación, desarrollo de nuevas iniciativas como la diálisis ecológica, como también mejoras en la morbimortalidad de los pacientes.