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Confirmada segunda versión con invitados internacionales

Festival Eureka reúne las artes mediales en el Gran Concepción

Con la idea de explorar las vertientes de la tecnología, el evento artístico incorporará nuevamente a su desarrollo diversos espacios urbanos y abiertos de la capital regional.
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Por Nicolás Martínez Ramírez

En su traducción literal desde el griego, la palabra -más bien dicho la expresión- eureka significa ¡lo descubrí!

Precisamente, ese espíritu de descubrimiento y de compartir el conocimiento está detrás del Festival Eureka, iniciativa impulsada por la Corporación Cultural Actos Sinestésicos y que vivirá -entre el 21 y 28 de noviembre- su segunda edición.

De acuerdo al director general de la entidad, Sebastián Parra, el evento nace desde un concepto muy cercano, que es la tecnología. "Hoy define la forma en que el ser humano interpreta su entorno, viven sus vidas y comprenden el mundo que los rodea, y lo reflexivo de las tecnologías es el área artística llamada nuevos medios", comentó.

Desde ahí, dijo, identifican que la Región del Biobío tiene un increíble patrimonio natural. "Hay un enorme inventario de riquezas naturales, donde tocamos un tema delicado, que es lo amenazado que está la naturaleza. Hacer esta contrapropuesta de encontrarnos en vías tecnológicas, que nos puedan ayudar a valorizar la naturaleza, su entorno y paisaje, es la semilla del proyecto", destacó.

Nueva edición

Detrás del festival existe un equipo interdisciplinario integrado -además de Parra, quien es ingeniero en biotecnología vegetal- por la ingeniera civil, Michelle Troncoso; la fotógrafa e ingeniera civil, Patricia Alfaro; y la diseñadora e ilustradora, Mirta Parra.

"Se busca generar un encuentro introductorio, pedagógico y muy amable, donde la gente se sienta invitada a participar. Creamos diversos soportes físicos y digitales para generar estas experiencias. Una de las propuestas más concretas es poner un domo en Tribunales", agregó el director.

Desde los inicios de Eureka, la idea siempre fue realizar más de una edición, ya que -de acuerdo a Parra- la gestión cultural es una escalada de larga duración.

"El primero estaba claro que se iba a enfrentar a muchos desafíos y el feedback que recibimos de la gente fue clave", señaló el encargado de la propuesta.

Ese aprendizaje es el que guiará la segunda versión. Si el año pasado se trabajó con los sonidos de la naturaleza y lo que no se puede ver en el paisaje, este año la idea es crear más y mejores experiencias sensoriales e interactivas.

"Ahora se agrega un componente ornamental y la gente podrá ingresar a un bosque. En este domo habrá uno de carácter mágico, donde se podrá interactuar con diversos módulos. La inmersión está diseñada para evocar un ambiente vegetal prístino", destacó sobre la apuesta formal.

Crear música a través del agua o con árboles nativos, por ejemplo, son algunas de las propuestas que ha levantado el Festival Eureka. Por lo mismo invitan, con la experiencia, a dirigir la mirada hacia estos entornos naturales presentes en la región del Biobío.

En un bosque

El año pasado, la propuesta artística contó con algunas exposiciones en diversos espacios culturales de Concepción.

Esta vez, la idea es que éstas lleguen a espacios abiertos, marcando así una nueva relación con la capital regional en su condición de ciudad.

De este modo, el pabellón arquitectónico "Universo sensorial" o domo, volverá a ser parte del festival. A ellos la organización sumará la fachada del Teatro del Liceo Enrique Molina con un proyecto de video mapping y la Casa de la Cultura de Chiguayante, donde "hablarán los árboles", según adelantaron.

Unificando arte, ciencia y tecnología, "Bosque mágico: El árbol que habla" es una propuesta de la Corporación Cultural Actos Sinestésicos, que transforma un árbol centenario en un mundo de sueños mediante proyecciones de alta gama, videomapping y arte generativo interactivo.

El fotógrafo y artista medial, Cristóbal Parra; la diseñadora de imagen y sonido argentina, Lucía Jazmín Tarela; el laboratorio experimental de paisaje Kmanchk Scanlab; y el artista medial mexicano Balam, serán parte de las iniciativas convocadas que dirán presente en esta segunda versión.

- ¿Por qué sienten es importante introducirse y explorar los nuevos medios?

- En este momento, estamos trabajando un proyecto con escuelas vulnerables en Penco y Hualpén. Con ellos nos ha tocado analizar la situación que viven al enfrentarse a su malla curricular y estando en una situación vulnerable.

- Desde donde deben aparecer muchas motivaciones.

- Una de las cosas que más salen a la luz y demuestran el valor de estas disciplinas, es que convierte el juego en una vía de aprendizaje. El descubrir y explorar en aspectos llamativos para la transferencia del conocimiento. Por eso mismo el festival se llama Eureka, porque es un descubrir y lo que presentamos, complementa algo que ya estaba dispuesto en tu propia persona.

Compañía de Danza ConTensión tendrá temporada de seis funciones

Los crayones cobrarán vida en escenario del Teatro Biobío

Basada en la novela homónima de Michael Hall, "Rojo, historia de un crayón" se presentará los fines de semana, hasta el 9 de septiembre, en la Sala de Cámara.
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Luego de proceso de siete meses de preparación, desde mañana quedó acordado el regreso de "Rojo, historia de un crayón" a las tablas del Teatro Biobío.

Creada por la Compañía de Danza ConTensión, el montaje se presentará, a las 19 horas, en la Sala de Cámara del Teatro Biobío. La temporada de seis funciones se realizará hasta el 9 de septiembre.

Se trata de una reflexión en torno a la aceptación, identidad y los estereotipos sociales, que regresa como parte del ciclo "Hecho en Biobío" producido por el espacio.

La pieza, pensada especialmente para las infancias, está basada en el cuento homónimo del escritor norteamericano, Michael Hall, y se propone como un viaje de emociones para su protagonista: el crayón Rojo, quien pinta de un color distinto a su etiqueta.

Con este antecedente, sus cuatro compañeros de la caja de lápices, junto a los materiales, intentan ayudarlo, para enmendar la situación hasta que se acepta.

"Es una obra para hablar y evidenciar la diversidad en todas sus formas, porque es un tema muy amplio, como neurodiversidades, de género, nacionalidades y aprendizajes", comentó María José Yáñez, directora de la pieza.

De este modo, acotó, "Rojo", busca instalar el diálogo respecto a lo diferentes que somos.

"Y, también, en qué medida una etiqueta va a determinar la forma en que nos comportamos y movemos", agregó la también encargada del centro cultural.

Concebido para las infancias y escolares, la propuesta busca gestar actividades de mediación en relación con la diversidad y el movimiento.

Asumir quienes somos

Tras su estreno en septiembre del año pasado, en Artistas del Acero, el relato escénico ha recorrido escenarios como el Teatro Municipal de Los Ángeles y la Casa de la Cultura de Chiguayante, además de establecimientos educacionales en Concepción.

En ese sentido, explicaron desde la compañía, la edad no es una limitante, por lo que toda la familia puede ser para de la experiencia escénica. "Queremos que este tipo de temáticas sean conversadas y reflexionadas familiarmente. Por eso, creo que también es una oportunidad para que las personas adultas comprendan que la diversidad es algo que va cambiando y que se está hablando, que debemos aceptar, entender y validar", ilustró Yáñez.

En sus 35 minutos, "Rojo" cruza la danza contemporánea, el breakdance, afrocubano y acrobacias, para llevar al espectador por la alegría, tristeza, agobio y aceptación como algunas de las emociones propuestas.

Una travesía permanente armonizada junto a la banda sonora creada por el músico penquista, Jorge Arriagada.

"Luego de contarme de qué trataba el cuento, musicalicé por escena, teniendo en cuenta el sentimiento que debía estar presente en las diferentes partes", detalló el baterista.

Rubén Pilar, Amaru Pavisich, Byron Molina y Nathalié Backit completan el elenco de este universo de crayones, los que también se constituyeron como participantes en el proceso coreográfico, al ser desarrollado de manera colaborativa y multidisciplinaria.

"La obra se constituye como una mixtura de lenguajes, donde se conjugan para definir la identidad y el movimiento característico de cada personaje", indicaron.

La propuesta autogestionada tuvo su proceso creativo entre marzo y agosto de 2022, posibilitando -según Yáñez- acercar la danza a los más jóvenes.

"Nos parece que es muy importante acercar la danza, más aún a las infancias, porque nos instala en el cuerpo y conecta con quienes somos: sobre su cuidado y qué partes te constituyen. Tener esa consciencia desde la niñez es algo invaluable. Además, el cuerpo expresa muchísimo. Niños y niñas entienden dónde sienten sus emociones y cómo reacciona a diferentes estímulos, en los que el lenguaje no verbal tiene una preponderancia máxima, sobre todo en grupos donde a veces el vocabulario no es tan amplio, y que a partir del juego te comunicas de mil formas", contó la bailarina.

Machuca conmemora 32 años de carrera pensando en seguir por mucho tiempo más

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Pareciera que fue ayer, pero han pasado 32 años desde la aparición de una banda penquista, Machuca, que marcaría el punk chileno, desde sus primeros acordes emergido en la Remodelación Paicaví.

Parte de ese relato, resumido en la misma cantidad de canciones, es lo que presentará el cuarteto hoy, a las 20 horas, en la Sala Principal del Teatro Biobío (entradas desde 10 mil en teatrobiobio.cl).

Desde "Hogar dulce hogar", lanzado por EMI en 1995, la agrupación mostró acordes y letras frontales, para convertirse en una cita de persistencia, alcance y convicción en su discurso.

"Y llegaron los 32 años! La verdad es que ha sido tan parte de nuestra vida que no nos hemos dado cuenta. Machuca ha tenido muchas cosas, ingredientes, historias, amores y desamores, cambios. Pero siempre hemos mantenido las ganas de hacerlo y que nunca pare. En forma natural, se ha dado, nunca nadie ha querido parar", resumió Felipe Infante, baterista de la agrupación desde 1992.

El músico indicó que por diversas circunstancias a alguno de los miembros originales le ha tocado estar fuera de la banda -hoy Claudio Infante, bajista, en tratamiento médico- siempre vuelve por lo mismo. "Las ganas de seguir".

Como una forma de celebrar, el grupo desplegará un repertorio por toda la discografía (ocho producciones). "Tuvimos que seleccionar y cuadramos los tiempos para generar un concierto de 90 minutos", adelantó el batero.