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Diversos rubros del centro penquista aún sienten el impacto de la crisis económica

Bajas ventas repercuten en oferta del comercio ambulante establecido

Vendedores de accesorios de ropa, frutas y verduras, además de los tradicionales palomeros, advierten un menor interés de los clientes y un alza en el valor de los insumos.
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Por Nicolás Álvarez Arrau

Una mala noticia para los amantes de las palomitas. Desde hace algunos días esas inmensas bolsas repletas de capullos de maíz endulzados que se encuentran en los carritos establecidos de Barros Arana disminuyeron su tamaño. La respuesta de los vendedores apunta al encarecimiento del saco de maíz, que en dos años pasó de costar $30.000 a $50.000. Pese a todo, cuentan que no quieren subir sus precios a la clientela -por eso la bolsa de palomitas sigue costando $1.000-, pero que como están las cosas no tuvieron otra alternativa que adelgazar el paquete para sostener la economía del negocio.

Este mal escenario se repite en otro rubros del comercio callejero legal que por años ha tenido presencia en el centro de Concepción. Vendedoras de frutas, verduras y accesorios de ropa se suman al relato y dan cuenta de las dificultades que han debido enfrentar estos últimos años producto de la crisis económica, efectos que aún siguen experimentando.

Tres casos locales

Luis Solar es dueño de un carrito de palomitas ubicado en Barros Arana, a pasos de Castellón. Junto a su señora, llevan establecidos ahí más de 20 años y a la fecha reconoce que se han visto afectados y bajo una presión constante. Indica que la variación de precios que han registrado los insumos los obligó a tomar medidas, "porque los precios se estaban elevando mucho (...) Teníamos contenta a la clientela con los productos que le estábamos vendiendo, pero para no subir nuestros precios tuvimos que achicar un poco (la bolsa de palomitas), aunque no es tanta la diferencia".

El comerciante agrega que a diferencia de otros tiempos, las ventas son más lentas y que esa baja bordea el 30%.

A casi cinco cuadras de distancia, en la intersección de las calles Lincoyán y Barros Arana, atiende un carro de frutas y verduras Marisol Fuentes. La emprendedora detalla que ese negocio familiar lleva establecido unos 17 años y que al igual que Luis Solar se observa una fuerte merma en las ventas.

"Como todo está tan caro, creo que la gente va por otras cosas, como la mercadería de supermercado. Ese fenómeno lo comenzamos a ver pasando la pandemia, porque ahí quedó todo cambiado. Calculamos que las ventas cayeron en 70%, pues antes nos íbamos al día hasta con $360.000, pero hoy sólo con $160.000, y lo que se invierte llega a los $500.000", grafica.

Fuentes plantea que todo está más caro, con precios que, incluso, se han cuadruplicado. Por lo mismo, dejaron de ofertar productos como el mango, la granada o el pepino dulce.

Otro factor que les atañe, comenta, apunta directamente al comercio ambulante ilegal, que a su juicio afecta mucho, en el sentido de que ese grupo vende más barato a las personas, pero productos de mala calidad, "lo que sobra hasta de la basura, algo que la gente no sabe".

De vuelta hacia Castellón, en el mismo paseo peatonal, Sandra Díaz, dueña de un espacio dedicado a la venta de guantes, gorros y bufandas, además de otros accesorios, da cuenta de uno de sus peores momentos en más de 25 años de historia. Dice que en su caso el impacto se nota en los viajes que regularmente hacía a Santiago para conseguir mercadería. Si en años anteriores lograba hacer dos a la semana, ahora no hace ninguno.

"Se vende, y uno no puede ser malagradecida, pero han bajado considerablemente las ventas, casi en un 80%. En el invierno juntábamos platita para el verano, y el tema es que ahora sólo nos alcanza para darnos vuelta, es decir, no nos da y no nos alcanza para ir a Santiago. Tenemos que comprar acá o encargamos si alguien viaja, y eso le pasa a la mayoría de mis colegas", enfatiza la comerciante.

Desde su óptica, los factores que complican la situación obedecen a la inflación, sobre todo a los precios elevados que han tenido los alimentos. Este escenario, añade, hace que las familias deban elegir mejor en qué gastar su dinero, "y obviamente tienen que buscar cosas que sean de primera necesidad, y lo nuestro no lo es".

Sus insumos también se han encarecido en más de la mitad, precisa.

Desde el Sence

Comprometen apoyo a la labor de la Mesa Regional de Inclusión Laboral

El objetivo es fortalecer redes de colaboración, además de garantizar los accesos a la oferta programática de capacitación, entre otros puntos.
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Una carta de compromiso en apoyo a Mesa Regional de Inclusión Laboral fue firmada por diversas autoridades locales y nacionales, con el fin de promover medidas en torno a la temática.

El objetivo es fortalecer las redes de colaboración, garantizar los accesos a la oferta programática de capacitación y a los servicios de intermediación laboral de la red Omil de Sence de la Región del Biobío, explicó la directora nacional , Romania Morales.

"En la Región del Biobío se logró la primera red de inclusión laboral para la discapacidad y le apoyamos desde Sence, junto a SENADIS y otros servicios públicos para que la discapacidad sea visibilizada y se genere una forma de intermediación laboral con igualdad de derechos, remuneraciones y obligaciones", planteó.

La actividad se desarrolló en el salón de actos de Sence Biobío junto a cerca de 35 asistentes entre ellos, las señaladas autoridades, representantes de organizaciones de personas en situación de discapacidad, trabajadores, representares de Omil de la zona e instituciones integrantes de la Mesa regional de Inclusión laboral.

La Mesa Regional de Inclusión Laboral, es una institución promovida por Senadis que busca fortalecer las redes de inclusión laboral, desde un enfoque territorial, reactivando mesas de trabajo y generando nuevas instancias a nivel regional con foco en la inclusión laboral de personas en situación de discapacidad.

El director regional, Daniel Jana comprometió todos los esfuerzos de gestión del equipo Biobío, señalando que "hace unas semanas se capacitaron voluntariamente 6 funcionarios Sence en el área Discapacidad y a poco más de 20 días de habernos reunido con la Mesa de Inclusión regional generamos la primera instancia que formaliza nuestro respaldo.

"Nos comprometimos en apoyar la inclusión laboral, abrir para ello nuestra Red Sence Omil en las 33 comunas y seguir trabajando en la concienciación, capacitación y vinculación para la inclusión laboral formando redes con foco en el área desde un enfoque territorial en todo el Biobío", expresó.