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Concierto en Espacio Marina con entradas ya disponibles

Nito Mestre regresa a Concepción para festejar medio siglo de trayectoria

Con canciones que recorrerán su etapa solista y con Sui Generis, el músico promete un show cargado de hits. "No soy de esa clase de músico que rehuye de cantar los clásicos", sentencia.
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Por Nicolás Martínez Ramírez

Quizás nunca ha tenido los reflectores encima al estilo de Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta o Charly García, pero Nito Mestre es una verdadera leyenda del rock argentina.

Precisamente, con el último, dio vida a Sui Generis en 1968, banda seminal del rock trasandino con canciones como "Canción para mi muerte" o "Rasguña las piedras".

En noviembre de 1972, la banda publicó su aclamado debut "Vida" y un año después haría lo propio con "Confesiones de invierno". Son estos 50 años desde los primeros álbumes del dúo Mestre/García, los que traen de vuelta a la zona al cantante.

Una que no le es para nada ajena, ya que Mestre ha sido un habitual en la capital del Biobío desde "tiempos inmemoriales", según recuerda con felicidad.

"La primera vez fui con Eduardo Gatti, Los Jaivas, Congreso y yo. Hace un montón de años. A partir de ahí, cuando la gente te comienza a querer ver, lo más difícil es que van cambiando las generaciones", recuerda.

Y es que su música se ha transformado en una que reúne a diversas generaciones y Concepción no ha sido ajeno a ello.

Sus visitas, generalmente, están asociadas a su amigo Gatti y también su hijo Manuel Gatti. Sin embargo, el próximo 12 de agosto, desde las 21 horas, Espacio Marina será testigo de la primera visita de Mestre a la zona con banda.

Con valores que van de los $22 mil a los $42 mil, sin cargo por servicio, el show que trae busca festejar sus 50 años de carrera.

Leyenda trasandina

De su última visita a la zona, ya han pasado más de cuatro o cinco años y para él sólo es motivo de alegría el que "haya gente interesada en restablecer este vínculo".

"Como estoy cumpliendo estos 50 años tan extensos, recorremos también mi carrera solista. Lo mejor de ella, lo de PorSuiGieco y lo que hicimos con distintos artistas. Hacemos una selección de todas aquellas canciones que más quiere escuchar la gente", señala.

Con una hora y 45 minutos de duración, no menos, es también una oportunidad para relatar muchas anécdotas de diversas épocas. "La gente se mete en un mundo donde le contaré historias, donde vamos a cantar nosotros y también con la gente. Recordar viejas canciones con las que nos hemos criado, no soy de esa clase de músico que rehuyen de los clásicos, todo lo contrario", asegura.

Con la misma banda hace 26 años, Mestre también le inyecta juventud a su música gracias a la incorporación de la cantante, guitarrista y tecladista de 21 años, Julia Horton. "No voy hace mucho. Me encanta viajar y la he pasado muy bien en Concepción, volver a esos lugares, donde es tan lindo ser bien recibido y darles lo mejor".

- ¿Cómo recuerdas los inicios de Sui Generis, pensaste que se convertirían en una banda de culto?

- Personalmente, tenía un deseo escondido -que lo hablaba con Charly o algún compañero- que era un poco pretencioso para ese momento, que era juntar generaciones. Que los padres e hijos vayan a ver un mismo espectáculo, eso lo pensaba cuando tenía 17 ó 18 años. En Argentina, tenía compañeros de colegio que me decían, 'con papá hablamos sólo de fútbol' y el día de semana él escucha tanto o folclore y yo otra cosa. Todo se convierte en un acto de amor, que es compartir más. Eso lo soñaba, pero a esa edad lo que realmente quería era sacar un disco. Con uno decía, porque en casa y el colegio íbamos a decir, 'che, somos profesionales, grabamos un disco y se escucha en la radio'. Teníamos una fe ciega que, a Dios gracias, se dio.

Músicos de su propia especie

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La expresión latina sui generis significa de su propio género o especie. Esa singular definición no le puede quedar mejor a la banda argentina del mismo nombre. Con Charly García y Nito Mestre a la cabeza e iniciando su carrera en 1968, la agrupación se redujo a un dúo cuando -finalmente- lanzaron su disco debut "Vida" en 1972. A partir de ahí, con la aventura musical vino la fama y el éxito de sus canciones, unas que son hoy clásicos del rock argentino. Ciudadanos ilustres de Buenos Aires y con una escultura en Mar del Plata, tanto Nito como Charly son dos leyendas.

-¿Mantienes una relación de comunicación con Charly?

-No mucho, tenemos vidas distintas. Él está muy en su casa mejorándose de sus cositas y yo salgo por todos lados. Tampoco usa WhatsApp. Cuando dejé el alcohol hace 27 años me puse a estudiar cosas de computación, y me amigué con todo lo digital. Me encantan las redes sociales con sus pros y contra, leo todo. Me interesa estar en el mundo de hoy.

Aplaudido concierto en el Centro Español

Conservatorio Laurencia Contreras desplegó el talento infantil y juvenil

El miércoles se realizó este evento en el escenario de la céntrica entidad, donde se presentaron estudiantes de piano.
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Por tradición e historia en nuestra ciudad el Conservatorio Laurencia Contreras siempre tiene los argumentos, en este caso, musicales, para convocar al público.

En este caso, para conocer lo que serán las futuras generaciones de talentos locales. Por lo mismo, y pese a los días invernales de frío y lluvia, la entidad penquista convocó una numerosa audiencia el pasado miércoles, alternativa artística que no buscaba más que promueve la continuidad de sus actividades.

Considerando que el Laurencia Contreras tuvo esa tarde un ajetreado movimiento, pues se desarrolló la Cátedra Docta Domingo Santa Cruz, en formato remoto, además de un emotivo concierto presencial de estudiantes de piano, en el Centro Español, en el centro de nuestra ciudad.

Formación dec calidad

La conjunción de actividades fue una prueba sobre el buen nivel que caracteriza a la entidad, dependiente de la Dirección de Extensión de la Universidad del Biobío, en materias de formación instrumental y artística.

Su coordinadora es la pianista Giselle Mainet, quien a comienzos de este año asumió la responsabilidad de encabezar la institución, tras un largo período allí, pero como docente.

Actualmente, cuenta que complementa ambas labores, en la medida de lo posible.

"El Conservatorio Laurencia Contreras tiene una trayectoria muy importante. Se fundó en 1940, porque con el terremoto de 1939 se derrumbó la única academia que había en ese momento", señaló la representante de la entidad penquista.

Desde entonces, acotó, "la señora Laurencia (Contreras) se dedicó a traer profesores", para rendir los exámenes.

"Actualmente, hemos creado un programa de estudios que está súper bien visto desde otras instituciones. Nuestros alumnos egresan del ciclo básico que les entregamos acá y quedan inmediatamente en universidades. Siento que estamos haciendo un buen trabajo", confesó, referencia que cabe a los niños que se presentaron en el concierto.

Los estudiantes se forman con cuatro profesores: Giselle Maine, Sara Barriga, Valentina Soto y Alejandro Fernández. En total son 14 talentos, quienes días antes del evento hicieron una audición interna, a modo de preparación.

Marcela Mazzini vuelve a los recuerdos sobre sus fuerte lazos con la música y Concepción

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Presencia importante en la Orquesta Sinfónica, el capítulo de esta tarde del programa radial Féminas Sinfónicas volverá sobre el encuentro que tuvo con Marcela Mazzini, quien recordará sus primeros pasos y vida en la Región.

Junto a Marcela Ibáñez, conductora del espacio programado a las 15 horas, en Radio UdeC (95.1 FM), la pianista contará recuerdos y anécdotas con la agrupación docta, a la cual acompañó en los conciertos por los 104 años de la casa de estudios.

Sus comienzos fueron gracias a su hermana, quien tomaba clases de piano. Entonces, la profesora se percató de que aprendiendo de oído, merecía un aprendizaje formal. "Para hacerle creer a mi mamá que estaba estudiando ponía los libros, pero no me daba cuenta que estaban al revés", recordó sobre su aprendizaje a los cinco años.

Fue a Francia, donde se topó con Claudio Arrau. "Yo estaba frente a él tocando piano, casi me muero, después trabajé con él un tiempo, cuando estaba de paso y me escuchó", señaló sobre el chillanejo, quien le hizo algunas clases.

Con residencias previas en Perú y Bogotá, para luego mudarse a Chile junto a su familia, llegó a la capital regional, pues llamaron a su marido, Carlos Santos, como director para la Orquesta Sinfónica UdeC. "Sin pretender quedarnos acá, pero inmediatamente nos acogieron, a él como director y yo como profesora, y aquí estoy", resumió.