Dotaciones insuficientes y renovación de la legislación: los desafíos que enfrenta la Marina Mercante nacional
Ricardo Tejada, gerente general de la Asociación Nacional de Armadores, instó a que se permita contratar a extranjeros cuando falten personas para completar la tripulación mínima de seguridad y así no afectar la cadena logística del país.
Tras las complicaciones que generó la pandemia por el covid-19, la actividad de cabotaje en el país se normalizó, pero eso no significa que la logística marítima haya resulto sus cabos sin atar. Problemas para cumplir con las dotaciones de seguridad que se exigen para navegar y la falta de una política de Estado en este rubro son situaciones planteadas por los armadores chilenos.
Los aspectos anteriormente mencionados son relevantes, considerando que esta es una actividad que no se puede detener en el país, ya que es el principal medio para transportar, por ejemplo, graneles líquidos como el petróleo. Así lo indicó Ricardo Tejada, gerente general de la Asociación Nacional de Armadores (ANA), quien enfatizó que el cabotaje nunca se detuvo durante el periodo de pandemia, pero sí operó con dificultad.
"Mucha gente se enfermó, por lo que no había dotaciones suficientes, o muchos tuvieron que permanecer embarcados por un largo tiempo, pero todo eso ya se solucionó, hace meses que se registraron los últimos contagios y la autoridad levantó los decretos y resoluciones sanitarias, pero permanecemos alertas ante cualquier contagio", explicó Tejada.
Extranjeros
En todo caso, las complejidades para completar las dotaciones de seguridad de los buques persisten. El gerente general de ANA dijo que cuesta un poco más encontrar relevos, en especial jóvenes, y un barco al que le falte una persona para completar el grupo exigido simplemente no puede zarpar, con evidentes problemas para la cadena logística nacional.
"Solicitamos en varias oportunidades que, cuando falte una persona en un buque, un piloto, un ingeniero, se pueda contratar un extranjero por un período determinado de tiempo, una persona que tenga la misma calificación que un chileno, lo que permitiría que el buque siguiera navegando, pero somos la única actividad comercial en Chile que por ley no puede contratar extranjeros para los buques", explicó Ricardo Tejada.
El ejecutivo insistió que se está pidiendo que se modifique la Ley de Navegación y al igual que cualquier otra empresa en Chile, bajo el alero del artículo 19 de la Dirección del Trabajo, se permita contratar hasta un 15% de extranjeros, "no más que eso para completar la dotación mínima de seguridad. No queremos reemplazar a los chilenos, solo es una persona más que permitiría navegar".
Competencia
En otro orden de cosas, Ricardo Tejada comentó que hay voces que postulan la posibilidad de abrir el cabotaje nacional a buques y empresas extranjeras. Recordó que en la actualidad, el transporte marítimo entre dos puntos de un mismo país está reservado solo a buques con bandera nacional, como ocurre en gran parte del resto del mundo.
En lugares en donde se ha abierto a otros países, con el argumento de generar mayor competencia, el resultado no ha sido muy bueno, aseguró Tejada. El ejecutivo agregó que, de darse la situación, sería una competencia desleal, "ya que las condiciones de un buque de bandera extranjera son un poco distintas a las nuestras. Nosotros tenemos muchísima más carga tributaria, las dotaciones son más caras, el costo de mantenimiento de bandera también es más caro. Lo que planteamos es que no tenemos ningún problema con que venga la competencia, más buques y más empresas mercantes, pero en igualdad de condiciones, eso es lo que nos preocupa, competir de igual a igual", enfatizó.
Añadió que en el escenario actual del país, tampoco es muy provechoso que se lleguen nuevas empresas, o se conformen nuevas compañías navieras chilenas, porque la demanda ya está cubierta.
Uno de los aspectos que postulan desde la
Asociación Nacional de Armadores para mejorar
la actividad es la modificación de la Ley de
Cabotaje, ya que, se afirmó, es muy antigua.
Ricardo Tejada dijo que no existen políticas de Estado en Chile que fomenten el transporte marítimo,
"ante la falta de eso, de mala manera más carga se puede mover por esta carretera infinita que es el mar".
Agregó que hace falta modernizar este aspecto para generar más demanda y oferta y reducir el grado
de concentración que existe en este rubro,
"pero echamos de menos una política
permanente y que el Estado fomente
el desarrollo de la Marina Mercante", señaló.
Biobío es una de las regiones con el mayor volumen de carga transferida
La Región del Biobío se mantiene como una de las zonas más importantes en lo que a movilización de carga se refiere al interior del país. Según la información más reciente entregada por el Observatorio Logístico del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en 2021 en nuestro territorio se transfirieron más de 31.883.305,61 toneladas.
Esto se desglosa en 9.671.504,36 toneladas de carga general, 12.898.688,24 toneladas de granel líquido, 8.144.938,24 toneladas de granel sólido, 1.093.729,77 toneladas de carga frigorizada y 74.445 toneladas sin tipificar.
Las importaciones transferidas en la Región del Biobío alcanzaron 16.508.985 toneladas, lo que representó el 27% del total de 2021. En este apartado la Región de Valparaíso fue la que representó el mayor porcentaje, con un 44% de la carga importada.
En lo que se refiere a la exportación, Biobío transfirió cargas por 10.920.531 toneladas, representando el 17% del total de carga exportada por los puertos chilenos ese año. La Región de Atacama alcanzó el 23% del total de toneladas de carga de exportación en 2021.
La información entregada por el Observatorio Logístico se actualiza en agosto de cada año, teniendo como fuente la Dirección del Territorio Marítimo y Marina Mercante (Directemar) de la Armada de Chile.
"Falta una
política de Estado para
la Marina Mercante"
Ricardo Tejada
Gerente general de la Asociación Nacional de Armadores
"Lo que planteamos es
que no tenemos ningún problema con que venga la competencia, más buques y más empresas mercantes, pero en igualdad de condiciones, eso es lo que nos preocupa, competir de igual a igual".
Para hablar del nacimiento de la Marina Mercante nacional hay que remontarse a la Colonia, cuando España controlaba el comercio. Para satisfacer las necesidades del virreinato del Perú, las exportaciones se realizaban por la ruta Panamá-Callao, lo que permitía a Chile efectuar un limitado transporte de carga por el mar.
Juan Martínez de Rozas estableció la libertad de comercio en 1811. Posteriormente, se implementaron medidas para potenciar el comercio chileno, como rebajar impuestos aduaneros a las cargas almacenadas en puertos nacionales que proviniesen de buques de bandera chilena, entre otras medidas.
La primera patente de navegación fue entregada a la fragata "Gertrudis de la Fortuna", el 26 de junio de 1818, hecho relevante en la historia de la Marina Mercante de Chile. Luego, se fundó la Compañía Naviera de Calcuta, la que estableció comercio marítimo entre el país y Asia, lo que ayudó a impulsar la actividad.
Inicios de la Marina Mercante