Reforma sobre delegados presidenciales
El pasado miércoles 31 de mayo, justo el día previo a la Cuenta Pública entregada por el Presidente de la República, Gabriel Boric, ante el Congreso pleno, el Ejecutivo ingresó a la Cámara de Diputados el Boletín Nº 15.970-07, proyecto de ley iniciado como mensaje por el mandatario y que tiene por objetivo modificar la figura del delegado presidencial tanto a nivel regional como provincial.
La iniciativa, que busca una reforma constitucional, reemplaza las figuras del delegado y delegada presidencial regional y provincial por la figura del jefe o jefa regional y provincial de Gobierno Interior, además de introducir importantes modificaciones a la estructura actual de dichas figuras.
En este contexto, el proyecto de ley establece que la nueva figura de jefe o jefa regional de Gobierno Interior tiene como principal novedad la función de coordinación de la Administración del Estado en la región para el ejercicio de las atribuciones del Presidente de la República. Además de esto, también les corresponde la coordinación con los gobiernos regionales. De hecho, a nivel de estructura orgánica, la nueva figura regional queda bajo la jerarquía del ministerio a cargo del gobierno interior, autoridad que impartirá órdenes e instrucciones directas a dicho órgano.
El proyecto también incluye que la regulación de la forma y organización con que el Presidente de la República podrá ejercer sus funciones en la región y en la provincia quedará sujeta a una ley orgánica constitucional y se agrega, como último punto, que habrá una nueva disposición transitoria, en que señala que las modificaciones tendrán efecto sólo una vez se dicte la ley orgánica referida.
Las reacciones por el ingreso de esta nueva reforma no se hicieron esperar y desde la Asociación de Gobernadores y Gobernadoras Regionales (Agorechi) critican la iniciativa sosteniendo que sólo cambiaría el nombre de la autoridad regional sin alterar realmente sus atribuciones e instaron, de inmediato, derechamente a retirarla de su tramitación.
El gobernador regional de Biobío, Rodrigo Díaz, reaccionó afirmando que "el Gobierno incumple el compromiso de descentralizar el país con el proyecto de ley ingresado ayer. Su propuesta eleva a los delegados regionales a jefes de las regiones con la responsabilidad de coordinar a todos los servicios regionales", calificando la propuesta como una "restauración del centralismo".
A sus críticas se suman otras que indican que la descentralización debe ser sin "letra chica", ya que la eliminación de la figura del Delegado Presidencial era parte del programa de Gobierno del actual mandatario y, además, fue un compromiso ratificado durante el primer año de administración.
Desde la misma Agorechi también se ha planteado que el Ejecutivo debe, al menos, modificar el proyecto de ley ingresado y se ha reprochado la falta de diálogo entre la Presidencia y los gobiernos regionales para impulsar la iniciativa, una acción que había sido posible en el caso de otros proyectos de ley, entre ellas la ley de Rentas Regionales. De esta forma, los representantes regionales estiman que el ingreso de la reforma fue apresurado y que la iniciativa refleja que el Ministerio del Interior tiene una mirada que difiere de lo que ha sido el trabajo con el Ministerio de Hacienda.
En la Región del Biobío, algunos parlamentarios ya han expresado que no apoyan la iniciativa e, incluso, manifestaron que no contará con su aprobación al momento de ser tramitado, como es el caso del senador del PS, Gastón Saavedra, y los diputados Marlen Pérez (independiente pro UDI) y el ecologista Félix González.
"El reemplazo semántico no sólo es más de lo mismo, sino que es peor que la situación actual, y vemos que es un severo retroceso al proceso de descentralización y el Gobierno debe rectificar. Hay una palabra empeñada de las más altas autoridades que se está incumpliendo, lo que nos preocupa", dijo el gobernador (s) Rodrigo Martínez.
Desde Corbiobío, Ariel Yévenes sostuvo que "lo que tenemos en la práctica es un proceso de descentralización trunco, incompleto y más bien una suerte de descentralización tutelada desde el nivel central, con muchas limitaciones de acción impuestas desde la carencia de atribuciones efectivas para los Gobiernos Regionales electos".
La recepción de la reforma constitucional, que efectivamente es un compromiso presidencial, parece indicar que el trámite legislativo será complejo y que su propuesta no logrará convencer, incluso, a quienes son parte del oficialismo, pero también son parte de las regiones. Pese a que muchos valoran la voluntad de avanzar en el tema, se trata de un ámbito que requiere cambios profundos y que sin duda deben ser parte de un diálogo amplio y transparente, que posibilite los cambios y evite que, una vez más, los avances no lleguen a tiempo.
La recepción de la reforma constitucional, que efectivamente es un compromiso presidencial, parece indicar que el trámite legislativo será complejo y que su propuesta no logrará convencer, incluso, a quienes son parte del oficialismo, pero también son parte de las regiones.