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Según informe

El estado actual

Mientras algunas especies muestran señales de recuperación, otras ya están agotadas o están sobreexplotadas. El desafío es ir mejorando los muestreos para tener más certezas acerca de las condiciones en que se encuentran estos recursos.
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El último informe respecto al estado en el cual se encuentra las principales pesquerías en Chile, indica que hay ocho de estas que están sobreexplotadas y ocho agotadas o colapsadas en el territorio nacional. De igual forma, hay otras cuatro subexplotadas y ocho en plena explotación.

El informe es presentado todos los años por la Subsecretaría de Pesca, en base a los antecedentes recogidos por el Instituto de Fomento Pesquero (Ifop), el cual es mandatado por la subsecretaría para recoger la información, por medio de los cruceros de evaluación de biomasa.

Como contexto, hay que decir que en Chile hay 45 pesquerías principales, de las cuales 24 tienen establecidos sus Puntos Biológicos de Referencia (PBR) y todos los años se actualiza su estado de situación. De igual manera, en el documento se explica que hay 17 pesquerías, principalmente recursos bentónicos, que no registran PBR, pero por diferentes indicadores, se asume que se encuentran en estado de plena explotación.

También se señala que hay cuatro pesquerías de las que no se han actualizado información, ya que se encuentran en veda extractiva o porque no hay actividad dirigida a ellas.

Entre las pesquerías que se encuentran sobreexplotadas se encuentran el congrio dorado norte, el congrio dorado sur, la merluza común, la merluza del sur, la jibia y la reineta. De igual manera, especies como la merluza de cola, la sardina austral y la merluza de tres aletas están agotadas.

Por otro lado, la anchoveta (entre Arica y Parinacota y Antofagasta), el langostino colorado (entre Arica y Parinacota y Coquimbo) y el langostino amarillo (entre Valparaíso y Biobío) están subexplotados. La anchoveta (desde Atacama hasta Los Lagos), el jurel y la sardina común (entre Valparaíso y Los Lagos) son algunas pesquerías en plena explotación.

La información recopilada en el informe que se dio a conocer en marzo de este año destaca que la actividad pesquera estuvo marcada por el regreso, tras las consecuencias causadas por la pandemia. Existe el desafío de intensificar los esfuerzos de investigación, con la finalidad de reducir incertidumbres en los procesos de evaluación, además de aumentar la cobertura de los muestreos.


en el que se encuentran las pesquerías en Chile

Los tipos de pesquerías

monitoreadas

Pelágica: Actividad extractiva sobre un recurso que habita cercano a la superficie y que es capturado mediante cerco en un área determinada. El jurel es una especie pelágica.

Demersal: En este caso el recurso extraído habita en las cercanías del fondo marino y es capturado, principalmente, mediante arrastre, espinel, palangre y enmalle en un área determinada. Algunos de estos son la merluza y el congrio.

Bentónica: Habita en el fondo marino, con movimientos lentos o sésil (vive fijado en una estructura, como una roca, por ejemplo). Es capturado manualmente o con alguna técnica basada en trampas o utensilios de pesca en un área determinada. En esta clasificación están todos los crustáceos, por ejemplo.

Nutricionista entrega aspectos esenciales

La alimentación proporcionada por el mar desarrolla la musculatura y protege el corazón

Según la profesional, falta educación en la población para fomentar un mayor consumo de estos productos, tarea que recae tanto en las familias como en la autoridad pública.
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Chile posee una costa de 6.435 kilómetros, la cual cuenta con una gran cantidad de recursos que pueden ser utilizados, de manera sustentable y racional, para la alimentación humana, con el agregado de las bondades que entregan para la salud.

Proteínas y nutrientes son abundantes en los productos que se obtienen del mar, los cuales, entre otros beneficios, ayudan al desarrollo muscular y de crecimiento en general. María Cristina Escobar, nutricionista y directora de Nutrición y Dietética en la Universidad Andrés Bello en Concepción, explicó que muchos recursos marinos proporcionan ácidos grasos esenciales, como el omega 3, el cual se asocia a la protección cardiovascular, al disminuir los niveles de colesterol LDL en sangre (conocido como colesterol malo) y eleva el colesterol HDL (denominado colesterol bueno).

"Este tipo de alimentos contribuye también a mantener los niveles de presión arterial en rangos normales e, incluso, se relaciona al retraso en el deterioro cognitivo en adultos mayores. En el caso de las embarazadas, promover el consumo de estos productos también es importante, ya que favorece el desarrollo del sistema nervioso del feto", detalló la profesional.

Escobar sostuvo que para que la ingesta de pescados y mariscos generen resultados positivos en la salud, es necesario incluirlos en la dieta por lo menos dos veces a la semana, ya sea cocidos, al horno o al vapor.

Respecto a las excusas que muchas veces aducen las personas para no consumir productos del mar, como el valor o la dificultad de conseguirlos, la nutricionista indicó que uno de los pescados que destaca por su alto contenido de omega 3, EPA y DHA es el jurel. "Este se caracteriza por ser de bajo costo y bastante accesible, reuniendo además todas las propiedades nutricionales necesarias para beneficiar nuestra salud", dijo.

Educación

Ante los beneficios descritos por María Cristina Escobar, queda claro que es básico consumir productos marinos para ayudar a una buena salud. Según información de la Subsecretaría de Pesca, cada chileno, en promedio, consume anualmente 14,9 kilos de alimentos obtenidos del mar, tanto pescados como mariscos. Esta cantidad está por debajo del promedio per cápita mundial, que son 20 kilos por año.

Consultada al respecto, la nutricionista comentó que lo esencial para fomentar el consumo de este tipo de alimentos es la educación y la promoción, no solo de sus beneficios para la salud, sino que también entregando a la población ideas originales, sabrosas y saludables de preparación que puedan mejorar sus características organolépticas y así cautivar el paladar de las personas.

"En el caso de los niños, muchas veces ellos rechazan estos alimentos por su aroma o textura, por lo que modificarlos con especias y en su forma, a través de técnicas culinarias, pueden mejorar su aceptación. Frente a esto, la industria alimentaria ha desarrollado, por ejemplo, los nuggets de pescado. Sin embargo, no podemos olvidar que son productos que van apanados y en muchos hogares chilenos los preparan fritos, por lo que dejan de ser una sana alternativa. En su reemplazo podemos preparar en casa hamburguesas de pescado, no necesariamente de pescado fresco, podemos también utilizar alternativas en conserva, como el jurel o atún", comentó.

Escobar hizo una aclaración respecto a lo anterior, en referencia a que los pescados y mariscos enlatados poseen las mismas propiedades saludables que aquellos en estado fresco. No obstante, advirtió, lo ideal es preferir aquellas conservas en agua y una vez escurrido el líquido, poner el pescado en un colador y bajo el chorro del agua, de esa manera se disminuye la cantidad de sodio que le añaden para prolongar su vida útil.

"También incluir dentro de estas recomendaciones el consumo de algas, como el cochayuyo y el luche, en ensaladas o tipo snack, lo que también repercutiría en un aumento del consumo de este tipo de alimentos", manifestó la profesional.

Cambios a edades tempranas

Para lograr cambios en los hábitos alimenticios, la nutricionista opinó que la clave es intervenir en edades tempranas, tanto por el lado de los círculos familiares como por parte de la autoridad pública, la cual "tiene como responsabilidad promover una alimentación saludable en la población. Para esto se han generado diversas estrategias públicas como lo son, por ejemplo, las Guías Alimentarias para la Población Chilena del Ministerio de Salud, en las que se establece el aumento en el consumo de pescados, mariscos o algas de lugares autorizados".

Como reflexión, María Cristina Escobar enfatizó la necesidad de generar conciencia sobre la importancia de una alimentación sana y equilibrada, siendo la mejor manera de comenzar la incorporación de pequeños cambios dentro de cada uno de los hogares.

Según explicó la

profesional, en el

caso de los niños,

muchas veces rechazan

estos alimentos por

su aroma o textura,

por lo que

modificarlos con

especias y en su

forma, a través de

técnicas culinarias,

pueden mejorar

su aceptación.