Conectividad digital necesaria
La crisis provocada por la pandemia de covid-19, que se declaró hace tres años, permitió valorar la importancia de Internet en el teletrabajo y el teleestudio, que hasta entonces habían tenido un lento avance en el mundo, pero que con la emergencia permitió a los trabajadores y estudiantes desarrollar sus labores a distancia, sin asistir en forma presencial.
La situación ahora está más normalizada, pero los expertos estiman que en adelante empresas, universidades y diversas instituciones, adoptarán un sistema de trabajo y estudio híbrido, es decir, una mezcla de actividad presencial y a distancia. El trabajo a distancia ha implicado el uso frecuente de métodos de procesamiento electrónico de información y algún medio de telecomunicación para el contacto entre el empleado y la empresa.
Es importante destacar el avance y los desafíos de la vida digital, que facilita la actividad de las personas, mejora los procesos y la velocidad de reacción frente a imprevistos. La irrupción de Internet en todo el mundo se ha transformado en un punto de inflexión para el ser humano, especialmente en términos de comunicaciones y relaciones con su entorno. Los cambios han sido profundos y vertiginosos.
En sólo dos décadas, el mundo virtual se ha instalado junto a la vida real y cotidiana. Esas conexiones han significado que el concepto de distancia se haya relativizado, y desde su aparición, el mundo está a un solo click, desde donde el usuario lo esté operando.
El 80% de los trabajadores en el mundo tuvieron que digitalizarse debido a la pandemia, pero no hay que descuidar la desconexión que puede producir, a través de la protección del talento de las personas y el nexo laboral. Del mismo modo, han aparecido las redes sociales, que se han transformado en una poderosa herramienta comunicacional y en una de las alternativas válidas para informarse y hasta para ser parte de la sociedad. Su fácil acceso y masiva interconexión les ha permitido, gracias a Internet, por ejemplo, ser uno de los medios usados para informar en las primeras horas de catástrofes, como terremotos, inundaciones o incendios forestales, aunque también su mal uso puede generar daños a la imagen y a la honra de las personas.
A septiembre de 2021, existían en Chile 4,2 millones de conexiones fijas a Internet, con un crecimiento de 13,4% en comparación con el mismo período de tiempo de 2020. De esta manera, un 67,4% cuenta con internet fijo. Tanto el tráfico como las conexiones fijas a internet aumentaron fuertemente por la situación sanitaria, los confinamientos y el despegue del teletrabajo y la teleeducación. Esta situación está sentando nuevas dinámicas digitales para las personas, las instituciones académicas y las empresas, por lo que se proyecta que esta alza de conexiones seguirá aumentando, lo que exige desarrollar diversas iniciativas para robustecer la infraestructura digital del país.
La Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, consigna que un 53% de los hogares de las capitales regionales declaró realizar gastos en servicio de pack de telecomunicaciones, lo que incluye telefonía fija, conexión a Internet, televisión pagada o cualquier otro tipo de combinaciones.
Ya las universidades habían plantearon hace algunos años las posibilidades de utilizar las conexiones de Internet para realizar algunas actividades a distancia, pero avanzaron poco hasta que la crisis sanitaria que se inició hace poco más de un año y la necesidad de que las personas se quedaran en cuarentena en sus casas obligaron a su aplicación acelerada, tal vez sin un plan muy metódico.
Durante la pandemia Internet tuvo una prueba de fuego y cumplió, al mantener conectadas a las familias, a los trabajadores con sus empresas, a los estudiantes con sus colegios y universidades, a los usuarios con los servicios públicos y la banca, y al mundo en general. Y esta conectividad llegó para quedarse.
El 80% de los trabajadores en el mundo tuvieron que digitalizarse debido a la pandemia, pero no hay que descuidar la desconexión que puede producir, a través de la protección del talento de las personas y el nexo laboral.