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María Amnesia estrena "Martín Pescador"

Compañía penquista debuta con una potente reflexión del medioambiente

A partir del texto de Francisca Díaz, que cruza el teatro con la música, se busca crear conciencia marina y ecológica, especialmente, en las nuevas generaciones.
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Por Sebastián Grant Del Río

En esa siempre merecida búsqueda de nuevos caminos artísticos, la actriz, directora y cantante penquista Francisca Díaz empezó a darle vuelta a su nuevo proyecto en diciembre del año pasado.

Fue cuando inicia la pre producción de lo que casi cuatro meses después tomó forma en "Martín Pescador", obra de su autoría y que, además, marca el debut de su nueva compañía teatral, María Amnesia Artescénicas.

Después de postular a salas para el estreno, éste quedó agendado para el viernes 21 y sábado 22 de abril, en la Sala 100 de Artistas del Acero. Las tres funciones están agendadas a las 19 horas, el primer día, y al mediodía y 16 horas, en la jornada sabatina.

Con una duración de 45 minutos, el montaje tuvo un trabajo de adaptación compartido entre la autora del texto con el director de la obra, el actor y director italiano, Davide Gorla, quien reside en Concepción hace cinco meses.

Díaz cuenta que desde chica se ha interesado en la escritura de cuentos, lo que en sus años de estudios teatrales en la UDD -obtuvo su título en 2008- combinó con obras, entre ellas, "Juana Banana" que, según confiesa, "casi nadie ha leído".

"Abandoné la escritura por temas de tiempo, pero la extrañé todos los días", acota, quien junto a su anterior compañía, Teatro La Porfía, se adjudicaron un proyecto Fondart en 2020, que les permitió realizar una serie de audiocuentos.

Recuerda que les faltaba un cuento para la actividad de mediación, que era en Coalivi. "Me propuse como escritora de ese cuento faltante. Estábamos en plena pandemia, y entre películas de monos animados, semanas enteras con mi sobrino, mi amor profundo por el mar, el encierro y los mares de plástico que se iban acumulando en las casas por los insumos pandémicos (alcohol gel, mascarillas, guantes, protectores faciales), decido escribir 'Martín Pescador'. Fue leído para niños y niñas de Coalivi, que lo disfrutaron tanto, que decidí que algún día tenía que convertirlo en obra de teatro", señala sobre un proyecto que no se quedó en la nostalgia al convertirse la obra que ahora estrena al frente de María Amnesia.

Martín se las trae

Son dos los aspectos que hacen de "Martín Pescador" una obra que despierta interés, especialmente, para el público de las infancias. Por un lado está fundada en teatro musical familiar de carácter ecológico, con una puesta en escena basada en objetos reciclados.

Martín es un niño tomecino al que sus padres y amigos llaman "Mar", ya que le gusta pasar todo el tiempo nadando en las profundidades del océano con sus amigos Huga La tortuga y Pedro El Piure. "Con ellos, también comparte una banda de rock y ritmos latinos llamada Huga y los Submarinos", indica Díaz.

Estando en las profundidades del mar, el niño no se encuentra con sus amigos. Esto, debido a que un pez de plástico transparente y gelatinoso los ha atrapado. Él se da cuenta de que no es un pez, sino que es un gran ser de plástico, lo que detona la aventura de Martín contra la contaminación.

"Creo que mi identidad artística gira en torno al teatro y a la música, la mezcla más perfecta para poner a todo mi yo en escena, es haciendo teatro musical", resume Francisca Díaz, quien en 2019 funda esta nueva compañía, buscando nuevos horizontes creativos.

- ¿Cuál es la diferencia con anteriores proyectos tuyos?

- Creo que María Amnesia es más yo, tiene más de mi identidad, contiene mi valentía y, por ende, mi libertad creadora y creativa.

- Ahora, ¿cuál es la mirada o punto de vista que le otorgas al texto y la obra?

- Es una mirada reflexiva, invitamos a la reflexión sobre el uso y abuso del plástico. Queremos dejar preguntas en nuestros espectadores. No pretendemos dar ninguna respuesta, sólo pensar, dialogar en torno a lo que realmente necesitamos para jugar, para ser felices, para estar en paz. Es una mirada donde defendemos que el medioambiente es tan parte de nosotros que si nos cuidamos a nosotros, lo cuidamos a él. Si comenzamos a valorar la simpleza, lo realmente esencial, la tierra y el mar se verán beneficiadas también.

- ¿Cómo se dio el trabajo de adaptación con Davide Gorla?

- A medida que iba escribiendo las escenas, le iba leyendo a mi sobrino de tres años, que se convirtió en mi editor (risas), porque cuando se aburría o me invitaba a jugar me hacía notar que algo faltaba o sobraba. Fui conversando con Davide y lo invité a plasmar todas sus ideas en el texto, sin ningún tipo de cuidado, a que simplemente escribiera o borrara lo que quisiera. Él había escuchado previamente el audiocuento, por lo que tenía muy clara la historia.

Material reciclado

En el contexto y curso de la propuesta, resulta interesante saber que el vestuario y escenografía de la obra están realizados en un 90% con material reciclado. La diseñadora integral y encargada de todo el arte visual del montaje, Blanca Heroven, apuntó que se concentraron en sólo ocupar materiales descartados.

"El vestuario, principalmente, se compone de ropa usada, ropa donada por la ciudadanía y por parte de los actores, y también algunas prendas han sido confeccionadas desde los desechos", señala la también pareja del director.

Javiera Hinrichs, en tanto, fue la encargada de darle el ambiente sonoro al montaje, buscando el dinamismo en la propia exploración teatral. Se compone, dice, en un gran porcentaje por canciones y atmósferas sonoras creadas y compuestas por ella, quien se inspiró en la dramaturgia de la misma.

Comentario de Música

¿Y el tercer disco? El regreso al escenario de Niño Cohete

Ensayando para tocar luego de seis años en vivo, los penquistas deben definir su camino en esta segunda etapa.
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Por Nicolás Martínez Ramírez

En el mundo musical existe una teoría que dice que el tercer disco de una banda es, probablemente, el mejor de su carrera.

Si bien no es algo que se cumpla siempre, quizás ni siquiera en la mayoría, sí tiene sentido si pensamos que con ese recorrido un grupo ya se encuentra en su madurez o cumbre creativa.

En el caso de The Beatles, por ejemplo, no se cumple. "A Hard Day's Night" (1964), su tercer larga duración, es un gran disco, pero creo que podemos estar de acuerdo en que no es el mejor.

Con The Smiths la historia es diferente: "The Queen Is Dead" (1986) marcó, de lejos, el mejor trabajo de los de Manchester.

¿Y en el caso local? Opiniones más, menos, nadie puede negar que "La Espada & La Pared" (1995) es de las mejores obras de Los Tres. En 2003, con "La Culpa", Los Bunkers dejaban atrás su etapa más "infantil" para dar paso a la mejor parte de su carrera.

En resumidas cuentas, si bien no es el mejor, siempre el tercer elepé marca un hito como un trabajo maduro y bien pensado. Sin embargo, acá hay una banda que en la cima de su carrera, quizás con el tercer disco en mente, decidieron separarse. Hablo de Niño Cohete.

Nuevo camino

Habiendo despachado el impecable debut "Aves de Chile", en 2013, y dado vida dos años más tarde a "La Era del Sur", el grupo decide tomar caminos separados a inicios de 2017. Cerraron en mayo, con un concierto en Santiago y otro en su natal Concepción, una breve pero intensa carrera de poco más de seis años.

Pablo, el vocalista, fue quien -de acuerdo al propio comunicado, decidió tomar otro camino y continuar con su proyecto solista Arranquemos del Invierno. El resto -Joaquín, Matías, Cristian y Camilo- dieron vida al proyecto Mondomamba.

A seis años de ese quiebre, Niño Cohete sorprendió al anunciar un regreso -inicialmente- por dos shows, uno en Santiago y otro en Concepción.

Surgidos en esa ola de agrupaciones post 27F en la zona, formó parte de una camada, donde también vieron la luz bandas como Los Insolentes, Mantarraya o Julia Smith, a la par de proyectos como Cantáreman o Dulce y Agraz.

Si bien todas trataron de diferenciarse -a su manera- del marcado sonido británico impuesto por Los Tres, Los Bunkers o Santos Dumont, sin duda, quien mejor lo logró fue Niño Cohete.

Abordando temáticas como el amor, la amistad, la naturaleza, la infancia o el sur, la atmósfera relajada, melancólica y positiva que envuelve a la banda los hicieron diferenciarse de sus contemporáneos y, quizás, de cualquier otro proyecto de este lado.

Cercanos a su público y habiendo pisado escenarios como REC, Lollapalooza Chile o Primavera Fauna, apuntaban aún más alto, cuando desaparecieron.

El próximo 25 de noviembre en el Teatro Biobío debe marcar el regreso de un sonido rico en calidad, también necesario para la escena actual dominada por el género urbano y el rock más independiente, este último clásico de la ciudad, pero en caída.

No sólo es necesario ese tercer disco, sino que cada uno de sus integrantes ha madurado musicalmente, lo que puede hacer esta experiencia algo muy enriquecedor para el ahora cuarteto.

¿Qué pasará? El tiempo lo dirá, pero siendo tan jóvenes y creativos, regresar y no hacer música nueva sería algo extraño. Quizás, incluso, hasta traicionar a una ciudad que siempre inspira.

Con un regreso sin su guitarrista, el sonido se verá nutrido de las experiencias de cada uno de sus integrantes.