Con un concepto que apunta a una fusión de comida peruana y chilena, además de contar con una nutrida cava, el restobar Santo Aire ya está dando que hablar en Concepción, tras pocas semanas de iniciar su marcha blanca, ofreciendo un espacio abierto y acogedor en su terraza techada que invita a dejar en el pasado el periodo más duro de la pandemia y el distanciamiento social que impuso esta emergencia sanitaria.

Situado en Lincoyán 142, en la capital regional, la idea de este local surgió en 2021. Sus propietarios se tomaron su tiempo para desarrollar un lugar en el que los detalles, ya sea en sus preparaciones y decoración, no están decididos al azar. Así lo afirma Gonzalo Villarroel, administrador de Santo Aire, quien muestra con orgullo la vidriera que resguarda los más exclusivos tragos y la ornamentación que posee el restobar.

"Se adquirió esta propiedad (en donde funcionó otro local antes) y se procedió a renovar todo, completamente, desde los pisos, el mobiliario y la cocina, la cual se amplió un poco. Ya se está construyendo un segundo piso que va a ser un reservado o un VIP para fumadores", cuenta el administrador.

Villarroel explica que el nombre del local surge de lo anteriormente mencionado, el poder crear un lugar para olvidar el encierro de la pandemia, con una terraza amplia y techada que se va a encampar en los costados para tener el confort del calor durante el invierno, manteniendo la ventilación.

Todo lo anterior dominado por un formato compuesto por tres conceptos, el primero referido a ofrecer comidas en formatos pequeños (tapas), el segundo dirigido a una cava compuesta por más de 80 variedades de vinos, de distintos rangos y precios, y, finalmente, un surtido bar.

En la actualidad, el local atiende de lunes a sábado, de 18.30 horas hasta 00.30 horas, lo cual se irá expandiendo en las próximas semanas, señala Gonzalo Villarroel. "En unos 30 a 40 días más vamos a empezar a ofrecer almuerzos. Además, incorporaremos una cafetería para captar a los clientes que están buscando tomarse un café o comerse un sándwich, en tiempos ajenos a los del almuerzo y bar", señala.

Evento

El pasado 14 de febrero Santo Aire inició su marcha blanca, ofreciendo aproximadamente el 50% del total de platos de su carta, lo que se irá incrementando con el transcurso de las semanas. "Abrir ese día (San Valentín) fue una coincidencia y fue muy afortunado porque el local se llenó. La gente quedó muy contenta", cuenta Gonzalo Villarroel.

Dentro del programa de apertura que está llevando adelante el restobar, el viernes 17 de marzo se efectuó una activación comercial, evento en el que participaron invitados especiales de la Región del Biobío, oportunidad en que tres importantes proveedores del local mostraron sus productos: Noble Corral, Coca Cola a través del whiskey Johnnie Walker, y la viña Miguel Torres.

"Por ejemplo, Noble Corral tuvo presencia con una parrilla y un parrillero que hizo algunas preparaciones que fueron complementadas por cosas hechas por nuestra cocina. Se les mostró a los clientes los cortes que se van a vender, destacando algunos de carne Angus de línea prime, como el lomo vetado, el porterhouse o las entrañas", detalla el administrador.

También se destaca como atractivo del local la presencia de una sommelier, Beatriz Betancourt, quien orienta a los clientes respecto a la carta de vinos. "Cuando llega uno y se sienta, contamos con un vino del día que ofrecemos, una pequeña degustación. Ocurre que los clientes se enganchan mucho con eso y deciden continuar, muchas veces con una copa de vino o una botella y ya se olvidan un poco de la cerveza, que también tenemos. Acá no se preparan muchas frituras, por ejemplo, papas fritas no vendemos, o chorrillanas, que son platos que van más unidos a la cerveza", explica Villarroel.

Agrega que sí se venden dos tipos de hamburguesas, una tradicional de carne y otra que bautizaron como "Cangreburger", hecha con productos del mar, la cual destaca entre los platos que tienen, señala.

Hay que mencionar que Santo Aire también cuenta con un servicio de catering, el cual puede operar en el mismo local, como también trasladarse a otros puntos, según la necesidad del cliente.

Seguridad

En Santo Aire trabajan 20 personas, pero el administrador proyecta que ese número subirá cuando tengan que crear un turno para los nuevos servicios antes mencionados de almuerzo y café. Agrega que todos los funcionarios están preparados para brindar un servicio de calidad, con garzones listos para orientar a los asistentes.

Aparte del privado que se está habilitando en el segundo nivel, ya se cuenta en el mismo piso con una cava que está lista para recibir comensales. Tanto en esa superficie como en el primer piso se cuenta con cámaras de vigilancia que fortalecen la seguridad del recinto. "La gente puede venir tranquila. Nos hemos preocupado de todos los detalles, por ejemplo, hay mesas que cuentan con un gancho en la parte inferior para que las mujeres puedan colgar su cartera y evitar cualquier problema", indica Villarroel.

Otro aspecto relevante en Santo Aire es la preocupación que se ha tenido con los vecinos del local. Para evitar molestias, se aislaron acústicamente los muros. De la misma forma, las campanas de la cocina fueron elevadas seis metros sobre su base, para evitar molestias en la liberación de olores.

"Estamos en comunicación con los vecinos, han venido a plantear algunas inquietudes, debido a su experiencia con el local que funcionó antes acá, por lo que hemos tomado en cuenta sus observaciones", plantea el administrador.

Gonzalo Villarroel enfatiza en el tiempo que se han tomado para habilitar el restobar, con todos los detalles necesarios para brindarle al cliente una experiencia de primer nivel.

Los responsables del restobar Santo Aire se han preocupado de todos los detalles para ofrecer una experiencia inolvidable a sus clientes. Prontamente se habilitará un segundo nivel y nuevos servicios.