Prioridad para las familias damnificadas
Con la llegada de la última semana de marzo, en los últimos días tanto alcaldes como habitantes de las comunas afectadas por los megaincendios forestales de febrero han expresado una vez más su preocupación por el lento avance del proceso de instalación de viviendas de emergencia, que de acuerdo al compromiso del Gobierno debe concluir antes de la llegada del invierno.
Hay que recordar que con el fin de cumplir con un ritmo de construcción de 45 viviendas diarias que había anunciado el Presidente Gabriel Boric, los primeros días de este mes el subsecretario del Interior Manuel Monsalve anunció la inyección de $1.000 millones para el proceso, con el fin de que la Delegación Regional pudiera agilizar la instalación de las casas temporales. Con esos fondos se contrataría al menos a 100 personas a través del registro de constratistas de la Cámara Chilena de la Construcción, es decir, especialistas destinados a la producción e instalación en favor de afectados por incendios forestales.
Según datos entregados por la Delegación Presidencial del Biobío a principios de esta semana, cerca de 200 viviendas ya han sido levantadas, lo que significaría un 20% del total de inmuebles requeridos, y de esa cantidad casi 150 están siendo utilizasda sin contar con la habilitación de parte de las empresas constructoras.
En paralelo, y según datos recabados en Mercado Público, Senapred ya ha adquirido 1.022 viviendas de emergencia -cifra que representa el 85% del total requerido en la Región (1.208)- todo gracias a una inversión que alcanza los $7.877 millones desde el 2 de febrero pasado. Del total de inmuebles adquiridos, un total de 565 viviendas han sido compradas por Senapred desde el 1 de marzo a la fecha, duplicando las compras realizadas en febrero, que alcanzarían las 457.
Ante esta situación la propioa delegada del Biobío, Daniela Dresdner reconoció que el ritmo de trabajo para instalar viviendas de emergencia aún no logra los estándares solicitados por el Presidente Boric. Afirmó que ha sido un trabajo constante para avanzar a la velocidad requerida y que también se ha enfocado la labor en fiscalizar que el proceso de habilitación se cumpla en los tiempos estipulados, lo que incluye la firma de convenios con las empresas sanitarias para habilitar totalmente las viviendas.
Dentro de las buenas noticias, se ha destacado que en los últimos días se han incorporado seis nuevas empresas proveedoras, que ya están en terreno haciendo los análisis para instalar las viviendas pendientes con celeridad.
"No hemos cumplido con las 45 viviendas por día, por eso el trabajo ha sido constante y preocupado para llegar a la meta presidencial, pero sobre todo que todas las viviendas de emergencia estén entregadas la primera semana de mayo, para evitar que las familias sufran complicaciones con las lluvias", afirmó esta semana la autoridad, ratificando el compromiso de evitar que quienes resultaron damnificados no deban enfrentar, además, la complicaciones del inicio del invierno.
Dentro de los alcaldes que manifestaron su preocupación se encuentra el jefe comunal de Florida, Jorge Roa, quien dio su testimonio de que hace algunos días había sólo 12 viviendas de emergencia terminadas en la comuna y entregadas ya a los grupos familiares afectados, además de otras 20 instaladas, aunque debían cumplir con 33 viviendas que esperan terminar durante la semana que comienza mañana.
Sin embargo, otrs 40 casas requeridas en la zona todavía no tenían fecha de instalación, aunque el alcalde aseguró que esperaba que estuviera todo habilitado al 30 de abril, para evitar que las familias siguieran vivienda en condiciones no adecuadas.
Una vez más, el tiempo apremia y y los plazos se acortan para quienes fueron damnificados por los megaincendios forestales más devastadores de la historia local, y que no deben enfrentar el invierno sin un techo digno. La brecha entre la meta de construcción y las viviendas requeridas continúa siendo amplia, algo que no tiene relación con la voluntad de las autoridades, pero que está evidenciando una realidad compleja y que debe ser abordada lo antes posible.
El proceso completo, desde la compra de la vivienda, hasta su posterior instalación y luego la habilitación de servicios se ha transformado en una compleja operación que no responde a la planificación realizada, pero sí a la realidad de atacar una emergencia en zonas rurales y con mayores dificultades de acceso, entre otros factores.
La búsqueda de nuevas opciones debe ser un objetivo permanente y así mantener dentro de las prioridades a quienes sufrieron las consecuencias de una tragedia nacional, que todavía tienen un largo camino por recorrer para alcanzar nuevamente la calidad de vida que tenían antes del triste mes de febrero.
Una vez más, el tiempo apremia y y los plazos se acortan para quienes fueron damnificados por los megaincendios forestales más devastadores de la historia local, y que no deben enfrentar el invierno sin un techo digno.