Estudio concluyó que más de 39 mil hectáreas presentan alto riesgo de derrumbe
Santa Juana, Tomé, Nacimiento y Florida son las comunas más complicadas por los eventuales desprendimientos de terrenos, según la investigación liderada por el Laboratorio de Ecología de Paisaje de la Universidad de Concepción.
Penco, Tomé, Concepción, Santa Juana y Hualqui son las comunas más proclives a la ocurrencia de incendios forestales, fue el resultado de una investigación realizada en diciembre del año pasado por el Laboratorio de Ecología del Paisaje de la Universidad de Concepción (UdeC). Esta información fue previa a la ocurrencia de los devastadores megaincendios de febrero y utilizando imágenes satelitales se logró determinar los grados y la severidad de los siniestros que en Biobío destruyeron, según estos datos, 147 mil 691 hectáreas.
En cuanto a superficie, este laboratorio determinó que las comunas más afectadas son: Santa Juana con 42 mil 858 hectáreas y que equivalen al 55,14% de su superficie comunal. Le sigue Nacimiento, con 32 mil 37 hectáreas que equivalen al 35,14% del total de comuna y luego viene Tomé con 18 mil 500 hectáreas, correspondientes al 37,34% de su superficie comunal.
Los análisis se realizan con las imágenes del satélite Sentinel, que sumado a otras variables, terminan en la confección de mapas de afectación.
Diagnóstico
Rodrigo Fuentes, investigador de Lep UdeC, señaló respecto a la severidad que "con esta variable evaluamos el daño en la vegetación producto de los incendios forestales. Este índice es calculado a partir del uso de imágenes satelitales inmediatamente antes y posterior al paso del incendio forestal. La diferencia entre la energía que refleja la vegetación antes y después del incendio, permite evaluar los niveles de severidad en la cual fue afectada".
El investigador agregó que "en término simples, una severidad alta a muy alta, representa una cobertura (follaje, ramas y troncos) completamente calcinados. Por el contrario, una severidad baja a intermedia mostrará solamente afectación al follaje de los árboles o arbustos afectados por el fuego".
Para calcular las coberturas, se utilizaron imágenes satelitales con una resolución de 30 metros.
Afectación
En detalle, el informe señala que en la región el 76% de los terrenos afectados por el fuego corresponden a plantaciones forestales, el 5% a bosque nativo, 10% matorral y el 9% a cultivos agrícolas y praderas. En hectáreas, esto se traduce en 116 mil 145 plantaciones con fines industriales y 7 mil 934 hectáreas de bosque nativo.
Asimismo, se determinó que existe una superficie por sobre las 39 mil hectáreas que están susceptibles a la remoción en masa, es decir, deslizamientos y derrumbes de terrenos.
El director de Lep UdeC, Cristián Echeverría, señaló que "la restauración de los paisajes, que es un proceso a través del cual se busca recuperar la integridad ecológica y la capacidad del paisaje para proveer servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar humano, se debe hacer en la dirección de reducir la vulnerabilidad de los territorios ante riesgos de incendios forestales, entre otros".
Paisajes heterogéneos
Lepe indicó que "desde antes, el estado de degradación de estos territorios estaba muy lejos de la trayectoria de la sustentabilidad, con un paisaje sometido a un intenso uso de suelo por parte de la industria forestal. Es decir, no podemos conducir la restauración al estado que tenía el paisaje un día antes del incendio, sino que hacia un nuevo paisaje multifuncional y menos vulnerable".
Esto, porque recalcó que "existen vastas áreas de plantaciones forestales con especies exóticas que incluso llegan a formar unidades continuas de cerca de 300 mil hectáreas, extendiéndose por sobre los 180 kilómetros de una región a otra de manera ininterrumpida. Son estos paisajes los que han estado sometidos a los megaincendios".