El debate por las estrategias de seguridad
La muerte del cabo primero de Carabineros, Alex Salazar, que de forma póstuma fue ascendido a suboficial mayor por la institución, provocó un profundo impacto a nivel regional y nacional, abriendo un amplio debate respecto de las atribuciones que tienen las policías para actuar en situaciones de riesgo, sino también sobre los factores que pueden incidir en que una fiscalización rutinaria a un local nocturno pueda derivar en un incidente mayor que deja a un funcionario policial fallecido y otros dos lesionados.
Es sabido que Carabineros cuenta con protocolos establecidos para abordar este tipo de situaciones, que en una buena parte se abordan tras llamados anónimos que alertan de irregularidades o derechamente de infracciones, lo que gatilla que el personal concurra al lugar y verifique la situación. De hecho, durante la audiencia de formalización del único imputado en el hecho, la Fiscalía entregó antecedentes sobre la dinámica de lo ocurrido, determinando que el local de avenida Prat, en Concepción, fue fiscalizado por tres carabineros debido a que continuaba operando más allá del horario establecido por normativa. Los efectivos arribaron al recinto y en su interior contaba con al menos 150 asistentes, algunos de los cuales agredieron con objetos a los funcionarios y opusieron resistencia a la revisión.
De acuerdo a los mismos antecedentes entregados durante la audiencia, se expuso que el formalizado -que enfrenta cuatro delitos, uno de ellos por homicidio simple- no habría sido parte del grupo que resistió la fiscalización policial, sino que habría optado por subir a su vehículo, estacionado sobre la vereda de la calle y entonces impactó a los carabineros. Salazar resultó gravemente lesionado, siendo trasladado al Hospital Guillermo Grant, donde permaneció internado en riesgo vital hasta el martes, ese día falleció.
Más allá de la tragedia que implica la muerte del cabo primero, hoy suboficial mayor, cabe preguntarse qué medidas de seguridad se mantenían con anterioridad al hecho en el sector donde se emplaza el local nocturno, específicamente en temas como permisos de funcionamiento, patente de alcoholes y fiscalizaciones en general. Es parte del discurso habitual de las autoridades que la seguridad pública tiene una arista preventiva destinada, precisamente, a evitar que las situaciones se desborden, que haya lugares que amparen delitos que manifiestamente se repiten cada fin de semana o generen, en el peor de los casos, daños a las personas que incluso puedan provocar su muerte.
En forma posterior a lo sucedido se ha lamentado el hecho y se han realizado diversos anuncios, algunos de los cuales dicen relación con acciones legales o la clausura del local donde ocurrió el atropello múltiple, pero quedan sin responder las preguntas respecto de la eficiencia de las estrategias preventivas en el sector donde ocurrió el lamentable suceso que provocó la muerte del cabo Salazar y hasta qué punto ha existido pasividad frente a algunas situaciones. Un ejemplo es que al día siguiente del fallecimiento del funcionario policial, el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, sostuvo que en el sector del Barrio Estación "hay varios locales que están conectados por puertas interiores y que por lo tanto están incurriendo en otra irregularidad más".
Por su parte, la delegada regional Daniela Dresdner, sostuvo que el caso de homicidio no es el primero que se registra en barrios bohemios de Concepción -en diciembre pasado hubo tres homicidios en una noche otro sector de locales de la comuna penquista- y afirmó que "hay medidas concretas que ya estaban en curso antes y que sin duda hay que seguir mejorándolas y generando mayor seguridad a la ciudadanía". Además, la delegada sostuvo que la situación "no responde exclusivamente al punto de más carabineros en las calles, la estrategia de fiscalización con Carabineros es algo que ya existía, se estaba haciendo constantemente y muestra de eso es lo que ocurrió que fue justamente en el proceso de una fiscalización. Tenemos que reforzar esos procedimientos para que no exista peligro para los mismos carabineros y la ciudadanía".
Por otra parte, alcaldes de comunas del Gran Concepción como Talcahuano, Coronel y Lota, llamaron a la institución a revisar sus procedimientos, apuntando a generar respaldos a su accionar en estos casos y a aumentar la dotación en aquellas zonas donde existe poca presencia policial. En el sentido opuesto, es relevante que también los municipios aborden el tema de la seguridad con medidas efectivas y de prevención, que eviten que se tomen definiciones de forma reactiva y después de que suceden los hechos.
La revisión permanente de los delitos que afectan a los ciudadanos y de los lugares más complejos puede ayudar a disminuir la percepción de inseguridad, pero también que las autoridades conozcan la realidad de las calles de sus propias comunas, que recorran de forma periódica las zonas donde transitan aquellos a quienes representan y, sobre todo, que mantengan el compromiso con quienes votaron por ellos en las urnas.
Quedan sin responder las preguntas respecto de la eficiencia de las estrategias preventivas en el sector donde ocurrió el lamentable suceso que provocó la muerte del cabo Salazar y hasta qué punto ha existido pasividad frente a algunas situaciones.