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El rubro continúa catastrando el nivel de daño para el futuro

Sector forestal: el fuego afectó a productores pequeños

Quienes se ven más complicados para los próximos años son quienes producen plantaciones a baja escala, a quienes no les será rentable comenzar desde cero en la actividad.
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Por Estefany Bastías Cisternas

Tras los megaincendios de febrero que afectaron con mayor fuerza a la Región del Biobío, los catastros se han concentrado en los damnificados que perdieron a familiares, viviendas y sus producciones, especialmente desde el punto de vista agrícola. Pero además, dentro de los terrenos afectados por los siniestros, se encontraban plantaciones forestales.

De las 430 mil hectáreas aproximadamente quemadas durante la catástrofe, unas 300 mil hectáreas corresponderían a plantaciones de bosques, entre nativos y plantados. Desde Corma (Corporación Chilena de la Madera) estimaron que son 240 mil las hectáreas de bosque plantados con árboles exóticos.

Las cifras siguen en evaluación, pero se identificó que, de las hectáreas incendiadas, alrededor del 60% les pertenecen a pequeños y medianos propietarios productores forestales.

El presidente de Corma Biobío y Ñuble, Alejandro Casagrande, explicó que lo que hoy hacen las empresas es analizar y registrar el nivel de afectación en las plantaciones. "Puede ser un daño leve, mediano o alto. Es importante porque si el daño es alto significa que no tienen uso, pero si es leve o mediano aún puede tener un uso comercial, ese es el primer análisis", contextualizó Casagrande.

Aparte se debe reconocer la edad de los árboles quemados, así saber si lo afectado corresponde a madera que iba a ser consumida pronto por ser plantaciones adultas, o si eran jóvenes y se debía esperar años para utilizarla. De ese modo, se puede conocer en qué año va a verse afectado el abastecimiento de madera.

Proyección y metas

"Las exportaciones del sector maderero son de alrededor de 7 mil millones de dólares al año, y el 70% de estas exportaciones forestales se producen en el Biobío. Saber cuánto de eso va a ser impactado lo va a arrojar las evaluaciones", destacó el presidente de Corma.

Para los productores forestales es claro que el rubro de la madera se verá afectado. Las plantaciones como el eucaliptus demora de 12 a 14 años en ser útil, y en el caso del pino entre 22 a 24 años. Muchos deberán comenzar de cero, y otros quizás desistan de volver a intentarlo.

Héctor Lisboa es propietario de bosques en la provincia de Arauco, y lleva aproximadamente 60 años trabajando de la madera. Los incendios le destruyeron varias plantaciones, y en años anteriores esos mismos sectores se quemaron y no lograron recuperarse.

"Esto nos afecta en el largo plazo más que nada. Se va a tener que gastar mucho dinero en estar mejor preparados para eventos de esta naturaleza, la rentabilidad de la actividad forestal del país estará afectada y hay que tomar medidas", recalcó Lisboa.

Otro propietario forestal afectado es Rodrigo Olguín, cuya empresa producía al año "alrededor de 200 mil metros de ruma de madera, y eso va a ser un millón de dólares menos que no vamos a recibir como venta".

La mayoría tenía asegurados sus bosques, pero lo que necesitan principalmente es la materia prima para trabajarla. Los costos para recuperar los arboles replantando son altos, pero necesarios.

Casagrande comentó que el gran desafío es que los pequeños y medianos propietarios vuelvan a plantar, porque esos son suelos para ser plantados con bosques. Si no se sigue alargando la crisis ambiental, al reforestar se mitiga la crisis del cambio climático, se protegen los cursos de agua y zonas de protección".

Proteger los suelos es una de las principales metas, porque vendrán las lluvias y si no hay una cubierta protectora, los terrenos corren peligro de desplazamiento. También se debe incorporar el riesgo de incendio como medida de precaución e incorporar en las zonas de interfase cortafuegos.

"A nosotros como pequeños forestales nos complica tener que plantar todos los años, nunca vamos a tener un bosque adulto. Somos los que abastecemos principalmente las medianas plantas y aserraderos, y esa industria también se ve afectada por la falta de madera para producir", aseguró el productor Olguín.

Lisboa expresó su preocupación por el futuro e insistió en la necesidad de "invertir para protegerse de los incendios a futuro, no va a ser muy fácil volver a recuperar los mismos niveles de rentabilidad. Hay que invertir más en el cultivo de los bosques, que en el menor superficie y tiempo tengamos mejores árboles", finalizó el productor.

Dan cierre a programa de mejoramiento al Barrio Comercial Caleta Lenga

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El año 2019, el Barrio Comercial de Caleta Lenga, en Hualpén, fue seleccionado dentro del programa Fortalecimiento de Barrios Comerciales de Sercotec, lo que he les ha permitido aumentar su competitividad gracias al acompañamiento técnico y al financiamiento.

Los locatarios accedieron durante tres años a un proyecto asociativo con actividades destinadas a fortalecer su identidad, imagen y comunicación, mejorar la oferta comercial, así como el trabajo de fachadas, mobiliario urbano y señaléticas, se sumaron acciones de seguridad y sustentabilidad.

Se contó con un financiamiento de $67 millones para el Barrio Comercial Caleta Lenga y, además se contó con la asistencia técnica en terreno del gestor que acompañó a los locatarios.

El director regional de Sercotec, Oclídes Anríquez, junto con la directora subrogante de Sernatur, Maritza San Martín y autoridades comunales, visitaron el barrio comercial y se reunieron en el ingreso a la costanera de Caleta Lenga, lugar donde se encuentra un portal construido durante el desarrollo del programa.

Para la adjudicación de los barrios, las postulaciones fueron evaluadas por comités regionales y luego por una comisión nacional de especialistas en urbanismo, comercio, economía, turismo y patrimonio, quienes seleccionaron barrios a nivel nacional para ser incorporados al programa.

La evaluación consideró criterios como el potencial de desarrollo de los barrios, la capacidad de gestión de la organización y su proyección sustentable.

El programa se implementó por primera vez el año 2015 y el 2019 fue el segundo llamado. Entre ambas convocatorias se han beneficiado 98 barrios, representativos de más de 3 mil 400 pequeños negocios.