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Clásico teatral tiene funciones hoy y mañana, en el Teatro Biobío

"Población Esperanza": vuelta a las tablas locales suma un documental

Dirigida por Migue Barra Lira, una de las piezas fundantes del teatro penquista, contará con un registro audiovisual a cargo de Leonardo de la Barra, hijo de quien fuera líder del TUC.
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Por Sebastián Grant Del Río

"Población Esperanza" tiene una significancia especial en las tablas nacionales y, especialmente, en las locales, desde que esta obra escrita por Isidora Aguirre y Manuel Rojas fuera estrenada por el elenco del TUC, Teatro de la Universidad de Concepción, en 1959, con dirección de Pedro de la Barra.

En ese entonces con un elenco integrado por Jaime Vadell, Luis Alarcón, Gustavo Sáez y Delfina Guzmán, entre otros nombres que, con los años, se transformarían en grandes figuras del teatro, cine y televisión chilena.

Seis décadas después, en octubre del año pasado, el montaje regresó a Concepción. Ahora a partir de la propuesta dirigida por Migue Barra Lira, actor y director teatral, egresado de la Escuela de Arte Dramático del Sur (Concepción-Chile) en 2004, quien como actor desde ese mismo año ha participado en más de una decena de montajes escénicos.

Con un equipo artístico y elenco siglo XXI formado por Carolina Aguilera, Claudia Barrales, Juan Barracuda, Aukanaw Campos, Graciela Fuentes, Carlos Fuentealba, Alfonso Lara, Julio Olave, Elizabeth Faúndez y Carlos Fuentealba Rifo; la obra tiene agendadoo dos pases -hoy y mañana -19.30 horas- en la Sala de Cámara del Teatro Biobío (entradas www.teatrobiobio.cl).

"Tenemos una función programada en Los Ángeles y una invitación a presentarnos en Iquique (22 abril). Antes de ello estamos en conversaciones para ir a Santiago y otras regiones, antes de generar una circulación internacional por América Latina", comentaron desde el elenco, sobre un periplo de funciones que esperan sea exitoso en convocatoria.

La trama se ambienta en la Población Esperanza, como es su nombre, espacio geográfico al borde de los límites, donde su gente resiste y convive.

"Un grupo de pobladoras y pobladores que comparten día a día sus vidas, alegrías, tristezas, miserias, sueños y las esperanzas individuales, las que se alzan como frágiles luces, permitiéndoles proyectar la miseria de sus vidas hacia la posibilidad y anhelo de un futuro mejor", ilustran, sobre un relato que plantea ese modelo sobrevivencia propio de una realidad nacional.

En ese marco, se va develando la historia de este grupo humano, donde "la esperanza por una vida más digna parece ser una ilusión truncada, absurda y fugaz", en palabras del director de la trama protagonizada por El Talao, un ladrón que intenta un cambio en su destino impulsado por Flora, visitadora social en la población.

"Esta pieza teatral escrita magistralmente por Isidora Aguirre y Manuel Rojas es un clásico del teatro chileno. Como tal, sin importar el paso de los años y el tiempo, seguirá vigente, continuará siendo importante necesaria y emocionante para cualquier presente, brutalmente conmovedora,profunda y dolorosamente trágica", resume Migue Barra Lira.

Un documental

Anexo a estas nuevas funciones, es la presencia de Leonardo de la Barra, hijo del director del montaje original, que viene con la idea de realizar un documental en torno a la figura de su padre.

"Esta filmación está dentro de un proyecto de largometraje que empecé hace 12 años. Yo vivo en Bélgica y cada vez que venía a Chile filmaba a gente que había trabajado con mi padre como Bélgica Castro, Isidora Aguirre, Teresa Ramos y Ángel Lattus del Teatro de Antofagasta, Moisés Miranda, uno de los fundadores del Teatro Experimental de la U, de Chile, Marés González y Gustavo Meza, entre muchos otros y otras", cuenta de la Barra.

Enfatiza que para su progenitor "Población Esperanza" fue muy importante a nivel personal y profesional. "Fue la primera obra que se estrena en regiones y después llega a Santiago, donde tuvo muy buena acogida de público y por la crítica de la época. Fue escrita por su comadre -Isidora Aguirre- y el escritor Manuel Rojas, y que Pedro recibió de regalo para su cumpleaño (45 años), para que la dirigiera en Concepción.

- ¿Cuál es el plan de rodaje acá?

- Grabar todo el espectáculo, por que ocuparemos extractos diferentes. Esta obra será como telón de fondo del capítulo de Pedro en Concepción. Esa historia la contarán Isidora Aguirre y gente de Concepción: Miguel Barra Lira, Cristián Romero, Graciela Fuentes, Ximena Ramírez Grandi.

Una de las voces poéticas más importantes del mundo hispanoamericano

Ida Vitale: "De niña leía la Biblia. Era bien divertida, mi 'Harry Potter"

La escritora uruguaya cumplirá 100 años y protagoniza un documental que fue presentado en España.
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Ida Vitale, una de las voces poéticas más importantes del mundo hispanoamericano, explica que de niña le gustaba leer la Biblia "por las figuras mitológicas". "Era bien divertida, mi 'Harry Potter'", confiesa la escritora uruguaya, protagonista de un documental presentado en el Festival de Málaga, España.

La cinta repasa, en un abecedario de instantes, las vivencias más íntimas de Ida Vitale, que ha pasado unos días en Málaga acompañando a la nieta de unos amigos, María Arrillaga, directora de cine.

"A veces mi abuela buscaba la Biblia donde ella la había dejado y la tenía yo, escondida en mi cuarto. Me parecía injusto que ese libro tan divertido fuera exclusivo de mi abuela", comparte entre risas.

Un regalo

En noviembre cumplirá cien años, pero eso no le impide interesarse por todo. Mira a su alrededor la ropa de las chicas que le rodean y elije: "Mira, María, qué vestido tan lindo con esas medias lunas negras".

Y se lleva a la nariz una flor de azahar limonero, un aroma que le gusta y que asocia a las calles de Málaga.

Miembro de la generación del 45 y representante de la poesía esencialista, no le gustan los diarios digitales, prefiere los otros, dice, los de siempre, los de papel, porque "te lo llevas donde quieres: a la cama, debajo de un árbol; por suerte, en Uruguay, aún existen".

Y aunque ya ha visto un par de veces el documental, señala que aún "no le toma cuerpo", lo ve como algo ajeno a ella, un "regalo" de Arrillaga que esta se apresura a desmentir: fue "mutuo", apunta la cineasta.

La película es un legado donde, a partir de cada una de las letras del abecedario, la poeta suelta una palabra, a bote pronto, que enlaza con alguno de sus momentos vitales.

Se ríe ante la idea de lo que le pueda quedar pendiente de escribir, o de contar: "A mí ya solo me queda contar los frailes", dice y acto seguido rompe en una sonora carcajada.

"¿Aquí no se dice 'mandar a alguien a contar los frailes'? Pues debe ser una herencia española, que nos dejaron bien metida la Iglesia", ironiza.

La frase, que usualmente se completa con "que dicen que falta uno", suelen usarla los padres cuando sus hijos preguntaban por algo de manera insistente.

Su infancia

La broma la lleva de nuevo a su infancia: "En Uruguay no queremos a los curas, ni mi abuela, que era una mujer sencilla, quería ni ver a los curas. No, nuestro ambiente era arreligioso. Y mi abuelo era masón".

Salta a su banco del colegio donde tenía una compañera "que era muy religiosa y a veces me trataba de captar, así, muy sutilmente (vuelve a reír). A veces me sentía un poco disminuida, porque pensaba que había una parte de esa compañerita que yo me estaba perdiendo".

Hace un juego de palabras con una de las frases que pronunció en su discurso, al recibir el Premio Cervantes con 95 años, aquel "león bien dispuesto" para lanzar sus manos delgadísimas en forma de garra mientras dice: "león bien dispuesto". Nada se toma en serio, busca la broma, contagia la risa, irradia vida Vitale.

Vuelve de nuevo a la niñez y a una de sus mayores penas, que fue no tener una mascota, "ni perro, ni gato. Hijos sí tuve, no muchos. Me sobró el varón", dice, provocativa, pero tampoco lo dice en serio.

A la pregunta de si siempre fue feminista, Vitale niega: "Ya cuando era joven me parecía una cosa pasada de moda".

"Verás, mi tía era directora de una escuela, la otra tía (...) era maestra. Todos los libros que tuve que me gustaban hab ían sido de ella. En mi familia toda las mujeres eran importantes, todas habían estudiado. Pero eso pasaba en mi familia, no vale para generalizar", advierte.

Solo se pone seria para confesar que, de no haber sido escritora, hubiera querido ser "viajera": "Pero tampoco quise soñar con posibilidades, me parecía peligroso, más vale acomodar lo que a uno le pasaba cerca".

"Nunca fui rebelde, ni me pusieron nunca límite, supongo que la rebeldía te alcanza cuando te empiezan a prohibir; a mí solo no me dejaban hacer cosas que eran incorrectas, como meter el dedo en la sopa", comenta.

Y se despide con un abrazo, fuerte, cálido. Ida Vitale. Por los siglos de los siglos. .