Personas en situación de calle pasarán por primera vez fiestas de fin de año en albergues
Cerca de 1.500 personas en la región son incapaces de cubrir su necesidad de vivienda y están concentradas en Concepción y Los Ángeles. Muchos de ellos trabajan durante el día y ocupan los recintos para pernoctar por seguridad y abrigo que entregan.
Este 2022 por primera vez se extendió la temporalidad de los albergues para personas en situación de calle de la Región de Biobío -pertenecientes al Estado-, lo cuales estarán abiertos durante las fiestas de fin de año. Esto forma parte de las modificaciones del Plan Protege Calle -ex Plan Invierno- que además ha permitido que estos recintos funcionen las 24 horas.
En concreto, los 23 albergues que hay en la región a cargo de la Seremi de Desarrollo Social, que históricamente concluían su proceso en agosto o septiembre, estarán abiertos hasta la primera y segunda semana de enero.
Así lo indicó Hedson Díaz, seremi de Desarrollo Social, quien celebró el hecho de que "muchas personas en situación de calle van a tener la posibilidad de pasar Navidad y Año Nuevo en nuestros albergues".
Situación de calle
En Biobío cerca de 1.500 personas se encuentran en situación de calle, siendo las comunas de Concepción y Los Ángeles las con mayor concentración, con 470 y 400 personas respectivamente.
De estas, en el Gran Concepción alrededor de 250 utilizan de manera regular alguno de los dispositivos que ofrece el Estado, mientras que el resto se distribuye en otros tipos de hospedajes de distintas fundaciones o en puntos calle repartidos por la ciudad.
En cuanto a los motivos que llevan a estas personas a esta situación, Díaz indicó que son multifactoriales. "Problemas psiquiátricos no tratados, uso de alcohol y drogas y desvinculación con la familia de origen son las principales causas que identificamos".
Sin embargo, la autoridad señaló que "hoy tenemos un número importante de personas que, por ejemplo, avanzan en su estado de superación y utilizan nuestros albergues para dormir, pues le dan protección y seguridad, y trabajan durante el día, en actividades de conserjería o cuidado de estacionamientos, por ejemplo".
Más pobreza
En tiempos de pandemia el número de personas que no podía cubrir su necesidad de vivienda aumentó principalmente debido a la llagada de un mayor número de migrantes sin redes de apoyo y a los altos indicadores de cesantía.
Daniela Sánchez, jefa de Operación Social del Hogar de Cristo Región del Biobío, precisó que "en pandemia hubo un aumento significativo de la extrema pobreza. Mucha gente que quedó cesante perdió sus ingresos fijos, ya no tuvo para arrendar o cubrir algún dispositivo de vivienda y entonces llegaron a la calle".
Algo que se ha mantenido principalmente debido a la precarización del trabajo. Esto ha llevado a que la edad de quienes utilizan los dispositivos del Hogar de Cristo -un hospedaje en Concepción, uno en Los Ángeles y una casa de acogida para adulto mayor- sean varones centre 20 y 30 años. "Nos ha llamado la atención que ha llegado un perfil más joven este año, porque antes en general teníamos un promedio adulto o adulto mayor", señaló Sánchez.
Nuevos puntos calle
El último tiempo también se han identificado, a través de las rutas que realiza el Hogar de Cristo, nuevos puntos calle cercanos al Parque Ecuador -tras los juegos infantiles cercanos a calle Tucapel-, hacia el Mall Mirador Biobío, el Terminal de Buses, además de aquellos que se dispersan por otras comunas como Talcahuano y Hualpén.
Ante esto, el seremi de Desarrollo Social indicó que se les invita a formar parte de los albergues, pero "las personas deben acceder de manera voluntaria a alguno de los dispositivos, si no acceden de manera voluntaria nosotros no los podemos obligar por ley, entonces es una situación que siempre genera complejidades porque la mendicidad como tal no es un delito", puntualizó Díaz.
Por esto lo que hacen en aquellos casos, que no acceden a ir a un albergue u hospedería debido principalmente al uso abusivo de alcohol y droga, ya que en las residencias está estrictamente prohibido este consumo, son intervenciones psicosociales y operativos en convenio con las redes de salud de la región para atenderlos desde un punto de vista social y médico.