Academia Petite Danse busca encantar a grandes y chicos con musical navideño
Con dos funciones, la entidad presentará "El Grinchs: ¡Salva la navidad!", una mezcla entre danza, teatro y música para toda la familia.
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Sin duda, el Grinch es uno de los personajes más típicos de la navidad. Arisco y huraño, lo cierto es que el clásico personaje verde y peludo tiene una transformación que lo hace vivir nuevamente la fiesta.
Es esta la historia que la Academia Petite Danse llevará a escena con "El Grinchs: ¡Salva la navidad!". Una que contará con 33 bailarines en escena, además de actores y cantantes. Todo con una profunda reflexión en torno al bullying. La cita será mañana en el Teatro Marina del sol, a las 11 y 14 horas.
De acuerdo a la directora de la academia, Laura Rojas, "personalmente, a mí me motivaba generar un musical con un objetivo de reflexión social y el tema que abordamos es el bullying. Para que no sea solo una instancia de entretención, sino que también los niños y los padres pongan atención a cuando vean conductas extrañas y desde donde se genera este bullying".
"La pregunta siempre es porqué el Grinch odia la navidad, pero el punto es que fue víctima de bullying, odia a todo el mundo y no quiere relacionarse con nadie. Pero la verdad es que su corazón está dañado. En eso se centra todo y, finalmente, cambie esa visión de que el Grinch es feo o malo, y damos vuelta un poquito esa historia", destacó la también licenciada y pedagoga en danza.
Escena
Con 50 minutos de duración y, luego de terminado el musical, un espacio para que los niños puedan fotografiarse con los personajes, el trabajo en torno a este montaje data desde principios de año.
Comenzando a montarlo en junio, ya que -detrás de él- hay un arduo trabajo con bailarines de diversas edades, desde los seis años hasta adultos.
"Trabajamos dos veces a la semana, sobre todo con los juveniles e infantiles. Con los adultos también hacemos cosas generales y ensayos particulares una vez a la semana", destacó Rojas.
En paralelo a este trabajo, Petite Danse también trabaja en lo que serán sus cuatro galas de finalización de año, el 17 y 18 de diciembre con cuatro presentaciones por día, el sábado de ballet clásico y al día siguiente de ritmos urbanos. Todo con el Teatro Marina del Sol como escenario.
Con más de 700 alumnos, de todas las edades, la academia ya ha logrado estabilizarse como antes de la pandemia. Con un fuerte en el ballet clásico, también ha habido -de acuerdo a su directora- un notorio aumento en el interés por los bailes urbanos.
Todo guiado por más de 35 docentes y apoyados por administrativos, y personal de aseo. Además de personas que trabajan como asistentes en cada clase.
"Tenemos cursos para pequeños de dos años, hasta de un año y medio. Y también hay cursos enfocados en ciertos rangos etarios, por ejemplo, las danzas de salón son de 30 años hacia arriba. Los ballets iniciales son entre adolescentes y hasta personas de 25 años, siempre con excepciones, porque hay gente que se atreve", señaló.
Ubicada en Rengo 449, dentro de la academia también hay un after school para los apoderados.
"Más que una guardería, es dejar a sus hijos entretenidos. Siguiendo con el aprendizaje, porque las edades tempranas son las más importantes y donde se forma el adulto. El after school está enfocado en una profesora de artes visuales, quien enseña pintura al óleo, escultura, cómic, junto a ella trabaja una docente en danza y terapias alternativas", destacó.
-¿Cuál fue la idea, en un principio, de fundar una academia de danza?
-Nosotros nacimos en 2015. Esto partió por un sueño desde pequeña, siempre quise mi escuela. Ya cuando estudié danza de manera profesional, lo quería concretar. Trabajé mucho para eso, desde la adolescencia trabajé y ahorraba. Todo eso fue mi inversión para instalarme con lo mínimo que se podía partir. Llegando a Concepción, luego de estudiar en Santiago, encontré el espacio y fue maravilloso. Mi primera intención era con cero ambición, quería poder potenciar y generar esta necesidad de que en nuestro día a día estuviera insertada la danza. Partió como una academia infantil, pero nos abrimos y hoy los adultos también son parte de Petite Danse.
-¿Siempre tu idea fue salir de acá, estudiar y volver?
-Siempre. De hecho, me ofrecieron una beca en el extranjero, pero solo quería volver. Me siento muy parte de Concepción, nunca me adapté a Santiago y pensaba que menos en el extranjero. Sigo estudiando si, en Argentina, pero acá en Conce.