Mauricio Durán cuenta la historia de Los Bunkers a través de sus canciones
En primera persona, el guitarrista entrega detalles de la vida de la banda, todo siempre vinculado a las letras e historias detrás de sus composiciones.
"¿Quién va a prestar atención a tus sueños?" Esa frase, extraída de la canción "Drive" de The Cars, es una de las primeras líneas que puede leerse antes de adentrarse en las más de 228 páginas de "Canción para mañana", libro en el que Mauricio Durán relata la historia de Los Bunkers a través de sus canciones.
Con miles de fanáticos en toda Latinoamérica prestando atención al sueño de cinco penquistas, sobre todo en Chile y México, la banda nacida en 1999 es una de las más importantes de los últimos 25 años de música nacional.
De acuerdo al guitarrista, según lo expresado en el escrito, la idea del libro nació para tratar sobre las canciones del grupo. Sin embargo, era difícil hacerlo sin hablar de la propia historia de los hermanos Francisco y Mauricio Durán, los hermanos Álvaro y Gonzalo López, y Mauricio Basualto.
"Ojalá pueda convencerlos (a los lectores) de que, impulsados por la fuerza de los eventos de la vida, cualquiera puede escribir una canción", señala el músico en una de sus páginas.
Transitando desde los inicios de la banda en Talcahuano, hasta las vivencias en Plaza Dignidad en medio del estallido, el libro tiene sus inicios en el año 2000, cuando Durán parte su escritura.
"Tuve momentos que no escribí. Si tuviera que juntar los tiempos en que me pasé escribiendo, diría que me demoré un año y medio, aproximadamente", dice.
Todo como parte de una idea que se fue incubando, más que de una decisión rápida.
Sin embargo, el mayor de los hermanos Durán es enfático en señalar que los conciertos de 2019 -Santiago y Concepción- aceleraron el proceso. "Es un proceso bastante más largo que un hecho concreto. Fue una idea que fue madurando con el tiempo", acota.
Amigos simplemente
Si hay una palabra que resume la historia de Los Bunkers es amigos. Y es que así lo describen cada uno de sus integrantes frente a diversas interrogantes.
El libro va relatando los hechos que llevaron a la formación de la agrupación en Concepción a fines de los 90, a través de la historia de diversos temas que dan vida a los siete álbumes de la banda.
También relata anécdotas de sus inicios e historias como su encuentro con Charly García, la ocasión en que Paul McCartney escuchó una de sus canciones o sus trabajos iniciales de la mano de Álvaro Henríquez.
-Cuando sientes que pasa el tiempo, ¿cuánto hay de aquellos jóvenes liceanos de Concepción en cinco hombres ya adultos y músicos consolidados?
-Hay mucho de esos jóvenes y mucho del niño que aparece al principio del libro, el niño de Talcahuano. Eso sigo reconociendo en mí, en cierta medida. Todavía reconozco a ese niño que vivía en la población René Schneider de Talcahuano y creo que ese niño es la base del libro, y de la persona que soy. Los primeros años los recuerdo con cariño, había una mezcla de seguridad e inocencia, y de mucha expectativa en lo que podíamos hacer. Recuerdo a personajes como Jorge Mendoza, Mauricio Melo, nuestros padres, compañeros de colegio, compañeros de Los Biotles. Son importante en la historia de la banda.
- En ciertos pasajes del libro entras en conceptos técnicos que, sin embargo, son de fácil entendimiento, ¿por qué quisiste hacerlo también de esa forma?
- Me interesaba que se pudieran traducir fácilmente a alguien que no tuviera los conocimientos musicales. Cuando se habla de cambios de acordes o de conjuntos, siempre hay una imagen que ejemplifica la sensación que esos acordes pueden dar. Eso es lo más importante, pasar de un SOL a un DO no le dice mucho a nadie y no es tan importante, pero decir que tal cambio ilumina una canción, la sostiene o la detiene ayuda a comprender mejor lo que se habla.
- ¿Por qué decidiste ponerle "Canción para mañana" al libro?
- Porque ponía una mirada en el futuro y, de cierta manera, el libro está dirigido a los jóvenes que hoy parten en la música o que tienen la intención de componer. Es un título que refleja estas canciones, que ya han tenido una vida y que sus historias pueden servir para alguien que empieza.
- Los Bunkers y Los Tres son dos de las bandas penquistas más importantes de la música chilena, ambas llegaron a Santiago a triunfar, ¿cómo fue su trabajo inicial junto a Álvaro Henríquez?
- Fue súper fluído. En ese tiempo, él estaba trabajando con Pettinellis y compartimos un buen tiempo. Creo que es bueno encontrarse con gente que tiene más experiencia que uno, para que te ayude a materializar las ideas. Cuando nos encontramos y lo conocimos, hablamos al tiro de colaborar y él también vio en nosotros un vehículo para trabajar ideas de producción. Fue una relación de alimento mutuo, de artistas en distintas etapas de su carrera.