Cáncer de mama: la importancia de una detección precoz para tratarlo
Pese a que esta enfermedad está más presente en mujeres mayores de 45 años, profesionales de la salud sostienen que la preocupación debe comenzar desde los 20 años, primero con autoexámenes y complementar en edades superiores con mamografías.
Si bien es una enfermedad que afecta en mayor medida a mujeres sobre los 45 años, los especialistas recomiendan que a partir de los 20 años las jóvenes tomen acciones para pesquisar eventuales señales de un cáncer en esa zona del cuerpo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el cáncer de mama es uno de los principales problemas de salud pública en el planeta. Daniela Barriga, académica de la carrera de Enfermería de la Universidad San Sebastián (USS), comenta que, a nivel nacional, este mal tiene una incidencia del 20,9%, siendo el más frecuente en mujeres. Añade que el 2020 se diagnosticaron 5.331 mujeres con cáncer de mama, según estadísticas de la Fundación Arturo López Pérez (Falp), institución con más de seis décadas de experiencia en el tratamiento del cáncer.
Respecto a la detección de la enfermedad, Fernando Chuecas, médico oncólogo y vicedecano de la Facultad de Medicina y Ciencia de la USS, indica que el cáncer de mama es más frecuente en mayores de 45 años y poco frecuente en menores de 35. "En todo caso el antecedente familiar es muy importante, por ende, de tenerlo, el control debe ser más precoz. La realización de mamografía periódica permite detectar lesiones premalignas", afirma.
Daniela Barriga complementa señalando que el riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad y en mujeres con factores de riesgo como el tener familiares directos que han tenido cáncer de mama, ovario, colon, próstata, páncreas y melanoma; no haberse embarazado; menopausia posterior a los 55 años. "Se recomienda la realización del autoexamen de mama una vez al mes desde los 20 años, que permita a las mujeres conocer su cuerpo y consultar ante cualquier anomalía", apunta.
SÍNTOMAS
La académica de Enfermería detalla los aspectos en los cuales hay que poner atención cuando se realiza un autoexamen. "Es importante señalar que esto no reemplaza una mamografía, pero tiene mucha utilidad, ya que permite detectar cambios en mujeres jóvenes que no tienen indicación de mamografía", dice.
Dentro de las anomalías que se pueden encontrar están: protuberancias, hundimiento del pezón, venas crecientes, bultos internos, lesiones en la piel, hendiduras, enrojecimiento y ardor, endurecimiento, huecos, fluidos en los pezones, diferencias entre las mamas y piel de naranja.
La profesional agrega que un pronóstico del cáncer de mama es muy bueno en etapas tempranas, por ello lo fundamental es el diagnóstico oportuno. Desde Falp recomiendan que la mamografía se realice anualmente desde los 40 años. De la misma manera, desde el Ministerio de Salud se recuerda que las mujeres entre 50 y 69 años tienen derecho a una mamografía gratis cada tres años.
Según agrega Fernando Chuecas, la incidencia del cáncer de mama ha ido en aumento en los últimos años. Consultado acerca de posibles causas, el especialista señala que probablemente tiene relación con la mayor prevalencia de obesidad, así como la mejoría en la expectativa de vida. "En cuanto a la alimentación, no hay datos definitivos más aquello que pueda influir sobre el metabolismo de los estrógenos, que puede jugar algún rol", opina.
Barriga, por su parte, invita a poner atención en factores de riesgo modificables, que son condiciones en las que cada mujer puede trabajar para disminuir la eventual aparición de la enfermedad. Dentro de esos factores menciona el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, una dieta rica en grasas y azúcares y la obesidad.
MANEJO PSICOLÓGICO
Ante un diagnóstico de cáncer de mama, es importante abordar también el aspecto psicológico que significa afrontar una situación de esa gravedad. César Carreño, psicólogo clínico y académico de Psicología de la USS, señala que en primer lugar es relevante el apoyo que puede brindar la familia.
"Un aspecto principal es asimilar la idea de que el cáncer es una enfermedad que tiene tratamiento, evitando tomar contacto con el sentimiento que muchas veces invade a la persona y a su entorno de que es una enfermedad terminal. Uno de los elementos más complejos del cáncer de mama en particular es que cuando se tienen que realizar procedimientos como la mastectomía, es algo que impacta de manera muy fuerte en la mujer y en su autoimagen, desde ahí es muy relevante que el entorno cercano de la paciente no minimice el impacto de estos procedimientos y sea capaz de validar los estados psicológicos que acompañan estos procesos", explica.