ProCultura juega sus cartas para que Lota sea Patrimonio de la Humanidad
Actualmente, la entidad se encuentra trabajando en proyectos en Lota y San Rosendo, con proyecciones a ingresar a otros territorios.
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Desde sus inicios en 2009, Fundación ProCultura se ha transformado en una entidad que busca siempre posicionar a la identidad, el patrimonio cultural y natural como ejes para el desarrollo sostenible, el bienestar y la salud mental de las comunidades donde desarrolla su labor.
Presente en el Biobío desde 2017 hoy la fundación -que lidera el psiquiatra Alberto Larraín como director ejecutivo- cuenta con dos territorios priorizados en la región, Lota y San Rosendo, y ya proyecta un trabajo en Coronel para los próximos meses.
Al mismo tiempo, ProCultura también será la encargada de ejecutar el proyecto Fndr del Gobierno Regional "Competitividad de oferta turística y creativa: puesta en valor de la identidad cultural del Biobío".
"Estamos proponiendo en cómo articular esto desde Lota, que es el destino turístico número uno que tiene la región hoy en día, después de la salida de Ñuble", señala Larraín.
Sitio de patrimonio
En julio de 2020, ProCultura se convirtió en la entidad administradora -de carácter provisorio- del Circuito Lota Sorprendente, en reemplazo de la quebrada Fundación Baldomero Lillo.
Gracias a un trabajo previo y a lo que vino luego, la entidad se transformó en uno de los actores más relevantes del Plan Lota, el cual busca que la comuna minera se transforme en un sitio de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Hoy ya como administradora oficial del circuito -desde junio y por cinco años- la institución puede realizar cambios en el lugar y tiene la capacidad de postular a fondos que tiendan a mejoras del circuito que integran el Parque Isidora Cousiño, el Museo Histórico, la Mina Chiflón del Diablo y el Pueblito Minero.
"Lota tiene todos los atributos y condiciones para ser declarada como Patrimonio de la Humanidad. No hay ninguna duda al respecto, pero para que eso llegue a suceder hay mucho trabajo por hacer previamente", apunta el psiquiatra.
Eso incluye, complementa, que "deje de ser un sueño de la gente de Lota o de quienes amamos el patrimonio, y pase a ser un sueño región. Se requieren una serie de condiciones, de resolver brechas y recuperar inmuebles para que la Unesco acepte el poder incorporar esto a la lista definitiva", aseguró, quien se reconoce como un "lotino por convicción".
Gracias al apoyo del Gobierno Regional, la fundación se encuentra generando la primera parte del expediente que presentará las excepcionalidades que reúne la comuna para convertirse en Patrimonio de la Humanidad. Actualmente, Lota se encuentra en la lista tentativa, paso previo para conseguir la declaración.
ProCultura también administra el sitio de Patrimonio Mundial de Chiloé, lugar al que entraron -por encargo del Estado- también para entender cómo funcionaba el proceso y replicarlo en Lota.
"Nos hemos encontrado, al final del día y a diferencia de lo que pasa en otros países, igual que como todo el mundo de la cultura. Supeditados a estar postulando a fondos permanentemente para financiar las acciones y eso no resiste en procesos que sean de largo aliento", señaló.
Hoy, debido al cierre de la Mina y la pandemia, el circuito pierde más de $15 millones, gasto que absorbe la fundación mes a mes.
"Tenemos claro que la comuna no es capaz de resistir otra temporada alta sin la mina, porque es el destino turístico número uno de la región. Para tener la tranquilidad de que vamos a cumplir con los estándares de experiencia y seguridad, se van a reducir los aforos y la gente no podrá comprar la entrada in situ", aseguró Larraín, señalando que la mina se abriría a mediados de enero.
Monumento nacional
Otro de los trabajos que lidera ProCultura, junto a la comunidad local, es la consecución de la declaratoria como Monumento Histórico Nacional del Conjunto Ferroviario de San Rosendo.
"Tenemos una mesa de trabajo con el municipio. Terminamos el expediente y se entregó al CMN para ser declarado como Monumento Nacional, sumando apoyo de organizaciones y actores locales y nacionales", comentó.
La idea es que la declaratoria permita destrabar los recursos necesarios para la urgente restauración del conjunto y que -en palabras de Larraín- pueda darse un espacio de vinculación entre las comunas de San Rosendo y Laja.
"Hicimos un triángulo de injerencia patrimonial, una punta es San Rosendo, otra la Península de Hualpén y la Provincia de Arauco, cruzando esos puntos lo que está en el centro es Lota. Esa es nuestra carta de navegación para los próximos años", señaló.
La idea es explorar junto al Gore en qué se puede contribuir en la Provincia de Arauco, la que -en los últimos años- ha presentado diversos problemas turísticos y de desarrollo cultural.
"A la Región le ha costado encontrar un metarelato para su tema patrimonial y creo que tiene que ver con los terremotos. Gran parte de la población siente que el tema patrimonial no es algo tan relevante. Biobío es la región con menos patrimonio protegido por número de habitantes en Chile".