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En el Biobío 345 recintos cuentan con distinción

Establecimientos apuestan por certificación que acredite calidad de educación ambiental

Las instituciones eligen si postular a nivel bajo, medio o de excelencia. Liceo Los Andes de Boca Sur y jardín infantil Granja Agroecológica Los Guindos, son dos de los reconocidos por el ministerio de Medio Ambiente.
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Por Iris Quevedo Luna

La región del Biobío lidera a nivel nacional con 345 colegios, liceos y salas cunas que cuentan con la certificación ambiental que otorga el Ministerio de Medio Ambiente. Este se da con el fin de reconocer los aportes ambientales de estos establecimientos en ámbitos académicos, de gestión y en relación con su vínculo con la comunidad.

Dependiendo de la realidad de cada institución, esta decide si postular a una certificación de nivel bajo, medio o de excelencia, basándose en un autodiagnóstico. Así lo indicó Óscar Reicher, seremi de Medio Ambiente quien detalló que de estos recintos "181 son municipales, 83 jardines infantiles con administración delegada, 36 particulares subvencionados y 4 particulares pagados", precisó la autoridad y agregó a estos se le suman los que están en el Servicio Local Público de Educación de Andalién Sur.

En concreto, el beneficio de esta certificación radica en que "se logra articular a la comunidad educativa con las redes locales y así vincularse no solamente dentro del establecimiento educacional, sino que reconocer al territorio e identificar problemáticas asociadas a su entorno", indicó Reicher.

A esto se le suma la entrega de una pauta que permite mejorar el funcionamiento desde un ámbito curricular, administrativo y de gestión. Así explicó Claudia Yévenes, encargada de Medio Ambiente del Liceo Los Andes de Boca Sur, que es uno de los 240 establecimientos que este año fueron reconocidos, o cuyo certificado fue renovado, cómo en su caso que obtuvieron nuevamente un nivel de excelencia.

Querer el territorio

"Vida saludable y conciencia ambiental", en el sello de este establecimiento de la comuna de San Pedro de la Paz que a través de su la malla curricular incluye un taller obligatorio de Ciencia y Medio Ambiente para los cursos de 7. ° a 4. ° medio, cuyas notas van sumadas en la asignatura de Ciencias.

En este taller trabajan con una metodología basada en proyectos, "de hecho varios de los proyectos científicos que realizan los alumnos están orientados en necesidades del entorno o en el huerto agroecológico que tiene el establecimiento", explicó Yévenes.

Esta es una de las formas que encontraron de extrapolar lo que hacen en el Liceo hacia la comunidad, uno de los puntos clave al momento de postular y obtener la certificación. Por esto también se organizan desde la institución limpiezas a los microbasurales que suele haber en el sector y actividades como los "Chocolates Científicos", realizados por el recinto con el fin de acercar las ciencias a los estudiantes y sus familias, además de crear y fortalecer redes con otras instituciones.

"Todo este trabajo ha servido para crear identidad y un sentido de pertenencia en los niños, para que quieran su territorio, lo protejan y se sientan orgullosos de él", manifestó.

Centro agroecológico

En Talcahuano, en la población Diego de Almagro, existe otro lugar donde los niños se familiarizan desde pequeños con su entorno. Se trata de la Granja Agroecológica Los Guindos, un jardín infantil que agrupa a 23 niños de entre 2 y 5 años.

Scarla Sáez, es educadora de párvulo en esta ex sala cuna que en 2017 transformaron y decidieron convertirlo en un jardín infantil agroecológico, "porque en el lugar donde estaba instalado había mucha potencia para el trabajo medioambiental, ya que estamos ubicados a los pies de un cerro y los vecinos tienen gallinas, aves y animales de ese tipo", contó.

En el lugar se enseña con una metodología High Scope, cuyo centro es el Aprendizaje Activo Participativo, por esto los niños tienen contacto directo con el huerto y los alimentos que obtiene de él, además de acceso para ver los animales que hay en las casas vecinas, conectadas por una puerta con el jardín.

Si bien el nivel con el que se certificaron es medio, pues "creemos que nos falta todo lo que tiene que ver con la energía renovable", la educadora reconoció que su principal característica es el trabajo en la huerta donde se "recogen los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas, generando una mezcla entre ciencia y saber popular", precisó Sáez y añadió que eso se expande a la comunidad en los voluntariados que realizan periódicamente para mantener la granja agroecológica.

181 planteles certificados a nivel regional corresponden a la educación municipal.