Bolsonaro, 45 horas después de su derrota: "Nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda"
Mandatario reprochó los bloqueos de rutas y dijo que seguirá "siendo fiel a la Constitución", pero no reconoció explícitamente el triunfo de Lula en el balotaje.
Luego de permanecer cerca de 48 horas en silencio tras el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta presidencial, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se pronunció ayer sobre los resultados de los comicios del domingo, pero sin aludir a la victoria del líder del Partido de los Trabajadores, y aseguró que seguirá "siendo fiel a la Constitución".
Desde su residencia oficial, Bolsonaro no hizo alusión al resultado, no reconoció su derrota explícitamente ni cantó victoria, ni tampoco tuvo el gesto democrático de felicitar a Lula, pero dio a entender que admitía su debacle y desautorizó al mismo tiempo los métodos de los camioneros que bloquean carreteras y piden una intervención militar frente al triunfo de Lula.
Bolsonaro agradeció a los 58 millones de electores que votaron por él y expresó el "honor" que significa "ser el líder" de esas personas que, como él, defienden los valores conservadores que están impresos en su lema: "Dios, Patria y Familia".
"La derecha surgió de verdad en este país", declaró rodeado por ministros y parlamentarios de su base aliada.
Tras la declaración de Bolsonaro, el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, responsable en el Gobierno por el proceso de transición, sí se refirió a Lula como "presidente electo".
"En base a la ley, iniciaremos el proceso de transición", indicó Nogueira.
Pocas horas después, la Corte Suprema de Brasil dio por hecho que, al ordenar la transición con el equipo del presidente electo Luiz Inacio Lula da Silva, el actual mandatario, Jair Bolsonaro, aceptó la derrota en la segunda vuelta.
Previamente, Lula había designado al vicepresidente electo de Brasil, Geraldo Alckmin, como coordinador del equipo de para realizar el proceso de transición con el actual Gobierno, anunció el PT.
El primer asunto que será tratado por el equipo de transición será "la cuestión presupuestaria", avisó el partido.
Bloqueo de camiones
Bolsonaro perdió las elecciones por una diferencia de 1,8 puntos frente a Lula, y hasta 45 horas después de confirmados los resultados no se había pronunciado ni se le había visto en público.
Fue en medio de ese silencio que desde la madrugada del lunes grupos de camioneros comenzaron a bloquear varias carreteras del país, porque no aceptan el resultado de los comicios, alegan que hubo un supuesto "fraude" y exigían "intervención militar ya", para que Bolsonaro siga en el poder.
Hasta ayer se habían producido 267 bloqueos parciales o totales de carreteras en Brasil, según datos oficiales.
Con biblias en las manos y arropados con banderas de Brasil, grupos de camioneros desafiaban la orden de la Corte Suprema que autorizaba a los gobernadores para que sus policías detuvieran la "insurrección", como fue calificado el movimiento por un grupo de fiscales brasileños.
Entonces vino el discurso de Bolsonaro, cuyo sector era acusado de estimular los bloqueos al mantener silencio y no reconocer el resultado de las urnas.
Libre tránsito
En su declaración, el mandatario dijo que estos bloqueos "son fruto de indignación y sentimiento de injusticia de cómo se dio el proceso electoral".
Luego, a modo de reproche a los manifestantes que propiciaron los bloqueos, expresó que "las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas", pero reforzó que sus métodos "no pueden ser los de la izquierda, que siempre perjudicaron a la población, como la invasión de propiedades, la destrucción de patrimonio", y no permitir "el derecho de ir y venir".
La Suprema aludió también a esa parte de la declaración para afirmar que Bolsonaro había asumido su derrota: "El Supremo Tribunal Federal destaca la importancia del pronunciamiento del Presidente de la República para garantizar el derecho de ir y venir frente a los bloqueos y, al determinar el inicio de la transición, reconoce el resultado final de las elecciones".
Al cierre de esta edición, aún se mantenían alrededor de 200 puntos de bloqueo de los transportistas descontentos con el resultado.