Secciones

  • Portada
  • Opinión
  • Actualidad
  • Nacional
  • Economía y empresas
  • Tendencias
  • Deportes
  • Clasificados
  • Defunciones
  • Página del lector
  • Espectáculos
Arthur Barbosa llegó desde Francia para debutar en la capital regional

Destacado director brasileño guiará a jóvenes músicos en gran concierto

El músico dirigirá la presentación final del Encuentro Regional de Orquestas Juveniles e Infantiles, que será hoy en el Teatro Biobío.
E-mail Compartir

Por Alejandra Herrera Mora

Mientras disfruta de la naturaleza que envuelve las instalaciones del Colegio Concepción en Pedro de Valdivia, Arthur Barbosa comparte las impresiones de su primera visita a la ciudad.

Es en la capital del Biobío donde estudiantes y profesores realizan los últimos ajustes para el concierto que se realizará hoy, 19 horas, en la Sala Principal del Teatro Biobío, cerrando IV Encuentro de Orquestas Juveniles e Infantiles.

El compositor brasileño participará por primera vez como director en este evento que reúne a más de 300 niños y adolescentes de las 18 comunas de la región.

Todo ello tras volver del Festival Internacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles Eurochestries, que se realizó en Francia a mediados de agosto.

"He dedicado mi vida a trabajar con los jóvenes, además de ser músico y compositor. Pero uno va llegando a cierta edad y realmente sientes que es una responsabilidad dejarles algo a ellos, porque son el futuro y no queremos que la música desaparezca del mundo", enfatiza el violinista de 57 años sobre las motivaciones que lo impulsan a participar en este tipo de iniciativas.

El intérprete vivió en Chile durante sus primeros años de carrera -en la década de los 90- y fue integrante de la Orquesta Filarmónica de Santiago. También ha sido parte de conjuntos musicales en Argentina y en su país natal, además de ser invitado a la dirección en agrupaciones de Estados Unidos y Europa.

Un diálogo musical

Son jóvenes de hasta 22 años los que ahora pudieron cultivar aún más sus habilidades musicales gracias a trayectorias como la de esta batuta. Se suma la oportunidad del encuentro de compartir con otros docentes, cuyos frutos también son alabados por el brasileño.

"La oportunidad que tienen ellos de trabajar con un director que estuvo por todo el mundo, es muy importante: es infundir conocimiento y entender la música como un lenguaje universal. Nosotros siempre recomendamos a los alumnos que no se queden con un solo profesor toda la vida. Es bueno que compartan con otras ideas, porque esa diversidad es la que hace que se formen como músicos, y las clases magistrales también sirven para eso", enfatiza el también compositor.

La presentación final se dividirá en dos orquestas según el nivel técnico de sus integrantes: básico e intermedio-avanzado.

En ellas Barbosa guiará tres obras. Una participación que fue posible gracias a la invitación que extendió el fundador de la Escuela de Vientos del Biobío, Miguel Galdames.

El carioca resalta que el valor de esta iniciativa -incluso- trasciende del aprendizaje técnico que implica convivir con otras personas que también hacen música. "Para tocar en las orquestas tienes que aprender a escuchar al otro, es como la vida. Uno no está hablando todo el tiempo: uno habla, luego escucha, y eso es conversación. Entonces, se crean diálogos musicales y aprenden a respetar al otro. Además, todos interpretan con un propósito en común, en una misma dirección", explica.

Es por ello que los más de 130 millones de pesos entregados por el Gobierno Regional para la realización de esta nueva versión, para Arthur Barbosa son una inversión para la ciudadanía.

"Un pueblo que puede tener acceso rápido, fácil y a veces gratuito a la cultura es un país más rico, porque no tienes condiciones o acceso a eventos culturales. Además, también sirve para tener un sentido de democracia mucho más fuerte", explica.

Sin barreras etarias

El inicio de Arthur Barbosa en la música está ligado a iniciativas que promueven la cultura. Según relata, con 9 años fue parte de un proyecto del Servicio Social de las Industrias, que enseñaba distintas disciplinas a hijos de personas que trabajaban en la manufactura. "No solo ofrecía orquesta, sino también clases de danza, ballet, coro infantil y varios deportes", detalla el intérprete.

La voluntad de dedicarse de forma profesional a la música -a los 16 años- le permitió a impulsar su carrera artística, pese a la oposición de su padre.

Afirma que esta disciplina es posible explorarla a cualquier edad, considerando las facilidades de aprender tempranamente. "Tenemos que ver que el ser humano está siempre disponible, hay personas que trabajan con gente más adulta y no hay problema en ello", concluye el director.

ORQUESTAS RECIBIERON DONACIÓN MUSICAL

E-mail Compartir

Más de un centenar de instrumentos -entre cuerdas, vientos y atriles- recibieron las 21 agrupaciones de la región que formaron parte de esta nueva versión del Encuentro de Orquestas Juveniles e Infantiles del Biobío.

La ceremonia de entrega realizada ayer fue liderada por el jefe de división de Desarrollo Humano y Social del Gobierno Regional, Simón Acuña.

Sobre la donación, señaló que "(ésta) es parte del proceso de perfeccionamiento e intercambio de experiencias", de niños y jóvenes que culminará hoy con el gran concierto programado a las siete de la tarde, en el Teatro Biobío.

Son más de 300 niños y adolescentes los que participaron en esta iniciativa que regresó luego de un receso de dos años por la pandemia.

En esta ocasión, la organización fue responsabilidad de Artistas del Acero, con la colaboración de la Fundación de Orquestas Infantiles y Juveniles (FOJI) y la Corporación Educacional Masónica de Concepción.

Edificio se encuentra vigente desde 1948

Ex Cine Windsor tiene una curiosa vinculación con la Reina Isabel II y la realeza

El actual recinto administrado por Aldea Rural, fue impulsado por Juan Akel, como parte de su aporte cultural al Gran Concepción.
E-mail Compartir

En el transitar de la historia de Chile, existen varios nombres que aportaron al desarrollo nacional y regional en distintas materias, entre ellas la cultura.

Juan Akel, médico de profesión, fue un personaje clave en la construcción de salas de espectáculo y cines en Concepción. Su aporte se vio reflejado en las edificaciones del Cine Astor en 1941, Regina (1960) y Windsor en 1948. El nombre de este último fue en homenaje a su admiración por la Reina Isabel II y la dinastía Windsor.

Las construcciones de la época se caracterizan por el uso de estructuras colosales, de gran volumetría y altura, pasando a ser escenarios de la vida social y cultural de la ciudad en su momento.

A diferencia de otras salas de espectáculo, el Cine Windsor se mantiene vigente. Esto se debe, en gran parte, al cariño que su impulsor sentía por el recinto situado en la esquina de las calles San Martín y Caupolicán.

"La familia siempre ha destacado la importancia de conservar el Cine Windsor, por lo mismo no lo han vendido ni demolido (a diferencia del Astor y Regina). Juan Akel tuvo la oportunidad de compartir con la Reina Isabel y eso le creó un vínculo emocional con ella y la familia real", contó Hansel Silva, quien actualmente dirige el espacio administrado por la corporación Aldea Rural.

El Windsor, hoy centro cultural, consta de una sala de 557 metros cuadrados, con dos niveles y una capacidad de 435 butacas, siendo el único recinto con dichas características en Concepción.

Tras su fundación en 1948, el espacio cultural ha sido ocupado con distintos fines. "Si bien comenzó como un cine, también tuvo etapas en las que se convirtió en un cine erótico, luego pasó a ser iglesia cristiana y también fue un hotel. Tras unos años de abandono, en 2018 llegamos a un acuerdo con la familia para ocupar el espacio como una sala artística y cultural, junto a la corporación Aldea Rural", detalló Silva, director de la entidad.

Hace cuatro años el lugar está en funciones como un lugar para promover las artes, siguiendo la filosofía de Akel.

Aldea Rural ha realizado ciclos de cine chileno, además de exposiciones artísticas. La institución, nacida en 2008, se dedica a la restauración patrimonial y bajo esta premisa se instalaron en el ex Cine Windsor. "En virtud del patrimonio decidimos -junto con la familia Akel- recuperarlo. Nos vimos interrumpidos por el estallido social y la pandemia, pero actualmente nos encontramos trabajando de manera presencial y en las plataformas virtuales", dijo.

El edificio, construido por Julio Schalchi, se mantiene hasta como herencia de Juan Akel en el Gran Concepción.

Su vinculación con la realeza, apuntó el encargado, lo llevó a crear un espacio de socialización y desarrollo cultural, y que en octubre, el sitio albergará una fotoexposición de Frida Kahlo.