Libro abarca música penquista entre los años 2010 y 2019
De próximo lanzamiento, la obra es un relato de carácter vivencial que considera 11 discos y su aporte al sonido de Concepción.
Con una relación formal hace más de 10 años con la música y los sonidos que emergen desde el Biobío, los periodistas Marcelo Bustamante y Eduardo Gutiérrez, están en las últimas correcciones al libro "Códigos que conocemos: los discos que cambiaron la música penquista", que lanzarán durante este semestre.
Concretado con el apoyo del Fondo de Apoyo a las Iniciativas Culturales Comunales (FAICC) del municipio de Concepción, adjudicado a mediados de 2020; en sus 200 páginas el texto tiene por objetivo abordar la escena musical penquista entre los años 2010 y 2019. Para ello toma como base 11 discos publicados a lo largo de esos años y que, según sus autores, generan un mapa cultural de la referida década.
"Es un testimonio inmediato, una foto urgente y personal que busca encapsular un trozo de historia cuyas ramificaciones aún experimentamos", comentan sus autores sobre una obra que considera títulos como "Bajo la rueda" de Cantáreman (2012), "Aves de Chile" de Niño Cohete (2013), "Pornografía" de Mantarraya (2017) y "Trino" de Dulce y Agraz (2018), entre los 11 elegidos que acá se convierten en relatos.
"Cada placa funciona como un capítulo, donde los mismos músicos (y otras personas cercanas al proyecto) revelan detalles desconocidos de sus propias obras y trayectoria", señalan, ilustrando la esencia de las partes que constituyen el todo reflexivo/musical.
Vivenciar la escena
Sobre el tiempo abarcado en la investigación y propósito (2010-2019), indican que éste es justamente una época en la que conocieron la escena desde dentro, como testigos, y no por testimonios de otras personas, y que permite acercarse a los trabajos desde la experiencia sensible.
"Nos conocimos en Radio Leufü y Casa de Salud, lugar que terminó teniendo una influencia enorme en la década. Además, hay un factor clave: fue post terremoto, y explotó un cambio que se venía gestando subterráneamente, tanto en estilo musical como en punto de vista. Nos interesaba descubrir cuáles fueron los factores que determinaron esta nueva música que sonaba tan fresca y que parecía salir de la nada", comentan los autores, unidos profesionalmente desde 2016.
- Y ¿por qué 11 para 10 años?
- Tuvimos la misma discusión, pero concluimos que reducirlo a 10 significaba dejar fuera a uno de los estilos y escenas clave para la década. No priorizamos hacer calzar números, y sí nos enfocamos en seleccionar los discos claves.
Lo propiamente sonoro, se complementa con la historia de dos hitos de la década: el ciclo "Miércoles tras bambalinas", realizado post 27/F en el Teatro Sala Dos (allí debutaron varios nombres de esta nueva generación) y el festival REC, Rock en Conce, hasta su más reciente edición.
En ese sentido, anotan que siendo testigos y partícipes del ecosistema musical de aquellos años, Bustamante y Gutiérrez, también incluyen en su relato a los bares y espacios culturales, estudios de grabación, sellos discográficos, medios de comunicación y productoras audiovisuales, entre otros actores claves que nutrieron al circuito de la capital regional durante la década.
"Hicimos una lista de todos los discos lanzados en el periodo (80), y la fuimos reduciendo de acuerdo a criterios como calidad de la grabación, impacto en la escena o la representatividad de un género que se haya desarrollado en la década. Creo que el único disco que estaba adentro desde el principio fue "Bajo la rueda" de Cantáreman, o los discos de Mantarraya, porque creíamos que eran clave para definir el nuevo sonido de Conce", sostienen, quienes realizaron más de 40 entrevistas a artistas, gestores culturales, productores, periodistas tanto locales como santiaguinos, fotógrafas y sonidistas, sumado al repaso por obras literarias y audiovisuales del tema, los autores trazan los cambios que van sucediendo en la escena durante todo el periodo.
- ¿Sienten que quedó alguno importante fuera y que por espacio no estuvo?
- Tomamos los discos escogidos como una excusa para hablar tanto de escenas locales como de otros discos, artistas, espacios culturales, locales (…) Estamos conformes con la lista, aunque en el libro igual incluimos opiniones donde nos mencionan un par de álbumes y artistas que pudieron haber estado. Durante todo el libro tratamos de reconocer nuestros puntos ciegos, para que quien lea también pueda pensar la década junto con nosotros.