El peligro de los perros abandonados en las calles
Con frecuencia, nuestros lectores plantean su preocupación, a través de cartas y fotografías, por los perros que vagan por las calles, muchos de ellos enfermos, invadidos por parásitos y en condiciones lamentables. Se trata de un problema que se ve en casi todas las ciudades, pero de acuerdo con las inquietudes que expresan, esta situación toma más fuerza en Concepción, Hualpén y Talcahuano, e incluso se reportan ataques a personas.
El 16 de julio, un vecino de Concepción denunció haber sido atacado por un grupo de perros y haber sufrido mordeduras por uno de ellos, en calle Aníbal Pinto, entre O'Higgins y San Martín, donde los animales viven con una persona en situación de calle que pernocta día y noche en el lugar. Señaló que al pasar por el lugar, sin provocación alguna, alrededor de ocho perros se abalanzaron sobre él. Tras lograr escapar, acudió al Hospital Regional a constatar lesiones, donde también le indicaron el tratamiento antirrábico que debe seguir.
Tras la pandemia de covid 19 y las inmigraciones, gran cantidad de personas se han instalado a vivir en las calles y galerías, y muchos de ellos se acompañan de perros, como medida de seguridad. También han aumentado los ataques a las personas. Se estima que más de la mitad de esos animales que vagan por las calles de la Región del Biobío, tienen dueño, por lo tanto, están abandonados, lo que revela cuál es el origen del problema y la poca conciencia que tienen las personas acerca de la tenencia responsable de sus mascotas.
La Encuesta de Actitudes hacia el Medioambiente que previo a la pandemia realizó el Centro de Investigación para la Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello, reveló un aumento en la preocupación de la ciudadanía por los perros abandonados. El estudio se efectuó para identificar la percepción de la población de Santiago, Concepción y Valparaíso sobre la tenencia responsable de animales. El 73% de los encuestados del Gran Concepción consideró a los perros abandonados un problema importante que ha ido en aumento. Los principales motivos de riesgo que ven son los ataques a las personas, la transmisión de enfermedades y que ensucian los espacios públicos. A la vez, el 12% de los encuestados ve un riesgo por la caza de animales silvestres por parte de los perros abandonados en sectores rurales. El 63% de los encuestados dijo estar de acuerdo con el control de la población de perros mediante la esterilización, mientras que el 17% consideraba que era aplicable la eutanasia, basada en el bienestar animal, y el 6% estimaba correcto utilizar cualquier método.
Con el fin de hacer frente a ese problema, los municipios han desarrollado desde 2014 planes de esterilización de perros y gatos, lo que permite ir acotando el número de animales en las calles. Es imperativo evitar su proliferación mediante estos programas y la habilitación de caniles para los casos más urgentes. Pero sobre todo, resulta fundamental que la ciudadanía comprenda que debe hacerse responsable de sus mascotas. A la vez, está el problema que representa que personas vivan en la calle, con el agregado de que se hacen acompañar por perros.
Cuando en julio de 2017 se promulgó la ley Nº 21.020 de tenencia responsable de mascotas, conocida como "Ley Cholito", se pensó que sería la solución para el problema de los animales abandonados. La iniciativa estipuló que el dueño está obligado a su adecuada identificación e inscripción a través de una plataforma informática a cargo del Ministerio del Interior y se determinó que el propietario es responsable de su alimentación, manejo sanitario y cumplimiento de la norma, a la vez que responderá civilmente por los daños que pueda causar su mascota. Como la especie tiene una identificación de microchip, en los casos de extravío podrá ser devuelta a sus propietarios. También instruyó a los municipios que los animales que estén abandonadas y no tengan la identificación podrán entregarlos a las organizaciones que se preocupan de la tenencia responsable.
Un vecino de Concepción denunció haber sido atacado por un grupo de perros y haber sufrido mordeduras, en calle Aníbal Pinto, donde los animales viven con una persona en situación de calle.