Por Nicole Reyes Cares

Además de ser un clásico en la cinematografía, el universo de ciencia ficción creado por George Lucas en 1978 es, ciertamente, una comunidad. Tanto así que, en Concepción, desde 1996 existe una organización juvenil sin fines de lucro fundada con el propósito de difundir dicha saga galáctica.

Es así como, impulsados por el mismo amor entre esta franquicia y también la música, hace cinco años la orquesta sinfónica de La Serena, "La Filarmónica de la Antena", fusiona esta afición y comienza a presentar un espectáculo musical en honor a la película.

De esta manera, luego de deslumbrar a casi 10 mil personas en el Teatro Caupolicán el mes pasado, el conjunto sinfónico en compañía del Coro Polifónico Pedro Aguirre Cerda, llega por primera vez a la ciudad con "Star Wars Sinfónico". La cita es el próximo 13 de agosto en el Teatro Universidad de Concepción con funciones a las 15 y 19 horas.

Con una duración de 175 minutos, el show busca apelar a la emotividad de niños, jóvenes y adultos que crecieron con las aventuras de la Princesa Leia y Han Solo.

"Es una instancia que reúne a familias completas. La historia es trascendental para cualquier generación", advierte Pablo Oyarzún, productor de Anime Symphonic Project (ASP), empresa con más de cinco años en el rubro y que ha sido la encargada de levantar eventos como "Dragon Ball Z Concert" (2019, 2022) o Attack on Titan En Concierto" (2022).

Ciudad romántica

Respecto a las motivaciones para traer esta propuesta a la región, Oyarzún estima que es un lugar con el que hace años viene cultivando una relación en torno a gustos en común.

"Yo digo que es mi ciudad regalona. Si bien somos del norte, es casi una obligación romántica ir a Concepción. Pese a que la orquesta no ha presentado su trabajo en el Biobío, yo sí, y siempre ha sido una experiencia hermosa. Creo que ya tengo mi público, reconocen lo que hacemos y lo importante que es para nosotros llegar directamente al corazón", indica el también músico y amante del rock.

En tanto, Jorge Legua, presidente de la Academia Pedro Aguirre Cerda, recuerda que, en sus inicios, el proyecto contaba con menos de 40 músicos. Sin embargo, con el tiempo los anhelos crecieron y así también la recepción. En esto último cree necesario mencionar la gestión de la productora ASP.

De acuerdo al coordinador cultural, "con Pablo nos conocimos haciendo lo que nos gusta. Nuestra primera colaboración fue con el montaje de 'The Legend of Zelda' (2019). Luego, creímos que sería buena idea innovar en lo que generalmente él hace (anime)".

"Así decimos potenciar nuestra labor y nos enfocamos en visibilizar la escena artística de Coquimbo, lo que de por sí es complejo, porque al ser de región es más difícil extenderse hacia otras zonas. En ese sentido estamos agradecidos de contar con esta productora y llevar este maravilloso espectáculo al Biobío", manifestó.

Además de los 87 intérpretes que conforman la agrupación coral, un total de 20 actores y cosplayers se suman a la producción. Esto, según afirma Oyarzún, con el objetivo de envolver al espectador en una atmósfera lo más cercana al filme.

Así, a lo largo de 19 temas con melodías compuestas por John Williams, la función busca ser una experiencia inmersiva. Apoyándose en performances de los integrantes de "Esgrima Jedi", más actuaciones de la Princesa Leia o el enigmático Chewbacca, la orquesta repasará desde el episodio I, "La Amenaza Fantasma" (1999), hasta entregas más recientes como "The Mandalorian" (2019).

"Sin ánimos de dar spoilers, a medida que van ocurriendo los actos, en la pantalla gigante se vislumbrará un trabajo hecho únicamente para la ocasión. Hay un homenaje, también, a una gran actriz que nos acompañó durante tantos años y que es parte importante de esta saga", adelantó el productor, agregando que ya se encuentra en miras de construir un concierto sinfónico sobre Studio Ghibli.

Para Legua, estas instancias son una oportunidad de acercar los talentos orquestales a la comunidad. "Hay un cierto prejuicio sobre las obras sinfónicas. Para algunos pueden resultar aburridas o muy elitistas, aunque claramente es lo contrario. Por eso, realizar actividades de este carácter entrega una visión más fresca y real de lo que hacemos. Evocar sonidos que son parte de los recuerdos colectivos, y a eso agregar la destreza de músicos profesionales, resulta súper fructífero para todos", sentenció.

Iniciándose a muy temprana edad en la música, Mallory Haney Loo es toda una personalidad del piano. Reconocida como una verdadera joven promesa, es a los cuatro años que la oriunda de Valparaíso tomó sus primeras clases de piano, con el profesor Ítalo Olivares.

"Recuerdo mi primer concierto, mi madre y padre se preocuparon de vestirme como una princesa, salí un poco tímida, pero sonriente. Cuando terminé de tocar, me pegué un salto del piso al suelo, ya que era tan pequeña, para dar mi reverencia, tuve que aguantar mi gran sonrisa por la emoción", explicó sobre sus primeros pasos antes de estudiar con Ximena Garretón, además de sumar el ballet con Dora Waleska.

No obstante, fue Sybil Hammersley quien la invitó a tocar el preludio para la iglesia, sumado a un himno y luego alcanzando el culto completo.

Según recuerda Haney, "el órgano me estaba llenando un vacío que siempre sentí con el piano. No quiero decir que nunca hubo noches nostálgicas que los artistas se regalan donde no me inspiraba por horas, pero siempre tuve que buscar con más ganas la emoción, la técnica, la interpretación de melodías sutiles".

Tras salir del colegio, ingresó a Jacobs School of Music, años de sacrificio pues, hubo semestres, donde pasó el límite de clases, combinando estudios con trabajo como organista en la iglesia.

Para la chilena, "otra meta personal que tuve antes de ir a estudiar a los Estados Unidos, fue ir a Europa y tocar órganos históricos y conocer sus sonidos particulares que no los encontraría en Norte America. Tuve la oportunidad de postular al French Organ Music Seminar and Festival becada donde visité Suiza, Italia y Francia".

De visita en Chile, la pianista se presentará en la Iglesia Luterana de Concepción, el viernes a las 19.30 horas, con entrada liberada.

Todo luego de una presentación el pasado domingo en la Catedral de San Pablo en Valparaíso y a días de hacer lo propio en la Catedral Anglicana de Buenos Aires, en Argentina.

Después de esto, regresa a Los Ángeles, California para terminar sus estudios en University of Southern California, Thornton School of Music.

Según señaló Haney, "para mí volver a tocar en Chile siempre es un agrado. La última ves que vine también hice un tour de tres conciertos. Uno porque me gusta y la otra razón, es porque siento que es un deber, no solo como música chilena, sino que hoy en día no hay muchas personas que se desempeñan profesionalmente en la música, específicamente la del órgano y hay pocas mujeres organistas. Se necesita promover este instrumento para mantenerlo vivo e invitar a la gente experimentar sus distintos sonidos".