Expertos plantean los desafíos del Biobío en medioambiente
La generación de energía limpia, recuperar el bosque nativo y sistemas para disponer de agua son algunas de las tareas en las cuales hay que poner énfasis en los próximos años en la Región del Biobío.
El 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que vuelve a recordar la deuda que tenemos con el cuidado del planeta y su ecosistema, de la cual la Región del Biobío no está exenta.
El territorio tiene variados desafíos en este ámbito, desde completar la descarbonización en la producción local, hasta afrontar la escasez hídrica, situación que trasciende las fronteras regionales.
Katherine Brintrup, doctora en Ciencias Ambientales y directora de la carrera de Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental de la Universidad San Sebastián, plantea que una de las tareas para el futuro en Biobío es cómo seguir produciendo energía con una baja externalidad ambiental y una emisión reducida de gases de efecto invernadero. "La Región genera más energía que la que ocupa por medio de las hidroeléctricas y termoeléctricas, por lo que una parte importante es entregada a otras regiones. Hay que incorporar nuevos proyectos de energía renovable… puede sonar fácil de cumplir, pero estamos eliminando termoeléctricas, avanzando de manera gradual en la descarbonización, y pasando por un escenario hídrico complejo", señala.
Ricardo Barra, director del Centro Eula de la Universidad de Concepción coincide con Brintrup respecto a que la descarbonización es uno de los desafíos importantes de la Región en lo medioambiental. "Creo que es prioritario que sigamos trabajando en eso. Existe un plan de recuperación ambiental y social, pero que tiene que avanzar a una velocidad más rápida. Yo entiendo que ya el subsecretario de Medio Ambiente anunció un plan de estratégico para la transición justa de una zona de rezago ambiental (como es Coronel) a una zona de rehabilitación o de restauración ambiental, lo que a mí me parece súper importante, porque ahí se pueden sentar las bases del nuevo modelo de desarrollo industrial que esta Región requiere", afirma Barra.
El director del Centro Eula vincula lo anterior con la contaminación atmosférica presente en el Concepción Metropolitano y con el plan que se encuentra en pleno desarrollo para reducir la polución local, el cual implica, por ejemplo, recambio de calefactores, mejoramiento de la aislación térmica de las viviendas y otras medidas. No obstante, advierte que son iniciativas que necesitan una mayor integración y articulación con otras de mayor nivel, como el ordenamiento del territorio.
"En ese sentido tenemos dos grandes planes, uno es el Regulador Metropolitano de Concepción, el que hoy está siendo revisado por el Gobierno Regional y por el Ministerio de Vivienda, a partir de observaciones que hizo la Contraloría. El otro es el Plan de Ordenamiento Territorial de la Región".
EXTRACTIVISMO
La actividad extractiva de recursos naturales y estratégicos es signada por muchos como una de las causantes de los problemas ambientales que la Región, y muchas otras zonas del país, sufre. En ese orden, Ariana Bertín, bióloga marina e integrante de la ONG Defensa Ambiental, asegura que Biobío tiene altos desafíos en materia de protección y conservación medioambiental, específicamente del bosque nativo, de los humedales (tanto urbanos como rurales) y del borde costero. "Dichos ecosistemas se encuentran amenazados y degradados dada la limitada regulación desde el punto de vista legal y de gobernanza. Así, por ejemplo, una de las principales industrias que ha tenido una fuerte presión en estos ecosistemas, es la industria forestal. Según datos del Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), nuestra región alberga más del 50% de los proyectos forestales del país".
Katherine Brintrup opina que la raíz del problema en sí tiene que ver con que no se concibe otro modelo de producción o de crecimiento económico que no sea el extractivismo. "Tendemos a asociar mucho la línea del incremento del Producto Interno Bruto y de crecimiento económico con la línea de crecimiento en el uso de la energía. El crecimiento solo se logra con un mayor uso de energía y la verdad es que ese es nuestro principal problema como sociedad".
Agrega que el otro escollo importante tiene que ver con la voluntariedad de ciertos sistemas de gestión ambiental. "¿A qué me refiero con la voluntariedad? No es obligatorio tener, por ejemplo, ciertos sistemas que aseguren un menor uso de energía en la industria, entonces ese también es un problema", dice.
Revertir, en la medida de lo posible, la escasez hídrica también es un desafío regional, según enfatiza Ricardo Barra, quien entrega un clarificador ejemplo de lo que ocurre en este ámbito. "Si se visita el parque Nonguén en verano, se podrá apreciar que el estero Nonguén siempre tiene agua. Eso es porque hay 3.000 hectáreas de bosque nativo que actúa como una verdadera esponja de la atmósfera, lo que genera agua. Tenemos que hacer acciones para ir recuperando ecosistemas que provean agua", insiste.
Agrega que "todas las cuencas en la Cordillera de la Costa requieren una restauración porque gran parte del agua que alimenta a todo el sistema de humedales al sur del río Biobío viene por la acción de la Cordillera de Nahuelbuta, hay que reemplazar el bosque exótico por plantaciones nativas y eso incrementará la producción hídrica y ayudará a reducir el efecto negativo de la sequía".
Ariana Bertín postula que una forma de enfrentar los desafíos de protección, conservación y restauración de los ecosistemas naturales es, en primer término, avanzar en la creación de instrumentos de protección efectivos, como planes de manejo idóneos que permitan una debida gestión ambiental de los lugares, con fiscalización activa, sanciones altas y planificación territorial.
Por su parte, Katherine Brintrup apunta también a los usos de suelo, los que han cambiado mucho en los últimos 50 años. "Teníamos bosque nativo y luego de la promulgación del Decreto Ley 701 de 1974, se impulsó de manera indirecta la plantación forestal, lo que varió el uso de suelo drásticamente", sentencia.
Queda claro, entonces, que hay mucha tarea por realizar en Biobío. Los expertos coinciden que solo un esfuerzo mancomunado de los sectores público, privado y academia, podrá hacer una diferencia en los próximos años.