"Lihuen, danza para la infancia" apuesta por convocar a la familia en torno al ecosistema
A partir de la urgencia de cuidar y hacerse cargo del ecosistema, la coreógrafa, bailarina y directora penquista presenta dos funciones de la pieza, que le hizo dar sus primeros pasos profesionalmente hace casi tres décadas de la mano de Joan Jara y Patricio Bunster.
Ciertamente, "Lihuen, danza para la infancia" sigue estando tan vigente como cuando la obra de 38 minutos fue concebida por Paola Aste en 1994. La coreógrafa, directora y bailarina se inspiró en sensibilidades ecológicas, para concebir una propuesta que volvió a remontar el año pasado.
Abordando una temática medioambiental fundada en la depredación del bosque nativo y su fauna, su mensaje está expuesto de manera clara. Ideal para que hoy y mañana, los niños y sus familias colmen la Sala Principal del Teatro Biobío.
Construida a partir de un lenguaje dirigido a los más chicos, aunque no menos atractivo para los adultos, la propuesta de la compañía de danza Calaucalis (2009) se presentará hoy y mañana, a partir de las 17 horas (entradas disponibles en TicketPlus).
Desde la danza, "Lihuen" busca crear conciencia y reforzar la importancia de la naturaleza. Una problemática tan vigente hoy, como hace casi tres décadas.
"A través de esta historia, buscamos reflexionar sobre estas temáticas y que los niños se sientan identificados en el cuidado del medioambiente, los árboles, los animales, el respeto y el amor", resume Aste, con más de tres décadas de una carrera profesional iniciada, precisamente, con este título como obra de examen final.
En la mirada de Aste, el generar conciencia es clave, porque lleva a la sensibilidad, para el cuidado y sostenimiento de la naturaleza.
"Esto reflejado en un grave problema, que ha sido la depredación de los bosques y su biodiversidad con las plantaciones de pinos o eucalipto, entre otros", acota.
Lo anterior, acota, se observa en el empresario o las forestales, que "siguen destruyendo la naturaleza, matando por la ambición económica sin límites".
- ¿Qué se cambió de la propuesta original?
- La obra ha mantenido su objetivo original, sin embargo, hemos incluido a los músicos en escena de manera continua -Jorge Briano y Martín Garrido-, además de agregar una escena de pájaros, que nos avisan como mensajeros del peligro que acecha al bosque y sus habitantes.
Ver en familia
El elenco muestra algunos bailarines formados inicialmente en el desaparecido centro de danza Calaucán (1983-2007), y que actualmente son parte de la compañía Calaucalis: Mararena Nahuelcura, Eduardo Aguilera, Andrea Briano y Daniela Pérez.
Se sumaron dos bailarinas invitadas de la compañía Con Tensión (María José Yáñez y Carola Mardones); y del colectivo Incorpóreas (Olivia Cornejo y Lissete Navarrete).
Un cuerpo de baile y músicos para un relato que cumple con algo tan básico como educar sobre el tema a las nuevas generaciones. "Creo que la educación de calidad es una herramienta maravillosa y necesaria para la formación de seres sensibles, autocríticos, reflexivos, con un valor y respeto por el otro, por el cuerpo del otro", señala Aste, apuntando el valor del arte en este plano.
- Desde esa perspectiva, ¿cuál es la propuesta a la infancia que se entrega acá desde la danza pensada como un encuentro familiar?
- La familia, sea cual sea la diversidad por la que esté compuesta es el núcleo de formación de un individuo. Entonces, qué mejor de poder realizar una obra para que en familia podamos disfrutar y reflexionar en torno al respeto y cuidado del medio ambiente.
- ¿Cómo se relata la historia?
- Se cuenta a través de una puesta en escena que abarca el movimiento como instrumento de expresión y transmisión junto a un diseño atractivo y lúdico del vestuario. Como estamos en un teatro tenemos una lumínica que va dando las atmósferas de cada escena junto a hermosas visuales. Todo esto acompañado por la creación musical que nos acerca al bosque y su diversidad sonora (compuesta por Cuti Aste).
- La danza se funda en el cuerpo y el movimiento, ¿cuál es la idea expresiva acá?
- Su expresión la fuimos investigando a través de trabajos exploratorios, una búsqueda de texturas corporales donde cada intérprete tuvo que realizar su propia investigación y luego propuestas de personajes, temperaturas y diseños corporales, profundizando en cada propuesta.