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El proceso se habría dado hace unos 10.000 años en China, el sudeste asiático o la India

La domesticación del pollo fue mucho más reciente de lo que se creía

Es tan común comerlos, que se piensa que siempre los hemos consumido, pero ahora dos estudios demuestran que nuestra compleja relación histórica con estas aves, que durante mucho tiempo fueron veneradas, fue mucho más larga.
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Por Agencias / Redacción

El pollo es uno de los animales más consumidos, pero no siempre fue así, al inicio fueron considerados animales exóticos. Dos nuevos estudios aportan datos sobre el momento de su domesticación y su propagación desde Asia hacia Occidente.

Investigaciones precedentes sugirieron que los pollos fueron domesticados hace unos 10.000 años en China, el sudeste asiático o la India, y que estaban presentes en Europa hace más de 7.000 años.

Un equipo de las universidades de Múnich y Oxford publica una investigación en Pnas, en la que los huesos más antiguos que pertenecen sin duda a un pollo doméstico (Gallus gallus domesticus) fueron encontrados en el pueblo de Ban Non Wat (Tailandia) y se datan entre 1.650 y 1.250 a.C.

Los investigadores evaluaron el estatus doméstico de restos de pollos en más de 600 yacimientos en 89 países basándose en datos arqueológicos, iconográficos y textuales. Además, relacionaron su distribución en el registro arqueológico con las sociedades humanas y sus estrategias de subsistencia.

Especie exótica

Así, descubrieron que una asociación con el cultivo del arroz probablemente inició un proceso que ha llevado a los pollos a convertirse en uno de los animales más numerosos y hallaron pruebas de que, al inicio, fueron considerados como exóticos y tuvieron que pasar varios siglos para ser usados como alimento.

El inicio del cultivo de arroz de secano en el sudeste asiático atrajo desde la selva un tipo de gallo silvestre rojo (Gallus gallus), que inició una relación más estrecha con las personas y dio lugar a los pollos actuales.

Posteriormente, sugiere la investigación, fueron transportados primero por Asia y luego por el Mediterráneo a lo largo de las rutas utilizadas por los primeros comerciantes marítimos griegos, etruscos y fenicios.

Un segundo estudio que publicó este lunes Antiquity liderado por la Universidad de Exeter (Reino Unido) analiza cuándo y cómo estos animales llegaron a Europa y el nororeste de África.

Los 23 más antiguos

El equipo usó la datación por radiocarbono para establecer la edad de 23 de los pollos más antiguos encontrados en el oeste de Eurasia y el noroeste de África, y la mayoría de los huesos eran más recientes de lo que se pensaba.

Frente a investigaciones previas que apuntaban la presencia de estos animales en Europa antes del primer milenio a.C, los nuevos datos indican que no llegaron hasta alrededor del año 800 a.C.

Tras llegar a la región mediterránea, tardaron casi otros mil años en establecerse en los climas más fríos de Escocia, Irlanda, Escandinavia e Islandia.

Los pollos no siempre fueron considerados como alimento y, durante la Edad de Hierro en Europa, eran venerados, indicó la Universidad de Exeter.

Varios de los restos más antiguos de estas aves están enterrados solos y sin sacrificar, mientras que otros ejemplares lo están junto a personas.

El Imperio Romano contribuyó a popularizar estos animales y sus huevos como alimento, que, por ejemplo, en Gran Bretaña, no se consumieron con regularidad hasta el siglo III d.C., sobre todo en sitios urbanos y militares.

"Comer pollos es tan común que la gente cree que siempre los hemos comido. Estas pruebas demuestran que nuestra relación pasada con los pollos era mucho más compleja y que durante siglos fueron celebrados y venerados", destacó la firmante del estudio Naomi Skykes, de la Universidad de Exeter.

Estos nuevos estudios ponen en entredicho lo que se sabía hasta ahora. "El hecho de que sean tan omnipresentes y populares hoy en día y, sin embargo, hayan sido domesticados hace relativamente poco tiempo, es sorprendente", agregó otra de las firmantes, Ophélie Lebrasseur, del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.

Fue fotografiada durante un bombardeo estadounidense en Vietnam

La "niña del Napalm" clama contra las guerras 50 años después de icónica foto

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Medio siglo después de que fuera fotografiada desnuda, llorando en una carretera mientras huía de un bombardeo estadounidense en un campo de Vietnam, la conocida como "la niña del napalm", Kim Phuc, hoy una mujer de 59 años, aún clama contra todas las guerras.

Fue tal el poder icónico de aquella foto, tomada un 8 de junio de 1972, considerado como uno de los factores que hizo más impopular esa guerra de Vietnam y que precipitó la derrota y salida del Ejército estadounidense un año después.

Al cumplirse 50 años de aquella fotografía, Kim Phuc se encuentra en Nueva York para participar en un panel de reporteros de guerra junto con Nick Ut, el fotógrafo de la agencia AP que tomó aquella imagen, pero que no se limitó a eso, sino que después la acompañó a un hospital para curarla de sus heridas en carne viva.

Ucrania

Phuc habla con serenidad a la agencia Efe de su propia tragedia, pero se echa a llorar cuando piensa en las guerras actuales, la de Ucrania en particular: "No hay guerra justa, toda guerra es un error, consiste en matar gente, hacer sufrir a la gente (...) Se me rompe el corazón solo de pensar en todos los que murieron a mi lado, y ahora que se repita eso... Tengo que decirlo: no más guerras, no más muertes".

La historia de Kim Phuc da para una película: tras ser quemada por el napalm estadounidense y ser sometida a 17 intervenciones para salvarla, el régimen comunista de Vietnam la sacó de la universidad -donde estudiaba Medicina- y la convirtió en un arma de propaganda política contra EE.UU.

En uno de esos viajes propagandísticos entre Moscú y La Habana, Kim aprovechó en 1992 una escala técnica en Canadá y desertó; le acompañaba su novio, otro vietnamita al que había conocido en Cuba; juntos consiguieron asilo político y luego la plena ciudadanía. Llevan 30 años casados y ya son abuelos.

"piel como de búfalo"

En varias ocasiones Kim ha descrito su piel reconstruida como "la de un búfalo", una piel rugosa sin poros que le impide sudar y todavía le da dolores, pero no le importa hablar de ello y hasta mostrar sus extensas cicatrices y dice que prefiere ver su piel "como un recordatorio de que tengo una misión, ya no como víctima, sino como superviviente, una madre y esposa y abuela que llama a la paz".

De hecho, Kim lleva varias décadas dedicada a contar su historia -generalmente al lado del Nick Ut, el fotógrafo convertido desde hace mucho en un amigo-, y ha creado la Fundación Internacional Kim Phuc con el fin primordial de sanar a los niños que las guerras deja heridos o huérfanos.

Kim reconoce que tenía un sueño, llegar a ser médica, y aunque no pudo titularse, "he conseguido llenar mis sueños de algún modo, no sanando a uno por uno, sino contando mi historia y ayudando a aliviar otros dolores".

Aquella foto que la hizo sufrir y le dio fama llegó a odiarla durante mucho tiempo: "Pensaba: ¿por qué me fotografiaron así? Era una niña desnuda que huía , fea, avergonzada. Sin embargo, ahora lo agradezco: Fue un poder que me fue dado, el de cambiar mi vida. Mírame: nunca pensé que sería una Embajadora de Buena Voluntad (de la Unesco) o que me recibiría el Papa en Roma".

Kim no guarda rencor contra nadie, "ni siquiera contra el piloto que soltó el napalm", precisa. Cuenta que descubrió el cristianismo y eso la ayudó a perdonar a sus enemigos, pero se cuida mucho de hacer cualquier comentario proselitista: simplemente esta fue su "experiencia personal".

Opinión

Día Mundial de los Océanos: Chile, la quinta costa más larga del mundo

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Este 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, fecha que nos permite reconocer y valorar la importancia que tienen en nuestras vidas. Nuestra existencia depende de ellos ya que constituyen los pulmones de nuestro planeta al producir una gran parte del oxígeno que respiramos. Su capacidad de absorber parte del dióxido de carbono que producimos permite aminorar el efecto del calentamiento global que hoy sufrimos. Además, no podemos desconocer su importancia como una gran fuente de trabajo, de recursos minerales, energéticos y alimenticios para la población.

Sin embargo, a pesar de todos estos beneficios que nos brindan, su salud está actualmente en grave peligro. La contaminación y acidificación de sus aguas, los procesos de eutrofización que los están afectando, la sobreexplotación de sus recursos, provocan serios daños en los ecosistemas costeros, así como también a la vida asociada a estos ambientes.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aprobada por la ONU el 2015, considera 17 objetivos dentro de los cuales uno de ellos busca conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos. Un manejo sustentable de los océanos es lo único que permitirá que podamos seguir contando con todos los recursos que nos brindan día a día. No debemos olvidar que la pandemia nos ha puesto a prueba en todo sentido y que también nos ha enseñado que nuestra salud depende de la salud del medio ambiente, de los océanos, del planeta, lo que nos obliga a reconstruir la relación con todo el entorno y por supuesto, con los océanos.

Es por ello que debemos tomar conciencia y reflexionar acerca del impacto nocivo que le estamos causando, y de lo importante y crucial que es poner atajo a esta situación. Debemos trabajar en conjunto por un océano saludable, a fin de restaurar su capacidad de ofrecer todos los recursos de que dispone, sin poner en riesgo su agotamiento. Es necesario generar acuerdos a nivel global y tomar acciones colectivas que permitan proteger los océanos, utilizando de forma sostenible sus recursos a fin de recuperar sus potencialidades y reponer su vitalidad.

Claudia Rojo Coordinadora del Instituto de Ciencias Naturales UDLA