Incautación de armas de fuego
Es evidente que la delincuencia se ha potenciado por la gran cantidad de armas que están en manos de antisociales y, sobre todo, de bandas de narcotraficantes, que disponen de armamento de alto calibre para utilizarlo con el fin de resguardar la distribución y venta de drogas.
El narcotráfico es el campo delictivo más relacionado con el uso de este poder de fuego. Resulta alarmante ver cómo en las redadas realizadas por las policías, se incautan pistolas y revólveres a jóvenes y hasta a niños, lo que indica que pese a los operativos que se realizan y a la destrucción de material, queda mucho más en circulación o que se va reponiendo.
El director nacional de Orden y Seguridad de Carabineros, general Marcelo Araya, ha señalado que en entre enero y abril del presente año han incautado 1.008 armas de fuego, lo que supera las 750 que se decomisaron en iguales meses del año pasado. A su vez, la PDI ha dado cuenta de la incautación de 1.562 unidades, entre armas cortas, largas y hechizas, adaptadas o modificadas para el disparo. La mayor concentración de ellas corresponde a Santiago, Valparaíso y Concepción.
En los cuatro primeros meses de 2022, Carabineros también registra 7,5 toneladas de drogas incautadas, 284 bandas criminales desarticuladas y 7.488 vehículos recuperados, lo que significa un aumento de 20,4% en relación a 2021. Los operativos y decomisos de estas sustancias se efectúan en todo el país, pero especialmente en Antofagasta, Santiago, Valparaíso e Iquique.
Ya no son extraños los casos de balaceras entre traficantes en las poblaciones, que pugnan por el control de los barrios, sino que también los asesinatos y los ajustes de cuentas de miembros de bandas rivales. En ocasiones, han caído víctimas inocentes, incluso niños, como resultado de las balas perdidas. Carabineros y la PDI incautan con frecuencia armas de fuego y municiones en sus operativos policiales, y a la vez recogen el material que la ciudadanía opta por entregar en forma voluntaria. El proceso de entrega voluntaria se realiza en cualquier unidad policial, donde la persona puede identificarse, si lo desea, o bien puede mantener el anonimato. Se levanta un acta y luego esta arma y las respectivas municiones se envían al depósito en Santiago para su destrucción, controlada por la Dirección General de Movilización Nacional, y la Comisión de Material de Guerra de las Fuerzas Armadas y Carabineros.
Autoridades señalan que han aumentado los procedimientos policiales ligados al desbaratamiento de bandas criminales y, adicionalmente, se ha incautado el material que había sido utilizado por delincuentes para cometer delitos violentos, y que se funde y recicla. Sin embargo, se calcula extraoficialmente que unas 230 mil armas legalmente inscritas en el país no tienen paradero conocido, porque han sido declaradas por sus dueños como robadas, extraviadas, o están inscritas a nombre de personas ya fallecidas.
El 25 de enero del presente año 2022 se publicó la modificación de la ley N° 17.798, sobre control de armas, con el objeto de fortalecer su institucionalidad y mejorar los mecanismos de fiscalización y trazabilidad a través de un registro. Entre las prohibiciones que se incluyen está que ninguna persona podrá poseer o tener armas largas, cuyos cañones hayan sido recortados; armas cortas, de cualquier calibre que funcionen en forma totalmente automática, armas de fantasía, entendiéndose por tales aquellas que se esconden bajo una apariencia inofensiva; armas de juguete, fogueo, balines, postones o aire comprimido, cuando sean adaptadas o transformadas para el disparo de municiones o cartuchos. La ley prohíbe las artesanales o hechizas, artefactos o dispositivos, cualquiera sea su forma de fabricación, partes o apariencia, que hayan sido creados, adaptados o transformados para el disparo; aquellas cuyos números de serie o sistemas de individualización se encuentren adulterados, borrados o que carezcan de ellos.
Entre enero y abril, Carabineros ha incautado 1.008 armas de fuego, y la PDI ha decomisado 1.562 unidades. La mayor concentración de ellas corresponde a Santiago, Valparaíso y Concepción.