Cómo evitar que el descanso desaparezca al volver a trabajar en febrero
Tomar vacaciones en febrero, es la costumbre de la mayoría de los chilenos. Sin embargo, quienes vacacionaron en enero y vuelven a trabajar en el segundo mes del año se encuentran muchas veces con alta carga laboral, porque deben reemplazar a colegas que salen de vacaciones.
"Deben hacerse cargo del trabajo propio y de una o dos personas ausentes por vacaciones. O sea, a veces hacen la gestión de tres personas. A esto se suma que en la actual coyuntura más de alguien tendrá que reemplazar a colegas con licencia médica por Covid-19, dado el alto nivel de contagios de la variante Ómicron", explica Lissette Domínguez, psicóloga laboral y directora de Atracción de Talentos de la empresa de recursos humanos SOS Group.
El riesgo de volver a trabajar en febrero es sentir que las vacaciones quedaron atrás y el descanso se diluye a los pocos días. Como ventaja es una oportunidad para aprender nuevas funciones y mostrar capacidades para proyectarse para un nuevo cargo.
Para enfrentar el trabajo en febrero sin agotarse antes de empezar el año laboral en marzo y aprovechar esta oportunidad, la experta aconseja:
Parcelar: para evitar la sensación que las próximas vacaciones están lejanas, se recomienda dejar una semana del periodo de descanso para otra etapa del año."Tener a la vista las próximas vacaciones actuará en el imaginario para motivar a trabajar", explica Domínguez.
Poner límites al empleador: si al volver a trabajar se encuentra que debe hacer las funciones de muchas personas, conviene hablar de manera transparente con el empleador o jefatura para reducir esa carga laboral según las propias capacidades y tiempo."Es mejor decir lo que se piensa, que no hacer las gestiones que se deben reemplazar, hacerlas mal, cometer errores o no efectuar bien el trabajo del reemplazado ni el propio", advierte la psicóloga. El jefe podrá reorganizar la distribución de tareas o contratar una persona externa como apoyo en las funciones.
Traspaso detallado: es necesario recibir por escrito toda la información detallada de parte del colega que será reemplazado, indicando tareas, plazos de ejecución, dónde encontrar la información y contactos.
Organizarse: conviene agrupar en un mismo horario tareas similares propias y del reemplazado, porque ayuda a avanzar de manera equilibrada y ordenada. También hay que poner atención a los plazos de tareas recibidas, para cumplir con las fechas definidas. "Si no puedo realizar una acción, hay que pedir ayuda a la jefatura, pero no dejar sin resolver ni gestionar", añade.
Mostrarse: la experta recomienda enfrentar el trabajo de febrero con una actitud positiva, pues es un desafío para aprender nuevas tareas y funciones, y mostrar las capacidades de planificación, organización, gestión, resolución de urgencias y problemas imprevistos.Asimismo es una ocasión para mostrarse realizando otros roles, incluso de mayor responsabilidad. "Por ejemplo, si reemplazo a un cargo superior, podré exhibir mis condiciones de liderazgo y coordinación, y la capacidad de asumir un puesto de mayor envergadura", concluye Domínguez.