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Por efecto del cambio climático y la sequía, entre otros

Australia incluye a koalas en la lista de especies en peligro

Anuncio del Gobierno es para animales que habitan en el este del país y han sido diezmados por los incendios forestales, sequías y cambio climático. Fundación sostiene que solo quedan entre 50 y 80 mil ejemplares.
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cronica@diarioelsur.cl

Debido a que poblaciones de koalas han sido diezmadas por los incendios forestales, las sequías, el cambio climático, la deforestación y enfermedades como la clamidia, el gobierno de Australia anunció ayer que las especies que habitan en el este del país serán consideradas animales en peligro.

De esta manera, la ministra de Medio Ambiente, Sussan Leyoy, señaló ayer a través de un comunicado que "elevaré la protección de los koalas en Nueva Gales del Sur, el Territorio de la Capital Australiana y Queensland al incluirlas en la lista de especies en peligro, en lugar de su estatus anterior de vulnerable".

Sin embargo, la medida no afectará a los otros dos estados donde habitan koalas, Australia del Sur y Victoria, cuyas poblaciones de estos animales no se consideran en peligro.

Asimismo, la autoridad ministerial indicó que al amparo de la Ley Nacional Ambiental coordinará la próxima semana con los dos gobiernos estatales de Nueva Gales del Sur y Queensland, así como el del Territorio de la Capital Australiana, que incluye a Canberra, un plan de recuperación.

Precisamente, el Ejecutivo de Canberra, que busca la reelección en los comicios de este año, ha destinado unos 53 millones de dólares a la protección de los koalas, debido a que esta causa es muy popular en el país.

2050

Según una investigación oficial de 2020, los koalas podrían extinguirse del este de Australia para el 2050 a raíz de la continua destrucción de sus hábitats y los cada vez más frecuentes desastres naturales que azotan la región.

Si bien las cifras oficiales registran 180.000 ejemplares en el este del país, Deb Tabart, de la Fundación Koala, aseguró a la radio pública ABC que en realidad quedan entre 50.000 y 80.000 ejemplares en todo el país.

Tabart agregó que "en 2019, justo después de los incendios forestales, la ministra Ley nos reunió a todos en una mesa redonda y le entregué el atlas del hábitat del koala de toda su área de distribución geográfica, que nos ha llevado 23 años crear".

Este animal autóctono de Australia, que además padece de una clamidia que le puede causar la muerte, ha perdido gran parte de su hábitat en el país a raíz del desarrollo urbano, agrícola y minero, y también por el cambio climático, así como por la comercialización de sus pieles hasta la década de 1930.

El koala (Phascolarctos cinereus), que en lengua aborigen significa "sin beber", en alusión a que el 90 por ciento de su hidratación proviene de las hojas de eucalipto que come, es especialmente sensible a cualquier cambio en el medio ambiente.

Además, permanecen unas 20 horas al día dormitando o descansando y usan las cuatro horas restantes para alimentarse con hojas de varias especies de eucaliptos.

Durante los incendios forestales del "Verano Negro" de 2019-2020, murieron más de 60.000 ejemplares. -

2050 podrían extinguirse

180 los koalas en el este de Australia a raíz de la continua destrucción de sus hábitats y los desastres naturales.

Hallan primera evidencia de enfermedad respiratoria en dinosaurios: tuvo fiebre y tos

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Un estudio publicado este jueves por la revista especializada Scientific Reports sostiene que los restos fósiles de un joven diplodocido encontrado en Estados Unidos podría proporcionar las primeras evidencias de una infección respiratoria única en los dinosaurios.

El espécimen, un gran dinosaurio herbívoro de cuello largo que fue hallado en el suroeste de Montana, data del Jurásico tardío, es decir, desde hace unos 150 millones de años, y fue apodado Dolly por los científicos.

Cary Woodruff, paleontóloga del Museo de Dinosaurios Great Plains de Malta, y otros de sus compañeros de varios países, examinaron tres vértebras cervicales de Dolly e identificaron unas protuberancias provocadas por sacos de aire nunca antes vistas en un dinosaurio y que probablemente se formaron debido a una infección respiratoria.

De esta forma, los científicos sospechan que el dinosaurio sufrió tos, fiebre, dificultad para respirar, pérdida de peso y otros síntomas propios de enfermedades respiratorias como la gripe o la neumonía.

"Dados los síntomas probables que sufrió este animal, al sostener estos huesos infectados en tus manos, no puedes evitar sentir lástima por Dolly", declaró Woodruff a la revista. "Se sintió tan mal como todos nosotros cuando estamos enfermos", añadió.

Según los estudios preliminares del equipo de paleontólogos y veterinarios, la infección respiratoria se propagó por las vértebras del cuello a través de los alvéolos, lo que provocó una deformación de estos huesos.

HONGOS

Sospechan que se trató de una infección similar a la aspergilosis, una enfermedad provocada por hongos que suele afectar a las aves y a los reptiles, y especulan con que podría haber sido la causa de la temprana muerte de Dolly.

Asimismo, además de documentar la primera aparición de una infección respiratoria de este tipo en un dinosaurio, esta infección fósil también tiene importantes implicaciones anatómicas para el sistema respiratorio de los dinosaurios saurópodos, especie de gran tamaño y cuello largo, como el "Brontosaurio", por ejemplo.

"No sólo nos ayuda a rastrear la historia evolutiva de las enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio en el tiempo, sino que nos da una mejor comprensión de los tipos de enfermedades a las que eran susceptibles los dinosaurios", sostuvo Woodruff.

Nueva clasificación

Desde ahora, la OMS considera la adicción a los videojuegos como enfermedad mental

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La lista actualizada de enfermedades de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por primera vez incluyó la adicción a los videojuegos en su apartado de desórdenes mentales, debido a que ayer entró en vigor al ser publicada por el organismo, tras aprobarla en su asamblea de mayo de 2021.

La undécima Clasificación Internacional de Enfermedades de la OMS (ICD-11), que es utilizada por los profesionales de la salud para estandarizar su labor, codifica 1,6 millones de casos clínicos y es la primera revisión de la lista en 30 años, por lo que la anterior pertenece a un tiempo en el que este trastorno apenas existía.

De esta manera, la OMS busca con esta inclusión mejorar las estadísticas sobre adicción a los videojuegos en el planeta, debido a que antes de esta estandarización, los estudios han ofrecido cifras enormemente variables sobre la prevalencia de este trastorno, que oscilan desde el 1% de la población hasta incluso el 50 por ciento, en Asia.

Según señaló el año pasado el jefe del equipo de la OMS que recopiló la lista, Robert Jakob, signos como no poder parar de jugar en internet o con una consola, desatender las amistades o el trabajo a causa de ello, en periodos superiores a un año, pueden ser síntomas de esta adicción.

POLÉMICA

La inclusión de este trastorno por parte de la organismo internacional no estuvo exenta de polémica el año pasado. De hecho, la industria de los videojuegos protestó contra su incorporación, argumentando que no había bases sólidas para considerar la adicción como una enfermedad mental propiamente tal.

Cabe señalar que la ICD-11, elaborada con datos de más de 90 países del mundo, es, a diferencia de sus antecesoras, exclusivamente digital, y no registra una versión en papel.

El listado incluye novedades en materia de medicina tradicional y salud sexual, destacó ayer la OMS.

Según datos recopilados por la consultora de mercado especializada en el rubro, Newzoo, actualmente hay por lo menos tres mil millones de gamers en todo el planeta, lo que equivale 40% de la población mundial, publicó el diario argentino Página 12.


TRES SÍNTOMAS DE ESTE DESORDEN

El juego tiene prioridad sobre otras actividades que son relegadas a la periferia de prioridades.

Existe control alterado de comportamientos, continuando o intensificándose tras consecuencias negativas.

Provoca angustia o deterioro del funcionamiento personal, familiar, social, educativo o laboral, desatendiendo las relaciones en períodos de más de un año.