Corporación Aldea Rural y el propósito que el 27/F le entregó
El director ejecutivo de esta instancia, Hansel Silva, rememora los inicios de la institución y cómo la emergencia ocurrida en 2010 redefinió los objetivos planteados cuando se creó.
El terremoto ocurrido hace ya más de una década transformó los objetivos iniciales planeados por la Corporación Cultural y Educacional Aldea Rural. En 2008, la entidad nació con la finalidad de crear una escuela agrícola en el pueblo de Rere, en Yumbel, para que los niños de esa localidad optaran por una formación técnica en ese rubro.
Así lo recuerda Hansel Silva, director ejecutivo de la corporación, quien comenta que se habían adquirido terrenos para tal proyecto, inspirado en el modelo de escuela agrícola que funciona en Las Garzas, en la comuna de San Fernando.
Posterior al 27/F, los responsables de la corporación determinaron que se esforzarían en evitar la demolición de las construcciones hechas en adobe en Rere, en un momento en que se generó una "fiebre" por demoler las estructuras compuestas por ese material. "El adobe no se podía volver a arreglar, era carísimo, un material que, pese a su nobleza, es caro de reconstruir, y nos dimos la tarea de que no se demoliera nada", enfatiza Silva.
Dentro de esos esfuerzos surgió la opción de remodelar la Casa Cano, la construcción más antigua y emblemática de Rere. Hansel Silva explica que la sucesión Jara, propietaria del inmueble, no tenía planeado demolerlo, pero no contaba con recursos para su restauración. "La traspasaron en comodato a la corporación por 25 años, con el compromiso de que la transformáramos en museo y centro cultural", dice.
El Fondo de Reconstrucción Patrimonial desarrollado en el primer gobierno de Sebastián Piñera ayudó a la recuperación. En 2012 la casa ya estaba restaurada y Silva explica que lo siguiente fue confeccionar un plan de gestión, definir qué se mostraría en su interior y cuál su funcionamiento administrativo. "El Estado la nombró Legado Bicentenario de Chile, fuimos los primeros en la Región en reconstruir un patrimonio tras el terremoto", comenta Silva.
Lo conseguido con Casa Cano atrajo la atención de instancias públicas y privadas, las cuales comenzaron a llamar a la corporación para que participara en proyectos. Hansel Silva indica que eso significó tener presencia en iniciativas desde Santiago hasta Chiloé. "Nos llevó a una serie de proyectos, declaratorias de Monumentos Nacionales e intervenciones".
Para poder visibilizar más la labor de la corporación, ésta comenzó el montaje de exposiciones de carácter internacional en 2017. La obra de Guayasamín fue la primera en mostrarse, y luego vino Dalí, Matta y Goya. No obstante, existía un inconveniente, no contaban con una galería propia y debían recurrir a otras salas. "Nos cansamos de aprovecharnos de la buena voluntad de los amigos y tomamos el antiguo cine Windsor. Llegamos a un acuerdo con la familia Akel, lo arrendamos y lo habilitamos para hacer actividades propias. Y eso es súper importante, porque en un principio solo eran actividades de la corporación, pero cuando abrimos en noviembre, tuvimos una alta demanda de otros actores culturales", explica.
Para el director ejecutivo el habilitar el ex cine fue un gran logro, considerando que es un edificio de interés patrimonial, pero eso no significa que la tarea haya terminado. Aldea Rural tiene un listado de iniciativas para el futuro, como terminar el guion museográfico de Casa Cano, habilitar una cafetería y una sala en el segundo piso del cine y crear el museo de la memoria de Coliumo, dedicado a los restos rescatados tras el tsunami de 2010.