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Documento fue presentado por oficina de abogados de Munich

Informe de abusos atribuye a Benedicto XVI no haber actuado en cuatro casos

Investigación del arzobispado de Múnich reveló cientos de abusos en esa arquidiósesis con Joseph Ratzinger en ella. Cardenal reconoció que "no se tomaban en serio los abusos". En 1.700 páginas, el "Balance del terror" documenta casos entre 1945 y 2019.
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Por Redacción

El Papa emérito Benedicto XVI sabía de la existencia de casos de abusos sexuales a jóvenes y menores cometidos por miembros de la Iglesia Católica alemana y tuvo en al menos cuatro de ellos una conducta reprochable, según denuncian los autores de un nuevo informe alemán llamado "Balance del horror".

El documento fue presentado por un despacho de abogados de Múnich tras el encargo del arzobispado de esa ciudad del sur de Alemania y sus autores declararon que las más de 1.700 páginas que documentan casos sucedidos entre los años 1945 y 2019 son un "relato del horror".

El Papa emérito fue arzobispo de Múnich y Freising entre los años 1977 y 1982, y aunque el informe reprocha también la conducta de otros altos jerarcas de la Iglesia Católica alemana, el relato que se refiere a Joseph Ratzinger (nombre real de Benedicto XVI) es el que suscitó la mayor atención en la larga exposición de su contenido a la prensa.

El informe documenta cientos de casos cometidos durante décadas, hasta prácticamente el presente, y responsabiliza a las sucesivas jerarquías eclesiásticas de no haber actuado en consecuencia, cuando menos, o incluso haberlos encubierto.

DOS CASOS

En dos de los casos atribuidos al periodo en que Ratzinger estuvo al frente de esa arquidiócesis, los abusos fueron presuntamente cometidos por dos clérigos que daban asistencia espiritual y contra los cuales no se actuó en absoluto.

Los investigadores están convencidos de que Ratzinger tuvo conocimiento del caso del párroco identificado como Peter H., quien en 1980 fue trasladado del obispado de Essen al de Múnich tras haber sido acusado de pedófilo y que en su nuevo destino siguió cometiendo abusos.

En concreto se refieren a que aunque Ratzinger declara ahora que no participó en la reunión celebrada el 15 de enero de 1980 en la que se debatió sobre ese párroco, el registro oficial de ese encuentro constata que el entonces arzobispo hizo comentarios sobre un servicio fúnebre y sobre detalles de una conversación que había tenido con el Papa Juan Pablo II.

Ulrich Wastl, uno de los abogados, aseguró que Ratzinger tenía "que haber conocido los acontecimientos".

235 POSIBLES ABUSADORES

El informe aborda al menos los casos de 497 personas, de los cuales el 60% corresponde a menores de edad (más de la mitad varones), y contabiliza a 235 presuntos autores de los abusos, de ellos 173 sacerdotes y 9 diáconos.

Los abogados llegaron a la conclusión de que muchos de los sacerdotes y diáconos continuaron ejerciendo sus funciones después de conocerse su comportamiento; cuarenta de los religiosos siguieron prestando consejo espiritual y en 18 casos a pesar de haber sido objeto de una "condena relevante" por parte de sus superiores.

En el informe también se reprocha al cardenal arzobispo de Múnich y expresidente de la Conferencia Episcopal alemana, Reinhard Marx -que fue quien lo encargó- por su comportamiento en relación con dos casos de presuntos abusos y además se le acusa de no prestar suficiente atención a ese tipo de comportamientos.

A pesar de que desde 2010 existe gran cantidad de datos sobre casos de abusos presuntamente cometidos por religiosos que todavía estaban vivos, los autores del informe indican que el cardenal Marx solo lanzó una pequeña cantidad de investigaciones.

Marx presentó en 2021 su dimisión al Papa Francisco como gesto ante los abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica alemana tras los informes divulgados sobre el comportamiento de la jerarquía de la ciudad de Colonia, pero el pontífice la rechazó y alabó su "coraje".

El Vaticano encomendó a una comisión apostólica el análisis de lo sucedido en esa arquidiócesis después de que el excardenal Rainer Maria Woelki admitió que en ella se produjo un "encubrimiento sistémico" de abusos a menores, tras conocerse un informe de lo ocurrido entre 1975 y 2018.

MARX "AVERGONZADO"

El cardenal Marx se declaró "avergonzado" tras la publicación del informe.

"Mis primeros pensamientos son para los afectados por los abusos sexuales, que han experimentado daño y sufrimiento a manos de representantes de la Iglesia, sacerdotes y otros empleados eclesiásticos", aseguró.

"Me siento corresponsable de lo que ha ocurrido con la institución de la Iglesia en las últimas décadas (...) Sabemos desde hace años que la Iglesia no tomaba en serio los abusos sexuales", agregó.


RATZINGER EXPRESÓ "VERGÜENZA" Y REVISARÁ INFORME

El Papa emérito Benedicto XVI examinará en los próximos días el informe de la archidiócesis de Múnich, según comunicó su secretario personal, monseñor Georg Gänswein. "El Papa emérito, como ya ha repetido varias veces durante los años de su pontificado, manifiesta su conmoción y vergüenza por los abusos a menores cometidos por clérigos", sostuvo Gänswein. El Papa alemán, de 94 años que vive en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano desde su renuncia en 2013, expresó "su cercanía personal y su oración por todas las víctimas, algunas de las cuales conoció en sus viajes apostólicos".

235 presuntos abusadores contabiliza la investigación.

497 casos de abuso reportó el informe, 60% menores.

Presidente estadounidense advitió que habrá una "respuesta severa"

Biden: "Si Rusia cruza a Ucrania será visto como una invasión"

La tensión se mantiene al rojo vivo en torno a Rusia y Ucrania. Blinken y Lavrov se reúnen hoy en Ginebra, mientras EE.UU. envía armas a Kiev.
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aclaró que cualquier tipo de incursión rusa en territorio ucraniano será considerada "una invasión" y tendrá una "respuesta severa", tras la confusión que generó al insinuar que Washington matizaría las consecuencias ante una ocupación de menor escala.

Biden aseguró que no hay "ningún malentendido" y que "si alguna unidad rusa cruza la frontera con Ucrania, eso es una invasión". Si eso sucede, advirtió al presidente ruso, Vladimir Putin, que "se encontrará con una respuesta económica severa y coordinada" de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y la OTAN.

"No hay duda. Que no quede ninguna duda, de que si Putin toma esta decisión, Rusia pagará un alto precio", reiteró el mandatario.

En la víspera, durante una rueda de prensa con motivo de su primer aniversario en la Casa Blanca, Biden generó confusión sobre la crisis ucraniana al dejar entrever que la respuesta de Occidente podría no ser tan dura si Moscú opta por alguna medida que no represente una invasión a gran escala.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se vio obligada a aclarar después en un comunicado que "si cualquier fuerza militar rusa cruza la frontera con Ucrania", Washington lo considerará "una nueva invasión" e impondrá represalias "rápidas y graves" de forma coordinada con sus aliados europeos.

A pesar de la rectificación, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, respondió este jueves a Biden que "no hay incursiones menores".

"Quisiéramos recordar a las grandes potencias que no hay incursiones ni naciones pequeñas. Al igual que no hay un número pequeño de víctimas y poco dolor por la pérdida de seres queridos. Digo esto como presidente de una gran potencia", dijo Zelenski.

En paralelo, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones contra cuatro ucranianos, entre ellos dos miembros del parlamento del país, acusados de estar implicados en actividades para "desestabilizar" Ucrania "bajo dirección" de los servicios de inteligencia de Rusia.

MAYOR TENSIÓN

El Kremlin, por su parte, aseguró que la declaración del presidente Biden, sobre una posible invasión de Ucrania y el desastre que sería para Rusia, pueden contribuir a la "desestabilización de la situación" en ese país.

"Pueden crear falsas esperanzas" entre algunos representantes del Gobierno ucraniano que "pueden decidir reanudar la guerra civil en su país e intentar solucionar por métodos de fuerza los problemas del Sureste" (Donetsk), dijo el portavoz presidencial, Dmitri Peskov.

Al tiempo que admitió que Moscú teme dicha evolución de los acontecimientos, consideró que las afirmaciones de Biden "no permiten en ningún caso una reducción de la tensión que ha surgido ahora en Europa".

"Que, debido a ciertas acciones hipotéticas, Rusia tendrá que pagar un alto precio, suenan diariamente de boca de expertos a nivel de jefes de Estado", dijo Peskov.

Rusia mantiene la presión militar en la frontera con Ucrania con el despliegue de nuevas tropas en Bielorrusia y el anuncio de las mayores maniobras navales de su historia.

En este contexto, Biden dijo que Washington va ayudar a "fortificar" a sus aliados de OTAN en el este de Europa: "Ya hemos enviado unos 600 millones de dólares en equipamiento sofisticado de defensa a los ucranianos".

Según informa la revista Político, el Departamento de Estado de EE.UU. aprobó que los aliados bálticos de la OTAN Estonia, Lituania y Letonia, podrán transferir a Ucrania armas de fabricación estadounidense como misiles antiblindaje y antiaéreos.

PUTIN Y MADURO

En medio de este panorama, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, en la que reafirmaron la voluntad de estrechar la cooperación entre Moscú y Caracas, informó el Kremlin.

"Acordaron activar los contactos ruso-venezolanos a diversos niveles", informó la presidencia rusa, al señalar que Putin expresó su "apoyo invariable a los esfuerzos de las autoridades venezolanas dirigidos a fortalecer la soberanía y garantizar el desarrollo económico y social del país".

"Partygate": ahora acusan a Johnson de "intimidar" a diputados de sus filas

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No hay tregua para el primer ministro británico Boris Johnson:ahora fue acusado por uno de sus propios diputados de "extorsionar e intimidar" a los disidentes que piden su dimisión, la cual él ya descartó.

La última bomba por el escándalo de las fiestas en Downing Street (el llamado "Partygate") la puso el díscolo William Wragg, presidente del comité parlamentario de Administración Pública y Asuntos Constitucionales, en una intervención en la que pidió a sus colegas que pongan en conocimiento de la policía cualquier presión ilícita.

"En los últimos días varios miembros del Parlamento sufrieron presiones e intimidación por parte de miembros del Gobierno por su deseo declarado o supuesto de (pedir) un voto de confianza sobre el liderazgo del primer ministro", dijo.

Para este diputado de 34 años, al frente de una importante comisión, algunas de esas presiones podrían equivaler a un chantaje, por lo que recomendó ponerlas en conocimiento de la policía y del presidente de la Cámara de los Comunes.

Wragg es uno de los escasos diputados "tories" que públicamente ha pedido la dimisión de Johnson y representa el avance de la oposición interna al primer ministro.

Sin embargo, la gravedad de la acusación fue tal que provocó un nuevo terremoto en torno al liderazgo de Johnson.

El primero en respaldar la denuncia de Wragg fue el diputado, Christian Wakeford, (que se pasó a los laboristas) y dijo que los encargados de la disciplina parlamentaria en el grupo "tory" lo amenazaron con retirar la financiación para un nuevo colegio en su circunscripción si no acallaba sus críticas.

"No elegimos a Boris Johnson por su meticulosa comprensión de reglas tediosas, pero esto es espantoso y la gente está furiosa con razón. Me temo que parece jaque mate, pero veremos si puede salvarse", dijo el diputado conservador, Steve Baker, a la BBC.

Johnson, cuya hija recién nacida se recupera de covid-19 con menos de un mes de vida, se encuentra ahora asediado por el "fuego amigo", pero fue enfático en señalar que no ha visto "ninguna prueba" de que haya existido extorsión sobre los díscolos.