"El desafío de la nueva administración es que se haga cargo de resolver el grave problema de congestión y por ende, mala calidad de vida de medio millón de personas que está habitando al sur del Biobío. Para esto es necesario terminar con la ruta Costera que parte en Coronel y llegar hasta las bases de lo que va a ser el Puente Industrial, ahí faltan 7 kilómetros entre el límite de Coronel y los Parques Industriales; además, construir la Ruta Costanera Sur, para poder habilitar una conexión entre los puentes y debe ser una ruta que al igual de Ribera Norte, esté en lecho de río. También uno espera que se genere una nueva alternativa de puente colgante, no puente con terraplén, que cruce el Estero Los Batros para agregar otro punto de transportes; y en mi opinión se debe diseñar una vía que permita sacar presión con los autos que bajan los cerros desde Andalué y que hoy día presionan Pedro Aguirre Cerda, y que debieran bajar por el sector del camino a Santa Juana para poder llegar al puente Chacabuco, que hoy día está subutilizado y que se debe terminar para poder conectar directamente con la Avenida Chacabuco. Hay que desarrollar terceras pistas entre el límite de San Pedro de la Paz y Coronel.

También hay que hacerse cargo de la situación de violencia en el cono sur de la Provincia de Arauco garantizando seguridad de quienes viven en el territorio, mapuches y no mapuches, trabajadores/as y empresarios turísticos. Además, sumarse a la propuesta de diálogo político, social, económico y cultural.

En cuanto a las oportunidades, hay que profundizar el proceso de descentralización, facilitando el traspaso de competencias, eliminando la figura del delegado presidencial y apurando la gestión legislativa de proyectos de ley, sobre todo el de rentas regionales. También generar un plan de emergencia de reactivación económica, sobre todo en empleo para mujeres y jóvenes y regularizar la actividad pesquera, para combatir la pesca ilegal y revaluar situación de la extracción de jibia, con la finalidad de recuperar empleos para la zona".

"Creo que la futura Presidenta o Presidente de la República tiene la oportunidad de avanzar en el proceso de descentralización que ya está en curso, entregando mayores atribuciones y recursos a los gobiernos regionales y comunales, en el caso de los municipios para decidir proyectos de desarrollo de sus comunas, por ejemplo, en materias de tránsito y conectividad. También debe generar más equidad y una justa distribución del Fondo Común Municipal, en particular a los municipios más pequeños, rurales y de zonas apartadas, para que haya una discriminación positiva hacia ellos.

En lo político, es indispensable que gobierne con los alcaldes en forma transversal y colaborativa, considerando visiones y aportes en materias como salud, desarrollo económico local, seguridad pública, etc., para que tenga sintonía con la institución más cercana a la comunidad. En lo técnico, es necesario crear un descriptor diferente en la evaluación de proyectos a financiar, como lo hecho en zonas de rezago, que permita la aprobación técnica con un criterio distinto al de rentabilidad social, que no es aplicable en todas las comunas y territorios".

"El primer desafío es generar un proyecto que convoque a todos los habitantes de la Región. Sólo así se podrá vislumbrar un camino de prosperidad y paz. Para ello es fundamental reconocer las heridas que tiene la Región, las que puedo resumir así: el trato inadecuado que se le ha dado a los pueblos originarios, la disparidad en la calidad de la educación que marca a los jóvenes más pobres para toda la vida; las dificultades que encuentran las personas con alguna discapacidad para encontrar trabajos dignos y bien remunerados; la indiferencia frente a tantos migrantes que se sienten injustamente discriminados. Si nos proponemos mirar de cara estos serios problemas que aquejan a la Región podremos reconocernos como miembros de una única familia y por lo tanto lograr la anhelada fraternidad que tanto anhelamos. Las oportunidades de la nueva administración serán realidad en la medida que sean capaces de reconocer los problemas reales que tienen las personas en su vida cotidiana. Estos problemas son las distancias para ir del trabajo a la casa, el poco apoyo que encuentran las familia y dificultad que encuentran para cuidar a los adultos mayores y las bajas pensiones después de una vida de trabajo. En materia de seguridad ciudadana la nueva administración tiene la gran oportunidad de ir a las causas de la violencia en todas sus formas y que no es otra cosa que segregación social, la pobreza, la falta de oportunidades. También veo como una oportunidad un decidido, claro y rotundo no a toda forma de corrupción, amiguismo, favoritismos y todo aquello que se pueda entender como privilegios. Hacer comprender que todo ser humano es igual en dignidad con derechos y deberes independiente de su condición social o económica sería un salto a un desarrollo más justo y armónico. Por último es una gran oportunidad el hacer ver que la vida espiritual de las personas y sus creencias más profundas son una riqueza para la sociedad y deben ser promovidas".